¿Quién era el atacante que apuñaló a una menor de 14 años y luego le prendió fuego a su casa, noticia que tiene conmocionado a Cocorná? Ese es el interrogante detrás del ataque a la niña a manos de un hombre de 52 años con el que vivía desde comienzos de este año en una vivienda ubicada montaña abajo de la Medellín-Bogotá.
Durante la noche del domingo 2 de julio, en un caserío de la vereda San Lorenzo, una de las más grandes de Cocorná, se escuchó el fuerte grito que salía del pecho del enardecido hombre, el cual decía: “ya maté a esa perra, voy a matar a ese perro”.
Los vecinos pensaron que hablaba de los más de 20 perros que viven en el sector hasta que en un matorral con el que limitaba la última de las viviendas se encontraron a una mujer de contextura delgada derramando sangre a cántaros. “Eso fue horrible. La niña estaba tirada en la zona boscosa y no sabemos cómo logró salir de ahí para llegar a la casa de una vecina, donde la vieron mal y la llevaron al Hospital de Cocorná”, relató uno de los testigos de este repudiable ataque.
“Decía que era el papá”
El presunto agresor, al que otra niña del sector vio atacar a su amiga de 14 años, era a quien esta última presentaba como su papá y con quien llevaba varios meses conviviendo, tras llegar desde el municipio de Nariño. De hecho, se les veía mucho juntos, aunque para la comunidad el comportamiento no era precisamente el de un vínculo paternal.
“Ella todo el tiempo decía que era el papá, pero todos los fines de semana la llevaba a tomar en las tiendas y se veía que era una relación que iba más allá. Incluso, en una ocasión se vio que la quería tocar y ella le dijo que no, que había gente”, relataron testigos.
La relación, de acuerdo con las versiones que repiten los vecinos de San Lorenzo como si fueran un coro, llegó a tener tantas restricciones e intimidaciones que una de las reglas que le imponía este adulto era: “no le puede hablar a ninguno de los hombres de este barrio”.
Ese deseo de posesión y dominio sobre la menor de edad, mezclado con litros de licor en la sangre del hombre, se reflejaron con violencia y con un cuchillo comenzó a atacarla al descubrir que sostuvo una conversación con una de las personas de la zona y que alcanzó a departir con un muchacho en más de una ocasión. Ese vecino era el “perro” al cual se refería el hombre después de apuñalar a la joven.
Origen del vínculo
La aparición de este hombre en la vida de la menor de edad, según la versión entregada por un familiar a EL COLOMBIANO, se remite a finales del año pasado, cuando ella todavía vivía en Nariño con su mamá, una mujer que sufre problemas físicos que la afectan para desplazarse.
“La niña siempre se crió sola con la mamá y nunca se le conoció que tuviera un papá ni nada. De hecho, a ellas les tocó salir desplazadas de una vereda de Nariño, pero siempre estuvieron solas, la mamá vio por ella. De un momento a otro, comenzaron a decir que había aparecido el papá y que se la quería llevar a estudiar a Sonsón”, relató la pariente.
Cuando los familiares conocieron la imagen de quien dijo reclamar la paternidad de la niña y luego conocieron la situación presentada en Cocorná, según sus versiones, coincidieron en que se trataba de la misma persona.
En medio de la confusión generada por la aparición del hombre, la menor de edad se fue con él para Cocorná, al parecer con el apoyo de la mamá, a quienes los vecinos de la vereda San Lorenzo alcanzaron a ver en un par de ocasiones. “La señora estuvo por acá y vivió con ellos unos días, pero de un momento a otro no se volvió a ver y dejó a la niña sola con este señor”, manifestaron los residentes que conocieron la historia de estas dos personas.
Sigue libre
Luego de que se conociera que este hombre, al parecer, le propinó tres puñaladas a la menor de edad en una mano, la espalda y una pierna, la comunidad exaltada lo buscó en su casa con la idea de cobrar justicia por cuenta propia.
Con palos, piedras y otros objetos comenzaron a atacar la vivienda donde ambos vivían y este hombre, para defenderse, “sacó gasolina de una guadañadora que tenía y prendió fuego barranco abajo”, relataron los vecinos del caserío de San Lorenzo.
Con la intervención de la Policía, a este hombre lo trasladaron a la estación de Policía de Cocorná, donde estuvo bajo custodia durante toda una noche, a la espera de que se calmara la situación. No obstante, debieron dejarlo en libertad al considerar que no hubo flagrancia cuando atacó a la menor de edad.
La secretaria de Gobierno de Cocorná, Érica Mejía Taborda, señaló que ya se emitió una orden de captura, pero al momento de buscarlo no lo encontraron en la vivienda, puesto que la debió abandonar ante el riesgo que corría su vida si regresaba.
Fuentes de inteligencia que llevan el caso indicaron que los seguimientos avanzan satisfactoriamente para dar con su captura: “Estamos seguros de que este hombre no ha salido de Cocorná y con base en esta información se está buscando para capturarlo”.
En caso de ser capturado se le iniciaría un proceso por el delito de tentativa de feminicidio. A la menor se le realizaron varios exámenes en los hospitales donde estuvo internada para establecer si fue víctima de abuso sexual y, de paso, conocer si, en efecto, el hombre sería su papá, todo esto en medio del proceso de restablecimiento de derechos que se le realiza a esta menor de edad, a cargo de la Comisaría de Familia de Cocorná.
“Hasta el momento no hemos confirmado que sea el papá. El ataque se generó porque la menor estaba dispuesta a terminar la relación, por lo que se está investigando es un intento de feminicidio”, señaló la secretaria Mejía.
Mientras tanto, la niña se recupera en un centro asistencial del sur del Valle de Aburrá y de acuerdo con las autoridades y sus parientes se encuentra estable, aunque necesitó varias intervenciones quirúrgicas por la lesión en la mano, puesto que el cuchillo la atravesó de lado a lado, dañándole los tendones, situación que tendría comprometida la movilidad plena de esta extremidad.
Tanto en los rincones del caserío de San Lorenzo, como en el parque de Cocorná, ubicado a 25 minutos en vehículo, lo ocurrido con este hombre y la niña es catalogado como uno de los actos más indignantes de la historia reciente del municipio. El pueblo no sale de la conmoción.
5
meses, aproximadamente, vivieron este hombre y la menor en la vivienda de Cocorná.