La escalada de la violencia en algunos municipios de Antioquia hizo que, a falta de 158 días para terminar el 2023, 21 municipios del departamento ya superaron las cifras totales de asesinatos, mientras que en otros siete (sin incluir los que tienen su contador en cero) ya se igualaron sus estadísticas del 2022.
Entre la lista se encuentran dos del Valle de Aburrá: Caldas y Girardota. En este último se supero la cifra del año pasado en la mañana de este martes, cuando a Hernán de Jesús Sierra Cortés, de 69 años, lo apuñalaron después de hacer ejercicio. Su crimen ocurrió a las 8:00 de la mañana en la calle 10 con la carrera 14, en el barrio El Llano, zona urbana de este municipio.
Según testigos, “un sujeto que lucía chompa gris se le acercó cuando ya iba a su casa a desayunar, después de hacer su recorrido de todos los días, y por causas desconocidas lo atacó en varias ocasiones, provocándole la muerte”.
Con este caso, Girardota llegó a los nueve asesinatos, los mismos que tuvo en todo el 2021 y uno más de los que contabilizó el año pasado, al 31 de diciembre, de acuerdo con los registros de la Policía Metropolitana.
Además de algunos hechos relacionados con estructuras delincuenciales e intolerancia, en Girardota se registró un caso de cadáver abandonado que no correspondía a su jurisdicción y que estaba desmembrado, hecho ocurrido el pasado 28 de junio.
En cuanto a Caldas, este año se contabilizan 22 asesinatos, mientras que al 31 de diciembre del año pasado se presentaron 19 y en el 2021 ocurrieron 18 casos.
La secretaria de Seguridad de este municipio, Paula Andrea Espinosa, manifestó que tan solo siete de estos casos tienen relación con el conflicto del municipio, mientras que los restantes están vinculados con estructuras criminales de los municipios vecinos del Suroeste o del Valle de Aburrá y que abandonan en su jurisdicción.
Los de más aumento
La situación más delicada en materia de homicidios se registra en San Carlos, en el Oriente, ya que las cifras, aún con todo el tiempo por recorrer, ya duplicó los números del año pasado, pasando de cuatro casos en todo el año pasado a ocho en tan solo algo más de un semestre.
Otro que presenta un incremento exponencial es Abejorral, que desde el 2021 viene incrementando de a dos casos los asesinatos, con la particularidad que este año el incremento se presentó en 206 días. En 2021 se registraron dos casos en todo el año y en 2022 la cifra llegó a cuatro. Para este ya se habla de seis muertos.
De hecho, la subregión con más municipios con incremento de asesinatos es el Oriente, que tiene a seis municipios que ya superaron las cifras totales del año pasado, situación que ha repercutido en que en los comparativos parciales ya se hable de un alza del 5,3% en los totales de los 23 municipios que la conforman.
La presencia de estructuras criminales, algunas provenientes del Valle de Aburrá, hizo que la violencia incrementara los asesinatos en esta subregión, tal como quedó evidenciado en Guarne (de nueve en todo el 2022 pasó a 10 en 2023), La Ceja (seis a siete) y San Vicente Ferrer (cinco a siete).
Nariño, uno de los municipios más afectados por la presencia del Clan Oriente, también mostró un vuelco en esta estadística, ya que lleva cinco asesinatos, cuando en todo el 2022 fueron cuatro.
En el caso de Alejandría hay una particularidad y es que se presentó un asesinato por primera vez desde el 2020. El invicto finalizó el pasado 25 de enero, cuando delincuentes ultimaron a Alejandro Aguilar en la vereda Cruces, en circunstancias que las autoridades no han establecido.
En el Norte, por el conflicto que vincula a las disidencias de las Farc y algunas facciones del Clan del Golfo, llevaron a que se superaran las cifras totales de asesinatos en tres municipios.
Uno de ellos es San Andrés de Cuerquia, donde ocurrió un doble homicidio el pasado 10 de julio y con estos ya llegó a los cuatro homicidios, cuando el año pasado iban tres.
En esta lista también está Campamento, municipio en el que las disidencias del frente 36 de las Farc provocaron una de las masacres de este año, el pasado 29 de enero, cuando asesinaron a cuatro personas. Este año van ocho y el año pasado acabaron con tres casos.
Otro hecho puntual que elevó las cifras de asesinatos en un municipio se registró en Olaya, Occidente, donde el pasado 11 de julio mataron a dos jóvenes que provenían del nororiente de Medellín. Ese día, las balas segaron la vida de Breiner Ramírez Castro, de 19 años, y Juan Pablo González Herrera, de 22, quienes se convirtieron en las víctimas dos y tres en esta localidad, donde el año pasado solo se presentaron dos casos.
A estos municipios que ya superaron las cifras de asesinatos se les suman aquellos siete que ya igualaron la estadística. Angelópolis, Concordia, Sopetrán, Liborina, Guadalupe, Belmira y Tarso ya llegaron a la misma cantidad de muertos que en todo el año pasado.
Pese a este panorama, las cifras generales de asesinatos en Antioquia continúa a la baja, ya que este año no se han superado los 1.000 asesinatos (van 934), lo que sí ocurrió a esta altura en años anteriores: en el 2022 iban 1.107 y en el 2021 se contabilizaban 1.240 casos.
A pesar del panorama relatado, en Antioquia, en cifras generales, se presenta una disminución en la cantidad de asesinatos si se comparan los datos con el mismo periodo del año pasado y con el 2021, según los registros de la Policía Metropolitana, Antioquia, Urabá y Magdalena Medio.
Con corte al 25 de julio, este año se han registrado 934 asesinatos, mientras que el año pasado iban 1.107 y en el 2021 ya iban, en este mismo periodo 1.240. De hecho, solo dos subregiones presentan incremento en las cifras de asesinatos en el último año: Suroeste, que está en el 5,9% y el Oriente, que está en el 5,3%. En cuanto a la disminución, dos de las subregiones históricamente más violentas son las que tienen la mayor reducción: Bajo Cauca, con el 31,6% y el Nordeste, con el 46,2%.