Los bomberos del municipio de La Estrella tienen una tarea muy específica, marcada como infaltable todo el año: rescatar caminantes perdidos en la reserva El Romeral.
Nuevamente, este fin de semana pasado los organismos de emergencia del municipio del sur del Valle de Aburrá tuvieron que disponer de un operativo para dar con el paradero de cuatro excursionistas que se adentraron en la reserva y terminaron extraviándose en el sector Los Pinos, en la subida a la cueva del Loro. Por fortuna, entre el aviso y la reacción oportuna, los caminantes evitaron exponerse a una larga jornada de extravío que en muchos casos termina con graves problemas de salud por el clima, la deshidratación o el desespero que lleva a los caminantes generalmente a una situación de extremo riesgo. Los cuatro, por fortuna, fueron rescatados sin lesión alguna.
Pero otra vez el llamado de las autoridades es que la ciudadanía entienda que la reserva no es un juego y que decidir recorrerla, sin todas las medidas de cuidado necesarias, es exponerse a riesgos que incluso pueden derivar en la muerte.
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De eso puede dar cuenta un joven de 25 años llamado Juan Gañán, quien en julio de este año terminó al borde de un estado crítico luego de decidir ingresar a la zona con el fin de llegar hasta la famosa laguna Encantada, y tras varias horas de caminata terminó dando vueltas en círculo y en un estado de completo desespero.
Fue la llamada de sus familiares lo que alertó a los organismos de emergencia que a las 9 de la noche del 5 de octubre activó el protocolo de búsqueda y a las 6 de la mañana siguiente, sin poder dar con su paradero, tuvo que reforzar la búsqueda con otros 21 integrantes de bomberos y defensa civil hasta que finalmente fue ubicado con un cuadro de hipotermia en zona boscosa de la quebrada La Chocha. Duró en total 24 horas perdido.
Este mismo año, dos meses atrás de ese último hecho relatado, los bomberos tuvieron que desplegar otro gran operativo de rescate para ubicar a un grupo de cinco amigas que se dirigía hacia la Laguna Encantada y terminaron extraviadas, a pesar de contar con un guía. Las mujeres estuvieron de buenas porque en un paraje lograron contactarse con los organismos de emergencias, inmediatamente activaron el protocolo con siete rescatistas expertos en alta montaña.
Fue un operativo a contrarreloj porque varias mujeres presentaban avanzados cuadros de deshidratación y una de ellas tenía un golpe de calor, una condición que de no ser controlada a tiempo con hidratación y acompañamiento médico puede desencadenar fallos multisistémicos y hasta la muerte.
En la reserva ya ha muerto gente. El último caso conocido fue el de una mujer de 60 años que murió mientras hacía una caminata con once acompañantes que se perdieron buscando también la dichosa laguna. Cuando los rescatistas llegaron, la mujer ya había fallecido.
En 2021 también estuvo a punto de ocurrir una tragedia. Una pareja con su hija menor de edad terminaron extraviados, al igual que catorce jóvenes menores de 25 años que pusieron al municipio en total estado de emergencia tras permanecer varias horas desaparecidos y ser encontrados con graves cuadros de deshidratación y golpes de calor.
El llamado, casi súplica de las autoridades, es que la ciudadanía que decida ingresar a la reserva, una de las áreas naturales más bellas del Valle de Aburrá, lo hagan tomando todas las medidas posibles como tener un guía certificado y que realmente conozca la zona y llevar todo tipo de aprovisionamientos: agua de sobra, alimentación y ropa adecuada que les permita estar bien cubiertos, así como bloqueador solar y medicinas básicas, como aspirinas en caso de presentarse emergencias de salud.
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