El nivel del embalse de Guatapé ha bajado tanto en los últimos 60 días que los muelles para que los turistas suban y bajen de los barcos turísticos han tenido que correrse de a poquito buscando los puntos más profundos. Las aguas bajas ya dañaron hélices y transmisiones de las embarcaciones, sacaron grandes playas de arena y recordaron la última gran sequía, la de 2020, que pasó de agache porque eran los días de la pandemia. Hoy la afectación es a otro precio.
El descenso del agua —21% bajó el nivel en solo 60 días, según el registro diario que reporta el Ideam— tiene en vilo a 33 empresas que operan sobre el malecón de Guatapé y agrupan a cerca de 300 embarcaciones.
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Dice Carlos Campuzano, integrante de la firma Guatapé Transporte Fluvial, que las bajas profundidades dificultan el acceso de los turistas desde los muelles, lo que ha dejado arrumados varios barcos en las partes bajas. En términos sencillos, los operadores de los barcos deben medir el nivel del embalse todos los días e ir moviendo las embarcaciones para evitar que encallen.
“Vos en una carretera mirás el hueco a lo lejos, pero en el agua no se puede ver y es muy difícil acertar. Hay muchos daños de hélices y las transmisiones por las piedras”, cuenta Campuzano. Una transmisión —precisa— puede costar unos $8 millones. Solo esa empresa tiene dos barcos varados por daños en las transmisiones, pero en los playones que quedan al descubierto se ven decenas de lanchas y planchones.
Los riesgos con un espejo de agua bajito no son solo para las embarcaciones, también para los bañistas. Henry Berrío, comandante de la estación de bomberos de El Peñol, explicó que al descender el nivel de las aguas se hace visible la morfología irregular del terreno, por lo que aparecen puntas e islotes que pueden provocar el atraque o el volcamiento de los barcos. Por eso los motoristas deben estar muy pendientes de las señales que ubican los pobladores como palos, cintas y telas de colores para evitar accidentes.
El comandante Berrío recomienda transitar con baja velocidad para alcanzar a esquivar los obstáculos que afloran desde el lecho. “Los bañistas deben mirar bien desde dónde se tiran al agua porque la morfología del suelo cambia de forma constante. Que no se lancen de los puentes porque pueden sufrir traumas o lesiones con palos o rocas”, sugiere.
Al menos el bajo nivel del embalse sirvió para algo, el jueves pasado la comunidad, varios lancheros, la Defensa Civil y los soldados hicieron una jornada de limpieza en las orillas del malecón San Juan del Puerto y recogieron siete toneladas de residuos, una tonelada de madera, 500 llantas y 400 kilos de material reciclado que quedaron al descubierto conforme fue bajando el agua. La Alcaldía de Guatapé pidió a las empresas fluviales ser más responsables con la basura, pues el 90% del material recolectado pertenece a los motoristas.
En todo caso, las previsiones climáticas apuntan a que la temporada de menos lluvias persistirá por un buen tiempo. Según advirtió el Dagran a finales de enero pasado, pese a que podría llover algunos días, tal como ocurrió esta semana, hay un 90% de probabilidades de que el fenómeno de El niño persista durante los meses de febrero, marzo y abril y habrá que esperar hasta mayo para que comience la primera temporada de lluvias de 2024. Por eso nadie hace cuentas alegres en Guatapé y esperan que las lluvias vuelvan pronto para que la represa no quede reducida a un charco.
Escasez asusta a 500.000 personas
El domingo pasado publicamos un informe en el que reseñamos a profundidad como la escasez de agua tiene penando a medio millón de personas en Antioquia. Además de los racionamientos de seis horas en Guatapé, contamos que Arboletes, Carepa, Concepción, Concordia, Necoclí, Turbo, Chigorodó, San Pedro de Urabá, Zaragoza y El Carmen de Viboral están haciendo gárgaras y tomando medidas desesperadas para dosificar el agua que les queda. Medellín no es ajena al riesgo de desabastecimiento, resulta que 15.439 familias de los corregimientos, que se surten de acueductos veredales, están sufriendo racionamiento entre las 8:00 p.m. y las 5:00 a.m. Este número de familias representa el 68% de la población rural de la ciudad.
60%
es el porcentaje promedio que tenían ayer los 9 embalses que Antioquia registra en el Ideam.