Agosto de 2023 sobrepasó todas las cifras históricas de paso migrantes en el tapón del Darién, entre Colombia y Panamá. Según los registros entregados por el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá, durante agosto cruzaron 79.455 migrantes, de los cuales 18.184 eran menores de 18 años.
Con esta cifra, entre el primero de enero y el 31 de agosto, por la frontera binacional cruzaron 331.213 migrantes, de los cuales 200.000 son venezolanos.
El gobierno panameño reiteró que esta semana anunciará las medidas para controlar el paso de los migrantes, por la zona del Darién, que está causando una grave afectación ecológica y el fallecimiento de decenas de migrantes. Desde la semana pasada se especula con que podría anunciarse un cierre de la frontera, lo que causaría un colapso del lado colombiano en poblaciones como Necoclí y Urabá.
Lo que dicen las autoridades panameñas es que no están en capacidad de tolerar más daños y delitos por cuenta de la crisis migrante. “Hemos detectado en el flujo de migrantes más de 200 personas acusadas de diferentes crímenes. Hay pedófilos, violadores, homicidas, terroristas. ¿Es ‘humanitario’ permitir que los niños sigan pasando (hacia el norte) con este tipo de gente? (...) Además, ¿ustedes creen que de 308.000 personas que cruzaron el Darien solo han muerto cerca de 1.000? ¡Eso es falso! ¡No sabemos cuánta gente se queda en el Darien, pero nos exigen a nosotros rescatar los cuerpos y nadie nos da dinero para ayudarnos en ninguna de esas acciones!”, reclamó en la cumbre Samira Gozaine, directora del Servicio Nacional de Migración, República de Panamá.
En el Urabá antioqueño estas declaraciones han dejado en el aire mucha incertidumbre, teniendo en cuenta el antecedente que dejó el anterior bloqueo de la frontera en mayo de 2021 y que solo se vino a conjurar tres meses después, lo que significó que solo en Necoclí quedaran varados cerca de 15.000 migrantes.
“¿Qué si estamos preparados?... Mejor dicho... Antes acá estamos haciendo una mesa migratoria para la próxima semana para llamar la atención de Gobierno para saber que vamos a hacer con ese posible cierre”, apuntó un funcionario de la Alcaldía de Necoclí.
De otro lado, si bien no hubo una respuesta directa sobre si están preparados o no para atender otro cierre de frontera, en el distrito de Turbo indicaron que su situación actual ya es compleja, pues la mayoría de los 660 núcleos familiares de migrantes pernoctan en las calles esperando conseguir el dinero para seguir el viaje, de acuerdo al último censo hecho el pasado 11 de agosto.
“Lo más complejo es que sus necesidades fisiológicas las hacen en la calle y parques que se han tomado, muchas veces en los mismos espacios en los que viven y realizan sus comidas”, apuntó la secretaria de Gobierno de Turbo, quien indicó que como pueden atienden a los migrantes a través de brigadas de atención y salud en compañía de otros entes internacionales.
Diariamente por Turbo salen 1.200 personas hacia Acandí, entre ellos niños solos, buscando llegar al Darién. Esta cifra da cuenta del número que quedarían atrapadas de cerrarse la frontera.