La minera Zijin - Continental Gold instauró una demanda con la que busca ser reparada por el Estado colombiano por cuenta de la caótica situación de seguridad que se vive en su mina de Buriticá, tomada a sangre y fuego por el Clan del Golfo y que tiene cerca del 60% de sus túneles invadidos por mineros ilegales.
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Pese a que la acción ya había sido anunciada desde noviembre de 2023, el recurso fue instaurado formalmente ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) del Banco Mundial el pasado 12 de julio, sin que hasta ahora se conozcan mayores detalles del monto exigido o los términos en los que quedó formulada la acción.
Con la demanda, la minera no solo espera que el Estado recupere el control del lugar, sino que responda por los daños económicos que le han ocasionado a la empresa la presencia de estructuras ilegales.
Desde 2020, la mina operada por Zijin-Continental Gold en Buriticá fue invadida por una gigantesca operación de minería ilegal en la que están involucrados entre 1.500 y 2.000 mineros controlados por el Clan del Golfo, de acuerdo con las ultimas estimaciones oficiales.
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Aunque entre 2013 y 2020 ese municipio del Occidente antioqueño ya había experimentado un problema similar, esas actividades ilegales venían siendo controladas por el Ejército por cuenta de una operación bautizada como Creta, que entre 2016 y 2020 permitió el cierre de cerca de 257 bocaminas ilegales, 37 capturas y el decomiso de más de 1.297 kilos de explosivos Indugel.
No obstante, tras concluirse esa operación y el inicio de la pandemia, los ilegales volvieron a ganar terreno y ahora se estima que tiene por lo menos 380 bocaminas abiertas, con las que lograron infiltrar el 60% de los túneles de complejo y extraer cerca de 3,2 toneladas de oro el año pasado, equivalentes a unos $850.000 millones.
Dicha operación ilegal comenzó a fraguarse cuando los planos del complejo minero quedaron en manos del Clan del Golfo, que con armas y artefactos explosivos emprendió una guerra sin cuartel por el oro.
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Tan solo este año, la minera ha registrado por lo menos 485 explosiones de artefactos hechizos, más de 800 disparos y unas 53.000 detonaciones para romper la montaña.
Además de múltiples empleados y mineros ilegales fallecidos, el problema también ha despertado alerta entre las autoridades locales por estar afectando la estabilidad de las montañas sobre las que está asentado el pueblo, que además arrastra durante los últimos años un grave problema de desabastecimiento de agua, en el que sus habitantes han sufrido interrupciones de acueducto de hasta 20 horas diarias.
Cabe recordar que el título minero en cuestión comenzó a ser explotado por lo menos desde la década de 1990, cuando en Buriticá comenzó a operar la empresa Centena S.A., parte del Grupo Bullet, que inicialmente explotó los títulos de la mina Yaragua.
Dicho grupo empresarial luego se convirtió en la compañía Continental Gold en 2007, que a su vez fue adquirida por la gigante china Zijin en 2020.
De manos de este último grupo empresarial, la mina en Buriticá aprovechó una licencia ambiental más amplia y aumentó su capacidad de extracción, que pasó de 30 toneladas de material por día a 4.000.
Los títulos de Buriticá son considerados la mina de oro más grande de Colombia y una de las más grandes del continente americano.