Seis años después de que dos docenas de venteros ambulantes del barrio Buenos Aires se vieran obligados a dejar el corredor de la calle 49 para dar paso al tranvía, la Plazoleta Gastronómica de Ayacucho habilitará el espacio para que 28 comerciantes laboren junto al tren eléctrico.
La obra, que fue encargada a la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU), terminó de construirse y adecuarse en agosto pasado y, de acuerdo con ese ente de la alcaldía, los módulos semiestacionarios para los venteros serán entregados en noviembre.
Por su parte, el Metro adelanta la capacitación de los comerciantes a los que les fueron asignados los puestos en un sorteo que realizó la Subsecretaría de Espacio Público el 11 de septiembre pasado con veeduría de la Personería de Medellín.
En ese panorama, se espera que el espacio público de 1.600 metros cuadrados sea habilitado en diciembre, cuando retornen los puestos móviles de alimentos que dejaron la calle 49 en 2013.
¿Por qué tardó tanto?
El Contrato Interadministrativo 2013-0223, firmado entre el Metro de Medellín y la EDU, le delegó a la dependencia urbanística el trabajo de “elaborar los estudios técnicos, gestión predial y construcción del proyecto Plazoleta Gastronómica para la reubicación de las comidas rápidas en el corredor de Ayacucho”.
En consecuencia, en 2014 y 2015 se adquirieron los 12 predios necesarios para habilitar la plazoleta en la esquina de la carrera 33 con la calle 49, a la vez que se definieron las especificaciones bajo las que se hizo la convocatoria del contratista que asumiría el diseño y la construcción de la obra.
Sin embargo, los requisitos que definió la EDU en ese entonces no contaban con que la aprobación del actual plan de ordenamiento territorial, en diciembre de 2014, harían inviable la obra.
“El proyecto, tal como lo había concebido la administración anterior, destinaba 600 metros cuadrados a la plazoleta, y el área restante a un proyecto de vivienda de interés social. Como la nueva norma indicaba que el área mínima para un espacio público debía ser de 1.000 metros cuadrados, se dio una inviabilización”, expuso Carolina Herrera, secretaria general (e) de la EDU.
Así las cosas, el Consorcio Ayacucho, que había asumido los estudios y diseños técnicos de la plazoleta el 22 de abril de 2016, le solicitó a la EDU suspender el contrato tres meses después, ante la imposibilidad de obtener la licencia urbanística bajo las especificaciones que se definieron cuando el proyecto fue ideado en 2014.
Entonces la empresa urbanística desistió de la construcción de las viviendas de interés social y debió redistribuir el espacio con el que contaba la obra para que cumpliera con el mínimo de 1.000 metros cuadrados exigidos por el POT. Esa reestructuración se hizo en 2016 y 2017, de forma que en abril del año pasado se reanudó, con las nuevas especificaciones, el contrato de diseño, que concluyó el 9 de junio de 2018.
Obra civil, terminada
El 12 de diciembre de 2018 se adjudicó la obra de la plazoleta al mismo consorcio que la diseñó. Aunque se estipulaba un tiempo de ejecución de 120 días, se tomó 215.
De acuerdo con Camilo Builes, subgerente de Ejecución de Proyectos de la EDU, ello se debió a “labores de contención que se tuvieron que desarrollar para evitar que se desestabilizaran las viviendas vecinas del proyecto”. Con lo anterior, la obra civil de la plazoleta fue terminada en agosto pasado.
En cuanto a los módulos para venteros que allí funcionarán, Antonio Toro, profesional de la Gerencia de Planeación del Metro, precisó que serán 14, pero que su administración diaria se dividirá en dos jornadas, por lo que el doble de venteros se beneficiará de ellos.
El secretario de Infraestructura Física, Andrés Uribe, indicó que aunque la obra civil ya esté concluida, como asegura la EDU, no hará recibo y apertura de la plazoleta hasta diciembre, cuando sean entregados los 14 módulos semiestacionarios y los contenedores de basura.
Contando diseños, obra, interventoría y componentes, la inversión en la Plazoleta Gastronómica asciende a $1.700 millones