La Policía Metropolitana del Valle de Aburrá (Meval) reportó este lunes haber atendido 43.189 llamadas a la línea 123 durante el más reciente toque de queda ordenado para disminuir los contagios con covid-19 tanto en esta subregión como en el resto del departamento.
La institución detalló que 6.923 de estos reportes obedecieron a perturbación por alto volumen (reuniones, aglomeraciones y fiestas). De ese total, 5.951 llamadas se hicieron en Medellín.
La Meval precisó además que 1.023 llamadas se hicieron para la intervención de riñas y 594 por casos de violencia intrafamiliar. Durante la vigencia de este confinamiento, en total se impusieron 2.985 comparendos por violar la medida, de los que 2.196 se realizaron en Medellín.
Las comunas en las que se registraron más multas por incumplimiento fueron en su orden: Manrique (286), Santa Cruz (207), La Candelaria (194), Robledo 176 y Aranjuez (167).
En esta ocasión, la Policía subrayó la intervención de una fiesta en la vereda El Noral, perteneciente al municipio de Copacabana. Allí fueron halladas 45 personas a quienes les cobraban por ingreso una tarifa que oscilaba entre 60.000 y 80.000 pesos por cada asistente. Inclusive, las autoridades revelaron que el organizador había habilitado pagos a través de códigos QR y tenía una lista de 80 reservaciones.
A todos los infractores del toque de queda se les impuso un comparendo y al organizador se le incautó un equipo de sonido y múltiples licores.
Conforme a lo notificado por la Meval, se incautaron 46 latas de energizantes, por lo que “se presume se trataría de una fiesta para consumo de drogas sintéticas como éxtasis, 2CB entre otras, las cuales se consumen diluidas en estos hidratantes”.
