Desde temprano comenzó el montaje del aparatoso plantón relámpago que programaron desde la Alpujarra para rechazar la suspensión del alcalde Daniel Quintero. Por lo menos tres firmas de logística apoyaron la instalación de un vasto circuito de sonido, mientras que el canal público Telemedellín hizo un despliegue digno de un evento internacional.
Además de cuatro periodistas, la cadena dispuso de un amplio set para cubrir, en tiempo real, la afluencia de personas a la plaza y la transmision del discurso de 15 minutos que dio el mandatario suspendido. Hasta una grúa con cámara estaba en el sitio para no perder plano alguno de lo que pasaría en el palco que improvisaron en la terraza de la Alcaldía.
Los logísticos comentaban: “El alcalde va a aparecer por esa esquina, hay que ajustar la grúa”. De un lado a otro corrían operarios, trabajadores del canal local y funcionarios de la administración. Algunos, de hecho, tuvieron que gestionar para que la Policía permitiera el ingreso de algunos carteles con propaganda política.
Pese a la premura y la lluvia, hubo tiempo y plata para repartir banderas y carpas plásticas para que los asistentes mitigaran el agua. Papayera, presentador para calentar los ánimos y trovadores hicieron de teloneros de Quintero y su gabinete. Aunque en la plaza solo se vieron policiales, se conoció que cerca de 200 agentes del Esmad llegaron a la ciudad para garantizar la seguridad del evento.
El lugar logró un lleno parcial a las 5:30 de la tarde. Buena parte de los asistentes lucían como oficinistas, que bien pudieron terminar jornada en la Alpujarra y esperar a las afueras del trabajo para apoyar a su jefe. No fueron pocos los contratistas que, con carné en el cuello, esperaron hasta que Quintero apareció y dio su discurso.
De hecho, durante la tarde se conocieron denuncias por supuestas presiones al interior de algunos despachos. El concejal Simón Molina compartió algunas de ellas: “Teniendo en cuenta lo que está pasando con el alcalde, todo el equipo a las 4 de la tarde en la plazoleta de la Alpujarra, cancelen lo que tengan que cancelar, cierren lo que tengan que cerrar, tenemos que defender nuestra alcaldía”.
Entre los rostros que movieron la logística de la jornada aparecieron los mismos que han asumido la mecánica de los mítines de Petro en la ciudad. Por su parte, el sonido, los centros de operaciones, las cámaras y el personal marcharon como un reloj, pese al aguacero. En menos de 24 horas, desde la Alpujarra armaron un show digno de televisión, que combinó palco, supuestas presiones y un despliegue que, seguramente, costó mucha plata