El director de Unidad explica al detalle cómo es que los tentáculos del exalcalde de Medellín llegaron al núcleo de la entidad donde se gestó el escándalo de corrupción más grande que ha enfrentado el gobierno Petro.
Desde que llegó a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, en medio de un escándalo de corrupción que, visto desde ahora, apenas estaba naciendo, Carlos Carrillo no se ha guardado nada a la hora de publicar y señalar las irregularidades que ha encontrado y a sus presuntos responsables.
En medio de esos señalamientos quedó Daniel Quintero, señalado de tener cuotas políticas en la pasada administración de la Unidad, cuando se habría gestado el caso de corrupción que ahora tiene en jaque a los presidentes del congreso y tiene arrinconado al Gobierno Nacional.
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Quintero, siempre esquivo para responderles a las periodistas cuando de dar explicaciones se trata, ha aprovechado la exposición nacional que le han dado los señalamientos de Carrillo para defenderse y contraatacar.
Sin embargo, en esta conversación con EL COLOMBIANO, el director de la Ungrd deja pocas dudas sobre la influencia que tiene el exalcalde de Medellín en dicha entidad, lo señala además de tener participación en otras dependencias nacionales como la Ugpp, lo califica de ser un camaleón, un mal alcalde y un oportunista político. Sin embargo, no puede, o no se atreve mejor, a explicar cómo es que a pesar de eso el presidente Gustavo Petro lo sigue manteniendo tan cerca del poder.
¿Cómo recibió usted las declaraciones de Sneyder Pinilla?, ¿se enteró el mismo día que se hicieron públicas o lo sospechaba desde antes?
“Yo las declaraciones las tomo con beneficio de inventario, porque ese señor sin duda alguna tiene mucha información, porque él ya confesó hacer parte de una organización criminal que operaba en la entidad que yo hoy dirijo. El señor Pinilla aceptó ser un criminal. Lo que pasa es que hasta ahora solo se ha referido a los carrotanques y nosotros aquí en la Ungrd le solicitamos a la Fiscalía que nos reconozca como víctimas dentro de ese proceso de oportunidad porque lo importante aquí para nosotros no es que el señor Sneyder consiga un principio de oportunidad con la Fiscalía sino que él diga toda la verdad, no solamente de los carrotanques sino de otros posibles hechos de corrupción y de las personas que aún hoy siguen dentro de la entidad y que hoy hacen parte de ese esquema criminal”.
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El señor Olmedo López ya dijo también que iba a colaborar con la Fiscalía e iba a dar los detalles sobre cómo se entregaron esos sobornos, ¿usted le cree o también lo ve con beneficio de inventario?
“Eso no es de creer o no creer porque yo no soy la Fiscalía, yo no soy juez, yo no soy magistrado. No es a mí a quien le corresponde decir si le creo o no le creo. Lo que me corresponde a mí como director es propender porque la verdad completa de eso que pasó en la Unidad se conozca”.
¿Qué le ha dicho el presidente a partir de este escándalo?¿Cuál es la instrucción?
“La orientación del presidente es bastante clara y es destapar la corrupción en la Unidad, para eso me puso (el presidente) a mí y no a otra persona. Desde el día de mi posesión él fue claro y es mantener la Unidad que es tan importante, por ejemplo ahora que tenemos un deslizamiento en Antioquia, en Montebello, otro en Risaralda en donde lamentablemente murieron dos personas y nosotros tenemos que mantener esta entidad trabajando a toda marcha como debe ser siempre, pero a la vez el mandato es claro: aquí tiene que saberse lo que pasó caiga quien caiga, sea nuestro o no, sea amigo del gobierno o sea contradictor.
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Pero hay algo más y es que los problemas de corrupción en la Ungrd no empezaron cuando llegó Olmedo, eso viene del pasado, vea por ejemplo el desastre de Mocoa, que fue uno de los proyectos bandera del presidente Duque es total, después de siete años de la tragedia en el proyecto de Sauces 2, que era de 909 viviendas se construyeron 12. Las quejas sobre la reconstrucción de Providencia son enormes, allá los contratistas nos dejaron tiradas 100 toneladas de basura que ahora como sea tenemos que sacar porque se convierten en proyectiles cuando empiece la temporada de huracanes, entonces yo sí espero que estas declaraciones de Sneyder Pinilla y de Olmedo López se conviertan en el detonante de la verdad”.
¿Y usted tiene indicios para pensar que Daniel Quintero hace parte de esa red de corrupción?
