La doble calzada que facilita el ingreso al aeropuerto José María Córdova desde Rionegro está casi terminada; esa es la buena noticia. La mala es que en un tramo se ha creado un nudo que no ha permitido que la vía funcione en toda su magnitud porque hay un puente en su trazado que, por lo pronto, está a medio hacer.
La obra se paralizó en ese trecho hace un mes y la razón es un desacuerdo sobre la propiedad de un pedazo de tierra (4.827 metros cuadrados) en el paraje El Hatillo.
La titularidad de la franja en mención la reclama Nicolás Echavarría Mesa, a través de la empresa Otraparte SAS, de la cual es dueño. Este es un empresario bananero conocido en el país por haber sido gerente de la campaña de Oscar Iván Zuluaga a la Presidencia en 2014, amigo de Álvaro Uribe y embajador en varias plazas europeas. Igualmente, fue representante a la Cámara y concejal de Medellín (1994-1996). Hoy día representa al presidente Iván Duque en la junta del Metro de Medellín.
Solo que Devimed, el concesionario de la Autopista Medellín Bogotá y encargado de construir esta doble calzada que va de la Calle de la Madera al aeropuerto José María Córdova, asegura que si bien en efecto el terreno está dentro de los linderos físicos de la finca Vizcaya, de la familia Echavarría, en la práctica hace parte de una franja que adquirió la Aeronáutica Civil hace cuatro décadas, cuando el José María Córdova estaba en ciernes.
“Ese pedazo de terreno por donde va a pasar la vía es nuestro. Para nosotros es un insulto que digan que mi papá es un invasor, lo que quieren es no comprar el predio”, le dijo Echavarría a EL COLOMBIANO.
Lo cierto es que la comunidad aledaña ya está viendo los efectos adversos de la obra inconclusa y no quiere que se prolonguen. “Para nosotros es muy importante tener las dos calzadas para evitar los ‘tacos’ e incomodidades”, expresó Luis Saldarriaga, vecino del sector Cabeceras —a unos 4 kilómetros del foco de discusión— desde hace más de una década y quien asegura que los fines de semana el tráfico aumenta tanto que el embudo que se forma ocasiona retrasos hasta de una hora.
Ralph Tréllez, dueño del restaurante Mundos, ubicado en la misma zona, le agrega al listado de perjuicios el riesgo de accidentes por la reducción intempestiva de velocidad y el frenazo para el desarrollo del oriente.
El problema mayor, de acuerdo con versiones que se han difundido en un chat de Whatsapp conformado por habitantes del vecindario, y confirmadas por Devimed, es que el 13 de marzo próximo termina el contrato de las obras de este tramo y si no se resuelven las diferencias con Echavarría, la firma podría irse e invertir la plata disponible en otro frente de trabajo dentro del amplio margen de la concesión que comienza en el puente Acevedo (Medellín) y culmina en el Magdalena Medio. En consecuencia, si se quiere luego culminar el puente habría que esperar a que haya más recursos.
“Lo más justo y equitativo es que todos los excedentes no se queden en esta doble calzada, porque hay muchas necesidades. Por ejemplo, La Ceja está solicitando que de estos fondos se construya la doble calzada hacia Rionegro; San Vicente pide un acceso moderno porque el que hoy existe es demasiado pobre, y los usuarios de la vía Las Palmas nos piden mejorar el trazado de la vía vieja por La Fe”, expresó la fuente de Devimed.