En los sótanos de La Alpujarra, en medio del enjambre de carros blancos que transportan a los funcionarios de la Alcaldía de Medellín, se destaca una camioneta que, a diferencia de las otras allí estacionadas, trabaja sin parar.
Se trata de una Kia Niro, de placas GTX003, que en los dos últimos años ha estado la mayor parte del tiempo al servicio personal de Fredy Esteban Restrepo, y que en las planillas aparece haciendo “vueltas” para él incluso después de que este dejó de ser Secretario de Gobierno de la Alcaldía de Daniel Quintero.
Aunque Restrepo tuvo su carro oficial —otro adicional a la camioneta Kia—, asignado hasta que renunció el 22 de marzo de este año para irse a hacer campaña política al lado del Pacto Histórico, el GTX003 era el de las “vueltas” personales.
El uso posiblemente irregular de un vehículo pagado con recursos públicos es algo que debería ser investigado y más considerando que Restrepo ha dejado saber que será candidato a la gobernación de Antioquia.
En un seguimiento a bitácoras del carro a las que tuvo acceso este diario se observa que eventualmente tuvo como pasajero a Restrepo y en muchas más ocasiones fue usado para llevar y traer al papá, a la novia del hoy exfuncionario y a otros parientes.
Incluso, la camioneta Kia recogía por la mañana a la persona que le ayuda a Restrepo con el aseo de su apartamento y otros deberes domésticos. Y también la devolvía en la tarde hasta su sitio de residencia.
Quien ha oficiado como conductor principal de la camioneta es Luis Alberto Buriticá Castrillón, quien según fuentes consultadas por EL COLOMBIANO es amigo entrañable de Fredy Restrepo, el papá del exsecretario de Gobierno. Luego lo reemplazó Édgar Ospina Rojas, el padre de Vinny Ospina, quien es primo del exfuncionario.
En otras palabras, Restrepo habría utilizado recursos pagados con los impuestos de los ciudadanos, para sostener su “microempresa” familiar: les dio empleo a unos y les ahorró transporte a otros.
El último contrato por el cual el automotor presta sus servicios a la Alcaldía fue suscrito con la UT SAV 2022 (conformada por la cooperativa Sertrans, Alianza Terrestre y Viactur SA) por un monto cercano a los 17.700 millones de pesos para cubrir 245 días, es decir hasta finales de este año.
A cada uno de los 245 vehículos cobijados por el contrato les garantizan entre 180 y 200 horas al mes (en promedio 8,5 horas diarias) durante cinco días a la semana. En contraste, al GTX003 le pagan 25 días al mes y factura hasta 420 horas; por lo cual cuesta un promedio de 17 millones de pesos mensuales. Puede haber facturado más de 300 millones de pesos, o sea que hace rato sus dueños debieron librar la compra, teniendo en cuenta que en el comercio una camioneta de su tipo sale del almacén con un costo de 120 millones de pesos, más o menos.
Otra particularidad es que en la bitácora de la GTX003 se muestra que de las 6 de la tarde hasta las 10 de la noche, se repite la inscripción general de “unidad móvil al servicio de la Secretaría de Gobierno”, sin que en esa franja figuren ni los lugares a los que se desplaza ni con quién. ¿Si el secretario de Gobierno tenía asignado su propio carro, en que se destinaban estas cuatro horas diarias? ¿O simplemente se facturaba sin trabajar?
Como propietaria de la camioneta GTX003 modelo 2020 aparece la firma Comercial Punto Clave SAS, cuyo representante legal es Carlos Enrique García Castrillón, primo del conductor Buriticá Castrillón, que a su vez, como se dijo, es amigo del papá de Restrepo, quien ha sido mano derecha del alcalde Daniel Quintero, y hoy es su candidato a la gobernación de Antioquia.
El 12 de octubre pasado el propio Daniel Quintero firmó un decreto en el que nombra como conductores de planta de la Alcaldía, en carácter de provisionalidad, a Buriticá Castrillón, a Édgar Ospina y al hijo de este último, Kenny Steven Ospina.
