En el marco de la presentación de las 12 preguntas que integran la consulta popular que el Gobierno de Gustavo Petro espera someter a votación del pueblo, este martes se pronunció el ministro del Interior, Armando Benedetti, quien reconoció que no cuentan con las mayorías para lograr la aprobación del proceso por parte del Senado. Sin embargo, se declaró confiado de reunir los apoyos, al tiempo que aseguró que un “no” legislativo sería una “conspiración contra la clase obrera y contra el presidente”.
“No tenemos las mayorías, pero soy optimista que sí. Esas 12 preguntas son loables y deberían pasar, y son necesarias porque son con base en convenios internacionales y fallos de la Corte Constitucional, ¿por qué el Congreso diría que no?”, declaró Benedetti.
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En esa línea, el ministro encargado de la política cuestionó por qué los congresistas elegidos popularmente “le van a negar al pueblo que puedan votar”, recordando que al expresidente Álvaro Uribe le aprobaron un referendo, al expresidente Juan Manuel Santos el plebiscito por la paz y a Claudia López y el expresidente Iván Duque la consulta anticorrupción. “Si aquí no se aprueba lo que hay es una conspiración”, insistió.
Frente al trámite de la consulta en el Senado –la Corporación llamada a dar el primer sí previo a la convocatoria a las urnas–, Benedetti destacó la buena relación que mantiene con el presidente del Congreso, el senador Efraín Cepeda (Partido Conservador). Por ello, pidió que la política “no termine afectando ese tipo de relaciones”.
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“Con Cepeda tengo las mayores cordialidades. Él también ha sido cordial. Es una amistad de hace más o menos 25 años o 30 años. Es de Barranquilla, lo conozco a él, conozco a su familia. Creería, espero, que la política no termine afectando ese tipo de relaciones y sean también cordiales desde el punto de vista institucional. Tengo la confianza en Cepeda y en el buen manejo que le vaya a dar a las sesiones (...) Él sabe cómo se tramita y es como una proposición: sí o no. No hay que hacer comisiones ni ponentes”, precisó el ministro.
Una vez la consulta sea aprobada por el Senado, la norma indica que se convocará en un periodo de tres meses. Se requerirá la participación de al menos una tercera parte del censo electoral, hoy calculado en 40,9 millones de personas. Es decir, deberán participar al menos 13,6 millones de ciudadanos para que tenga validez el procedimiento y será necesario el voto afirmativo de la mitad más uno de los sufragios válidos.
Frente a la dificultad para alcanzar el umbral, Benedetti le pidió a periodistas no hablar de “cosas trágicas”: “¿Por qué me van a hablar de cosas trágicas? Yo nunca me la paso hablando de cosas trágicas”, respondió entre risas el ministro.
Benedetti negó además que el Gobierno esté ejerciendo presiones contra el Congreso para aprobar a la brava la iniciativa. “Hay mucha gente que dice que es ilegal e infantilmente dicen que ha habido presiones por parte del Gobierno al Senado. No ha habido ninguna presión. Se está ejerciendo un mecanismo de participación ciudadana (...) No es ninguna presión, sino también para diferenciar quiénes están con la clase dirigente y quiénes están con la clase obrera. Es así de sencillo”.
Consulta popular de Petro: las preguntas serán radicadas el 1 de mayo, Día del Trabajador
Por su parte, el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, manifestó que, en línea con lo dicho por el presidente Petro, las preguntas serán radicadas a la Secretaría del Senado el próximo 1 de mayo en el marco del Día del Trabajador y las tradicionales movilizaciones de la jornada. “Él mismo en persona, junto con sectores sociales, no solo sindicales, y el conjunto de los ministros, radicará en la Secretaría del Senado”.
“Estas 12 preguntas constituyen el alma y la columna vertebral de la reforma laboral que serán puestas a consideración para votación de los ciudadanos. Es una consulta popular que esperemos sea avalada y facilitada con el visto bueno del Senado”, agregó.
Además, afirmó que el resultado de la consulta en las urnas es de obligatorio cumplimiento para el Congreso, que deberá expedir las respectivas leyes para materializar el mandato del pueblo. “Si el Congreso no lo hace, el presidente queda automática y constitucionalmente facultado para expedir por decreto ley o por decretos el contenido votado afirmativamente por los ciudadanos en la consulta. Aquí no hay esguince: la consulta como mandato popular y como expresión de la soberanía popular es de obligatorio cumplimiento”.