La caída de rocas de entre tres y cuatro metros de diámetro y el doble de altura de una persona promedio impidió la apertura de la autopista Medellín-Bogotá, que está cerrada desde el 28 de diciembre por un derrumbe en el kilómetro 14 + 350, en la jurisdicción de Copacabana.
Según informó Devimed, el concesionario de la autopista, el radar instalado en el lugar del derrumbe mostró alerta roja este sábado 14 de enero, “lo que significa una amenaza de deslizamiento y se recomienda continuar con la vía cerrada”.
A pesar de que se han removido alrededor de 64 mil metros cúbicos de tierra, las fotografías aéreas del derrumbe muestran cómo las grandes rocas obstaculizaron las dos calzadas de la autopista. Por eso, en la mañana de este domingo, las rocas fueron voladas para continuar con los trabajos de despeje en la vía.