Los recorridos familiares
Buriticá, el primer conductor de la GTX003, en muchas ocasiones dejó constancia en la planilla de que transportó a la “señorita Oliva”, la “señorita Erika”, la “señorita Yorlady”, la “señorita Daniela”, la “señorita Anita”, la “señorita Manuela”, al “doctor Mateo” o al “doctor Amauri”, por ejemplo.
En una revisión pormenorizada de las bitácoras se nota también que el vehículo recogía en el barrio Fátima de Itagüí a la “señorita Oliva” (Oliva Taborda-en la foto principal a la izquierda), la tía de Esteban y su colaboradora en labores del hogar.
El “señor Fredy” —coincide con el nombre del padre del exsecretario de Gobierno, que se llama Fredy Arturo Restrepo Vargas— ha sido otro pasajero. No en pocas ocasiones el sector de Itagüí donde reside el papá del exfuncionario fue origen o destino de alguna “carrera” del carro de uso oficial.
Las rutinas han incluido llevar a la “señorita Anita” entre un apartamento en el conjunto Perlato Tierra Firme, ubicado en el sector de San Germán (occidente de Medellín) —donde vive Ana Patricia Jaramillo (la foto a la derecha de la imagen principal), la expolicía novia de Esteban— hasta la casa de este, por la transversal inferior de El Poblado, o a su puesto de trabajo en el Inder Medellín, la entidad a la que ella entró en 2018 para laborar en ludotecas y emprendió un ascenso vertiginoso que coincide con la influencia de Restrepo en la administración. Hoy es la subdirectora de Fomento Deportivo y Recreativo.
Si siendo secretario de Gobierno cualquiera podría pensar que era extravagante que tuviera un carro para movilizar a sus allegados y para “hacerle vueltas”, se comienza a convertir en algo peor cuando las planillas muestran que aún después de que él se retiró de la Alcaldía de Medellín, el 22 de marzo de este año, la camioneta GTX003 continuó prestándole servicios aunque ya no tan seguido.
Por ejemplo, el sábado 2 de abril, a las 5:30 a.m. el vehículo trasladó a la “señora Oliva” desde la calle 20 con 55 al barrio Fátima de Itagüí. Y a las 6:20 a.m., en la planilla figura que llevó a la “señorita María” a la casa de Esteban. Ese mismo día, a las 7 pm, volvió a llevar a la “señora Oliva” desde la dirección donde la había dejado hasta un lugar de Itagüí.
También, el 3 de abril, domingo para más señas, el carro trasladó a la “señorita Manuela” desde una dirección que coincide con la de la “señorita Anita” hasta una dirección que coincide con la pista de ciclismo María Luisa Calle. Y allí la esperó hasta las 10 a.m.
Avanzado el mes de agosto de 2022 la letra en las planillas de la camioneta GTX003 es más legible pero ya no registra en detalle de los funcionarios que se transportan en el carro. No obstante, la información que permitió rastrear hasta esas fechas daría por lo menos para que los organismos de control revisen si personas que no están vinculadas con la Alcaldía de Medellín usaron un servicio pagado con plata de los medellinenses.
Cuando este diario contactó al conductor Buriticá, este reconoció que ha transportado a la tía del exsecretario pero dijo no recordar en detalle a quién más movilizó o qué recorridos hizo, además de que “lo primero que nos dicen en la empresa es que no preguntemos nada, que laboremos y ya”. También negó que sea amigo del papá del exsecretario, como se lo dijeron fuentes conocedoras del tema a este diario.
Por su parte, la Secretaría de Suministros y Servicios contestó por escrito que en el marco del contrato de transporte, “ningún servicio debe ser autorizado para personal diferente al Distrito de Medellín”; sin embargo, al citar la evidencia de las bitácoras de la GTX003 que contrariarían esa directriz, dijo que las planillas fueron aprobadas por los encargados de la supervisión y “no existe evidencia de inconsistencia”. Y si bien asiente que esta camioneta ha reportado más horas de lo habitual, aseguró que “esta circunstancia no se encuentra restringida en los términos pactados en el contrato”.
$17
millones en promedio factura la camioneta asignada a la Secretaría de Gobierno.