A los pacientes de la Nueva EPS en Antioquia ir al médico se les está convirtiendo en un calvario. A los líos financieros y administrativos que ya arrastraba la entidad desde años atrás, que llevaron a su intervención por el Gobierno Nacional, se han sumado crecientes críticas por demoras en la prestación de servicios y la queja de varios hospitales de Antioquia ante retrasos en el pago de deudas.
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Este mes, la Asociación de Empresas Sociales del Estado de Antioquia (Aesa), que agremia a los hospitales públicos del departamento, denunció que la EPS acumulaba una cartera de $189.000 millones con esa red con corte a marzo, que ha llevado a hospitales como los de Briceño y Valparaíso a suspender la prestación de servicios no urgentes a sus afiliados por falta de plata.
En el Valle de Aburrá el panorama también es adverso, tal como lo relata Pedro*, un adulto mayor que tenía una cirugía en una entidad privada de Medellín y que sostiene que, pese a tener el visto bueno de un anestesiólogo, lleva más de cinco meses esperando la programación de su procedimiento. Sin mayores explicaciones, Pedro asegura que desde la IPS le señalaron que los procedimientos con la Nueva EPS estaban frenados y que simplemente había que esperar; una historia que se repite en otros afiliados.
Pacientes en vilo
Desde mediados de julio, entidades como el Hospital San Vicente Fundación ya habían revelado que la Nueva EPS había tenido un crecimiento en su cartera de hasta un 130% en el último año. Un reparo al que se sumó este mes Aesa, que expresó su preocupación por los huecos financieros que tienen hospitales como los de Maceo, Copacabana, Jericó, Valparaíso y Briceño, estos dos últimos los que decidieron dejar de prestar servicios a la entidad.
Además de la cartera de $189.000 millones, Luis Hernán Sánchez Montoya, director ejecutivo de Aesa, dijo que los pagos a los hospitales se vienen reduciendo desde que se implementó el mecanismo del giro directo.
“Algunos hospitales han manifestado que la Nueva EPS les está pagando menos ahora, que hay giro directo del régimen contributivo. El giro que hace la Nueva EPS es menor a lo que se estaba acostumbrado a recibir cada mes. Si antes se recibía en promedio el 55% o 60%, ahora recibe en promedio el 40%”, sostuvo Sánchez.
Estos líos se suman alertas ya realizadas por entes como el Observatorio de Salud de la Personería de Medellín, en los que, sin aludir a empresas concretas, se señaló que varias de las EPS intervenidas en Antioquia no solo siguen con carteras importantes con la red hospitalaria regional, sino que están asociadas a requerimientos crecientes de afiliados que denuncian largos tiempos de espera y problemas para acceder a servicios.
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Al ser consultada sobre esta situación, la EPS remitió un comunicado de prensa en el que señaló que muchos de los hospitales en Antioquia con los que se tienen problemas de pago hacen parte de un grupo de 15 instituciones a nivel nacional que tendrían retenidos hasta $56.000 millones de las cuentas de la Nueva EPS, a raíz de una serie de procesos de cobros coactivos que se iniciaron y en los que están involucradas instituciones en Atlántico, Bolívar y Sucre.
“Estos cobros, gestionados por un grupo de abogados, resultaron en que hospitales que debían recibir $500 millones terminaran cobrando $5.000 millones. Esto generó una deuda significativa para los hospitales con la Nueva EPS, pues se les pagaron sumas considerablemente mayores a las que corresponden”, expresó el agente interventor de la EPS, Julio Alberto Rincón, señalando que a los hospitales vinculados a esa situación se les suspendieron los pagos mientras cursan unas reclamaciones.
Según precisó la entidad, los hospitales en Antioquia involucrados en esa situación son los de San José de la Montaña, Buriticá, Guadalupe, Montebello, Chigorodó, Caucasia, Girardota, Concordia, Carolina del Príncipe, Santa Bárbara y Barbosa.
Por otra parte, al ser interrogada por casos como el de Pedro, la Nueva EPS se mantuvo en que este tipo de situaciones serían particulares y no generalizadas y que la prioridad de la entidad es la de “garantizar la prestación de salud” a sus afiliados “con las mejores condiciones”.
Frente estos argumentos, el director ejecutivo de Aesa, replicó que los hospitales que se vieron obligados a suspender parcialmente sus servicios, como los de Valparaíso y Briceño, no aparecen en esa lista. De igual forma, ente los cobros coactivos, Sánchez sostuvo que desde Aesa también se espera que la situación se esclarezca y recordó que muchos de los gerentes que hoy están al frente de los hospitales públicos, heredaron ese problema y están con sus cuentas al límite ante la negativa de la Nueva EPS a honrar sus compromisos.
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“Algunos hospitales han tenido que cerrar por imposibilidad de prestar el servicio porque no tienen plata, se ven en la imposibilidad material de pagarle a sus trabajadores y proveedores”, dijo, agregando estar de acuerdo en que se busque a los responsables y se esclarezcan la situación con los cobros coactivos denunciados por la EPS.
*Nombre cambiado por petición de la fuente.