Un caso de maltrato contra la mujer en Urrao, Suroeste antioqueño, causó conmoción en la comunidad y tiene a las autoridades tras la pista del principal sospechoso. Fue el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, quien dio a conocer el hecho a través de sus redes sociales.
Según el mandatario departamental, una mujer indígena de la comunidad embera fue víctima del delito de tentativa de feminicidio en zona rural del municipio, por lo cual tuvieron que trasladarla para que recibiera la atención requerida por las lesiones que le causaron. “Tiene heridas con arma blanca en su cabeza y en las manos”, afirmó Rendón.
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Aunque las autoridades municipales confirmaron el delito, indicaron que no se pueden pronunciar sobre el caso hasta que activen todos los protocolos correspondientes, en vista de que se encuentran cumpliendo con acciones internas sobre el mismo.
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Por su parte, el gobernador informó que la mujer se encuentra estable y se está recuperando con atención física y psicológica, como debe hacerse ante estos hechos con las víctimas, pero recalcó que el presunto agresor está en libertad, por lo cual pidió a las autoridades competentes que actúen para su judicialización.
“Hablemos diariamente sobre la violencias contra las mujeres y jamás normalicemos estos hechos”, señaló también en su mensaje el mandatario departamental.
La secretaria de las Mujeres de Antioquia, Carolina Lopera, recordó que ante cualquier sospecha o certeza de violencia de género, las mujeres se pueden comunicar a la Línea 123 Mujer Antioquia, que está disponible las 24 horas el día para ofrecer apoyo y orientación inmediata.
Las situaciones de riesgo no son solo agresiones físicas, otras pueden ser prohibirle usar métodos anticonceptivos; revisarle el celular o las redes sociales; aislarla de la familia; obligarla a tener relaciones sexuales; amenazarla para que no termine la relación; condicionar las relaciones sociales; o decirle cómo vestirse, entre otras.
Estas situaciones son signos de violencia basada en género que pueden ir escalando hasta terminar en un feminicidio. Ante los hechos más graves, también existen en el departamento los hogares de protección, que son espacios temporales donde las mujeres y su círculo cercano familiar, como sus hijos o sus padres, si están en riesgo, también son acogidos para garantizar su protección.