Los tiempos de espera y las largas filas en los filtros de Migración en el aeropuerto José María Córdova, de Rionegro, han vuelto a despertar las quejas y el descontento de los viajeros. Este viernes 29 de noviembre, en vísperas de las fiestas decembrinas, se ha conocido el aumento de esta situación que ya viene desde hace por lo menos un mes, pero que se ha visto en otras épocas como mediados de este año.
En redes sociales se han conocido quejas de viajeros, muchos de ellos extranjeros, quienes aseguran que han tenido que esperar hasta cuatro horas para ser atendidos por los agentes de Migración en los puestos de control requeridos y han dicho también que es muy baja la cantidad del personal para cumplir esta tarea.
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“Llevamos cuatro horas esperando a nuestros familiares en Migración y no han podido pasar. El vuelo de mi familiar llegó a las 10:30 a.m. y son las 2:20 p.m. minutos y no han salido”, dijo un ciudadano por medio de un video. Otra persona contó que su vuelo llegó a las 10:00 a.m., pero que solo salió hasta la 1:00 p.m.
Sara Ramírez Restrepo, gerente de Airplan, reconoció que la situación se está presentando y dijo que no es nueva, pero que tampoco hay una solución visible, teniendo en cuenta que el servicio de migración requiere del trabajo conjunto de muchos agentes de forma simultánea, pero que Migración Colombia no tiene el personal suficiente.
Por ejemplo, según la gerente, en el aeropuerto de Rionegro se necesitan 14 agentes en horas de vuelos simultáneos para llegadas internacionales, pero solo hay 3, lo que genera las congestiones y demoras que afect<an el servicio a los usuarios. “Migración tiene un problema estructural, no tiene el número de personas suficiente para atender todos los puntos de frontera del país. Dado que eso es una realidad y no un tema que se pueda resolver de hoy a mañana, tenemos que crear mecanismos de cooperación entre Migración, aeropuerto y aerolíneas, que permita que el servicio pueda ser mejor de lo que es hoy, porque no está bien”, señaló la funcionaria.
Para Ramírez Restrepo, esta situación no se soluciona tan fácil como pedirle a la entidad nacional que aumente el personal del que dispone, sino que requiere acciones de fondo, entre las cuales, dijo, el uso de la tecnología, como Biomig, que en el aeropuerto El Dorado de Bogotá ya ha dado buenos resultados. Esto permite el ingreso y la salida del país con un proceso de menos tiempo gracias al enrolamiento (registro) del iris del ojo y de su información personal en las bases de datos de Migración Colombia.
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Para la gerente, en Rionegro podría implementarse esta metodología por lo menos para los pasajeros nacionales entrantes y para extranjeros y nacionales salientes, siempre y cuando no requieran la atención directa de un agente, como es el caso de familias con niños y niñas, personas con alguna condición especial fronteriza o extranjeros de nacionalidades específicas. “El desafío es hacer la reconfiguración del uso en los aeropuertos entre personas y tecnología”, manifestó, al tiempo que aclaró que una de las dificultades en el aeropuerto José María Córdova es que el nivel de enrolamiento es muy bajo.
Por lo pronto, en la terminal aérea siguen trabajando con las capacidades que tienen para lograr que los tiempos de espera y las congestiones en los controles migratorios sean menos traumáticos, en especial ahora que se avecina una época de mayor salida y llegada de viajeros.
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