En Briceño viven horas de zozobra por una arremetida del Clan del Golfo que ha revivido los peores tiempos de terror del conflicto armado. En una carta dirigida al Gobierno Nacional, Fiscalía, Gobernación de Antioquia, Defensoría y Fuerza Pública, entre otras instituciones, varias comunidades en zona rural del municipio del Norte de Antioquia lanzaron una súplica para que tomen medidas urgentes ante lo que parece la avanzada definitiva de estos criminales para controlar plenamente el territorio.
Según denunciaron las comunidades, el lunes 9 de septiembre una canoa tipo Johnson desembarcó en las cercanías de la vereda La Cristalina. A bordo, se encontraban aproximadamente 25 hombres fuertemente armados, portando armas de largo alcance y explosivos, todos pertenecientes al autodenominado Ejército Gaitanista de Colombia –EGC– (el Clan del Golfo), provenientes del corregimiento de Puerto Valdivia. Estos hombres, según los testimonios, llegaron con el objetivo de avanzar por las veredas ribereñas al río Cauca, en dirección a la vereda El Hoyo, el centro poblado El Roblal y el corregimiento Travesías, todos en el municipio de Briceño.
Las versiones indican que esta avanzada tendría como fin realizar una toma paralela del territorio, en coordinación con varios frentes de esta estructura ilegal, similar a lo ocurrido el año anterior. Según información de las comunidades, este grupo logró evadir las tropas del Ejército desplegadas en el corregimiento de Las Auras, utilizando rutas que pasan por las veredas El Turcó, El Gurrí, La Rodríguez y La Palestina, hasta llegar al Polvillo, desde donde finalmente alcanzaron la vereda El Hoyo y sus alrededores.
Logrado su primer cometido ese día, el martes 10 de septiembre, según los relatos, otro grupo del mismo Clan del Golfo fue reportado en las cabeceras de las veredas El Pescado, La Molina, La Mina y La América, también en Briceño. Al parecer, este grupo llevaba más de dos meses intentando avanzar por la cordillera que conecta Briceño con los municipios de Toledo, San Andrés de Cuerquia y Yarumal. Específicamente, se movilizaron por el Llano de Ochalí de Yarumal, el sector La Rivera, el sector El Roblal y las partidas de El Cedral de Briceño. Este avance les habría permitido tomar control de la cordillera y de las veredas que van desde El Pescado, pasando por el corregimiento de Pueblo Nuevo, las veredas Orejón y Chirí, hasta llegar a Buena Vista y los límites con la Loma de Ochalí de Yarumal y el corregimiento El Valle de Toledo.
Los testimonios aseguran que en las cercanías de la escuela y las viviendas de la vereda El Pescado, se presentó un grupo armado, compuesto por aproximadamente 50 hombres con brazaletes y prendas alusivas al EGC. Este grupo ingresó a diversas viviendas, atemorizando a la población civil y exigiéndoles información sobre otros posibles grupos armados en la zona.
Aproximadamente a las 3 de la tarde de este martes, en pleno centro de la población civil, se desató un enfrentamiento entre el EGC y presuntos integrantes de los frentes 18 y 36 de las disidencias. El combate tuvo lugar en las cabeceras de las veredas La América y El Pescado, lo que dejó a la población civil atrapada en medio del conflicto. Como resultado, los habitantes de estas veredas, así como de La Molina, se vieron obligados a buscar refugios improvisados para protegerse.
En la práctica, este avance sumado al posicionamiento del otro grupo en el extremo opuesto, le permitiría al Clan del Golfo ejercer el control sobre el territorio del municipio de Briceño. “Lo que resulta preocupante es que, desde esta cordillera, el grupo armado podría llegar en menos de media hora a la base militar ubicada en la zona urbana, descendiendo por el camino de La Trinidad hacia el barrio La Quina”, advirtieron en la carta.
En medio de los enfrentamientos hubo desplazamientos entre las veredas, pues las versiones aseguran que el Clan del Golfo llevaba listas
con los nombres de líderes sociales a quienes, según ellos, debían “ajusticiar”. Los enfrentamientos continuaron durante toda la tarde y se extendieron hasta la noche, obligando a los centros educativos a cerrar sus puertas. Las profesoras quedaron confinadas en las escuelas, y ya este miércoles 11 de septiembre no hubo clases en las veredas La América, El Pescado y La Molina, pues los padres no quisieron enviar a los niños ante la posibilidad de nuevos enfrentamientos.
“Es alarmante que, pese a la gravedad de la situación, casi 24 horas después no haya habido pronunciamiento alguno por parte de las autoridades locales, militares ni civiles. Tampoco se ha expresado la Cuarta Brigada del Ejército, la Policía de Antioquia ni el Gobernador del departamento. Incluso la Personería Municipal, encargada de los derechos humanos y el Ministerio Público, ha guardado silencio frente a estos hechos”.
La denuncia también se refirió a presuntas amenazas contra el exalcalde Wilmar Moreno, quien según testimonios de la comunidad, estaría siendo buscado por el Clan del Golfo para acribillarlo. Esto lo confirmó el propio exmandatario a Caracol Radio, quien manifestó que para el Clan del Golfo, Briceño es un territorio fundamental en su megaplan criminal en todo el país por varias razones: primero porque, según dijo, allí está la segunda mina de oro más grande de Antioquia después de la de Buriticá y también porque al conquistar Briceno todo el cañón del río Cauca hasta el Occidente quedaría a su merced.
