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Estamos Listas no tendrá candidatas a Concejo y Asamblea este año, ¿por qué?

El movimiento político de mujeres, pionero en este tipo de ejercicios en el país, no competirá en las elecciones regionales de octubre. Pasa por una fractura profunda.

  • Estamos Listas en un movimiento político integrado por mujeres de diferentes lugares del país. Su sede y proselitismo más sólido tiene lugar en Medellín. FOTO cortesía
    Estamos Listas en un movimiento político integrado por mujeres de diferentes lugares del país. Su sede y proselitismo más sólido tiene lugar en Medellín. FOTO cortesía
12 de mayo de 2023
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El movimiento político y feminista Estamos Listas no presentará candidaturas al Concejo de Medellín ni a la Asamblea de Antioquia en las elecciones de octubre. La decisión se tomó hace 15 días, pero hasta ayer no se había compartido con la opinión pública. Ese hecho —y la movida que no deja de ser curiosa en sí misma— ha generado reacciones divididas. Dicen fuentes internas que lo ocurrido terminó por zanjar el rompimiento que allí hacía carrera hace meses. La ‘quemada’ en las elecciones a Congreso también fue un golpe estrepitoso para el proyecto político.

En Estamos Listas reina el hermetismo. Quienes comparten detalles sobre la decisión de dejar la vocación de poder a un lado en las próximas elecciones —luego de ajustar un cuatrienio con Dora Saldarriaga en el Concejo— son mujeres que desertaron del movimiento en días pasados. “No hubo consenso. Dora no estaba de acuerdo; otros círculos —mecanismo que allí usan para el trabajo de base y la toma de decisiones—, tampoco. Que ahora hay que ir por las JAL. Qué sentido tiene eso, ¿cómo vamos a retroceder?”, dice una fuente.

La molestia de quien comparte este testimonio representa una de las dos facciones del movimiento. Y es que son justo dos concepciones —la de hacer política electoral en la calle este año o la pausa para revisar propósitos internos— las que terminaron de implosionar la colectividad. Aunque es bien sabido que allí previamente se venía dando un resquebrajamiento, por la consolidación de nuevos liderazgos y el recelo ante la gestión “exigua” de Saldarriaga en el Concejo, muchos esperaban que el proyecto postulara nombres para las elecciones de octubre.

Las discrepancias más visibles fueron de mecánica. Resulta que en el movimiento se propuso el registro de 500 mujeres para apoyar la lista al Concejo de Medellín y de 700 más, según amplía otra fuente, para las labores de proselitismo a la Asamblea. “Lo otro era que necesitábamos 15 mujeres inscritas en la lista a Concejo, para sumarlas con seis hombres y así tener una plancha de 21”. Afirma la fuente que esos números no se cumplieron y que allí comenzaron los debates internos. “Lo primero que no entendimos fue de dónde salió la fórmula: por qué se necesitaban esos números”.

La colectividad funciona por círculos territoriales. El de Medellín, continúa la fuente, decidió no postular candidaturas al Concejo. La medida se tomó en el círculo uno, a través de las mujeres dinamizadoras, entre el 18 y el 20 de abril. “Se perdió por dos votos; como 7-5 para poner un ejemplo”, cuenta otra fuente. Las mujeres que no compartieron la decisión pensaron en aglutinar esfuerzos para una lista a Asamblea, pero ese propósito tampoco fue posible.

“Se desconoció la autonomía territorial de los círculos distintos a Medellín y desde la instancia nacional —creada para la aspiración a Senado— no lo permitieron”, dice una de las mujeres. La otra agrega que, como no hubo armonía entre los círculos de Medellín y el resto del Valle de Aburrá, la instancia central le dijo no a una futura aspiración a la Duma departamental. “No nos dejaron hacer campaña. El argumento se soportó en que no hay plata, tenemos una deuda y no hay militancia”. Pero no todo tiene que ver con organización política.

Dicen las mismas fuentes que en Estamos Listas hay personalismos que cabalgan sobre dos discursos: uno colectivo, que es público, y uno particular, más soterrado. “Algunas dijeron: ‘si no soy yo, entonces ninguna’. Y luego se opusieron a que compitiéramos, cuando sacamos 108.000 votos en Senado y habríamos mantenido, por poco, la curul en el Concejo”, dice una. Otras versiones se aventuran a hablar de “mercenarias”: mujeres que se prestaron para esta decisión y que tendrían intereses en apoyar otras campañas este año.

Las respuestas oficiales

Varias personas consultadas relataron que esta decisión se tomó cuando la concejala Saldarriaga se recuperaba de una intervención médica. La contactamos para conocer su versión y postura sobre la medida, pero no se pronunció. Se ciñó a las directrices del movimiento, que actualmente delega la vocería en Piedad Toro, una de las cofundadoras de la colectividad. Ella, que comparte que Estamos Listas no vaya a elecciones este año, reconoce que al interior del proyecto hay posturas encontradas, pero que la decisión fue resultado de sus mecanismos de democracia interna.

“No vamos a desaparecer. Seguiremos recibiendo inscripciones y haciéndoles seguimiento a los planes de desarrollo. La idea es hacer un ejercicio importante de veeduría. Lo cierto es que no estamos en condiciones para ir a una campaña de Concejo y Asamblea, preferimos hacer este alto, y fortalecernos, antes de atornillarnos al poder”, dice Toro.

Uno de sus principales argumentos tiene que ver con la deuda que asumió el movimiento en las pasadas elecciones a Congreso. El CNE no desembolsó un anticipo para campaña que llegaba a los $1.200 millones y las integrantes de la colectividad tuvieron que recurrir a un préstamo. La deuda, en palabras de Toro, fue de $900 millones.

“Esa elección también dejó cansancio y agotamiento —además de fracturas—”, concluye la vocera. Las mujeres inconformes afirman, por otro lado, que es una falta de respeto con el electorado que la decisión aún no se comunique. “Muchos círculos del movimiento tampoco saben que no iremos a elecciones. Hay una fractura de comunicación inmensa. Hay más mujeres pensando en desertar”, dice una de las fuentes.

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