Menos de 120 horas antes del cambio de gobierno, la Alcaldía de Medellín y la Gobernación de Antioquia son dos rompecabezas a los que le faltan la mayoría de sus piezas.
Contrario a lo que pasa en Bogotá, Barranquilla o Cali (ver recuadro), donde los gabinetes se comenzaron a clarificar desde mediados de diciembre, los principales alfiles del mandatario de la capital antioqueña y del líder departamental aún son una incógnita, situación que podría tener cuestionamientos de transparencia de cara a la ciudadanía.
Fuentes cercanas a Daniel Quintero Calle confirmaron que los nombres de los coequiperos se conocerán el 1 de enero y el equipo del gobernador electo explicó que los secretarios también se harán públicos el día de la posesión por un asunto “discrecional”.
En Medellín, por ejemplo, Quintero tiene la misión de designar 20 secretarios de despacho, dos directores de departamento administrativo (Planeación y Dagrd) y los gerentes de por lo menos 17 entidades como EPM, Telemedellín, EDU, Inder o Metroparques, por mencionar solo algunas que hacen parte del conglomerado público.
Ajedrez político
Para Jorge Giraldo, docente de Ciencias Políticas de Eafit, en ambos casos (Quintero y Gaviria) es evidente que son gobernantes que tienen compromisos con diversos sectores políticos. Dijo que el caso de Aníbal Gaviria es más claro porque la coalición fue pública.
“Pero en el del alcalde es menos evidente porque Quintero apareció como independiente, sin embargo, no es un secreto que había grupos políticos detrás de él como los conservadores de Carlos Mario Montoya, la gente de Luis Bernardo Vélez que fue el que primero que lo apoyó, y los liberales del mismo Aníbal y de César Gaviria”, apuntó.
Añadió que por eso “uno supone que puede haber ciertas dificultades para armar el rompecabezas”.
En opinión de Giraldo, esa claridad sobre el equipo con el que gobernará se le debe exigir más a Quintero porque el grupo cercano de Aníbal Gaviria es conocido por la trayectoria en lo público que tiene el gobernador electo, quien ya tuvo dos pasos por la Alpujarra. “Uno sí pensaría que un paso político que él (Quintero) debiera haber dado era calmar parte de esas incertidumbres en la ciudad con los puestos principales como la gerencia de EPM, Planeación y las secretarías de Hacienda y de Seguridad”, concluyó.
Santiago Leyva, profesor del Departamento de Gobierno de Eafit, admitió que la falta de nombres a estas alturas del año es un asunto comunicacional, pero no lo considera reprochable. “Puede que sea mejor estrategia anunciarlos paulatinamente (como Claudia López), pero que no lo haga no es una práctica censurable. Creo que la presión pública debería estar en los documentos de empalme porque hay un desconocimiento del balance que dejan los gobiernos salientes y ahí se pueden ver los problemas más críticos”, dijo.