“Yo no tengo indicios para señalar a Quintero y le repito nuevamente que yo no hago acusaciones, no soy instructor de causas penales. Pero lo que sí le puedo decir es que aquí hay muchos amigos de Quintero. Y aunque él lo niegue y aunque diga que yo no tengo derecho a pronunciar su nombre y quiera amordazarme, pues hay una realidad y es que aquí hay muchas personas que pasaron por el gobierno de Quintero, además en cargos bastante altos. El caso más notable es el de Alethia Arango Gil, que fue directora del Dagrd y que de ahí pasó a una subsecretaría y de ahí a otra subsecretaría y de ahí cogió un avioncito y se vino para Bogotá y aterrizó aquí en la oficina de Olmedo y estuvo con él hasta enero pasado”.
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También está el caso de Andree Uribe, que fue secretaria de Salud de Medellín y que tiene un contrato de $16 millones al mes hasta septiembre...
“Sí, y ella dice no tener relación política con Quintero, pero eso sí será la opinión pública la que crea si eso es así o no, porque lo cierto es que ellos sí tuvieron una relación política muy cercana, al punto de que incluso ella estuvo ternada para reemplazarlo en la alcaldía y ocupó la silla del alcalde cuando él estuvo suspendido. Pero además, cuando sale Alethia Arango la persona que iba a ser nombrada, y empezaron a hacerle solicitud de papeles, fue la señora Luisa Fernanda Gómez Villegas, secretaria de Infraestructura de Quintero, pero bueno, él insiste en decir que no tiene nada que ver, pero yo creo que los antioqueños poco le creen a Daniel Quintero, pero si hay alguien que le cree, pues está bien tener fe”.
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Usted también publicó que el círculo cercano de Quintero como Esteban Restrepo, Juan Pablo Ramírez y Alejandro Toro estuvieron de visita en la entidad en la era de Olmedo, ¿a qué fueron?
“No tengo ni la más mínima idea, habría qué preguntarles a que vinieron el 31 de enero (el día después de que Olmedo López regresó de la suspensión que le había impuesto la Contraloría), cuando ya Alethia no estaba. No sé si vinieron a traer la hoja de vida de la señora Gómez Villegas. Habría que preguntarles a ellos qué fue lo que hicieron, pero hay otra cosa que es bien curiosa y es que ellos vienen con unos alcaldes de Urabá (Apartadó, Carepa, Necoclí y Chigorodó) y el señor Sneyder Pinilla el 29 de febrero le entrega a Corpourabá un fondo de inversión colectivo por $43.500 millones que no es una cifra menor, y ese fondo es básicamente un cheque en blanco y lo hacen de una manera bastante irregular. Ese mismo día, el 29 de febrero, cuando Olmedo ya no debía estar aquí, le envían $100.000 millones a Corantioquia, a través de la misma figura, y una de las personas que aparece firmando los certificados de disponibilidad presupuestal dice que nunca los firmó, por lo que ahí podría haber una falsificación. Pero además, la persona que realiza el acto administrativo es un abogado que nunca fue contratado como un abogado sino como ingeniero de sistemas y que nunca le entregó ni el título ni la tarjeta profesional a esta entidad”.
Está hablando de Juan Fernando Tobón...
“Sí, efectivamente. Entonces a mí eso me detona las alarmas. El problema es que a las personas de libre nombramiento y remoción usted les puede pedir la renuncia, pero a los contratistas hay que hacerles un proceso para terminarles anticipadamente el contrato, entonces pues siempre es mejor pedirles que se vayan por las buenas y terminen ellos el contrato. El señor Tobón termina el contrato pero porque se va premiado como subdirector de la Ugpp (Unidad Administrativa Especial de Gestión Pensional y Contribuciones Parafiscales de la Protección Social), ¿y a quién le dieron la Ugpp?”
A Daniel Quintero, allá nombraron hace poco a Juan Pablo Ramírez...
“Ah bueno, entonces como le dije: ya será la opinión pública antioqueña la que diga si le cree a él el cuento de que no tenía absolutamente nada en la Unidad”.
Esa posición tan crítica que usted tiene respecto a Quintero también la comparte, por ejemplo, Gustavo Bolívar. Siendo ustedes dos de las bases del Pacto Histórico y el ala más progresista, ¿le han advertido al presidente Petro sobre Quintero?¿Por qué siguen dándole puestos?”
“Yo no puedo hablar por el señor Presidente, ni más faltaba. Yo puedo hablar por mí. A mi la carrera política de Quintero me parece que ha sido plagada de oportunismo, que ha fluctuado entre la derecha, la izquierda, el Partido Conservador, el Partido Liberal, el Partido del Tomate, el partido del pepino, del aguacate, de la yuca, él es un camaleón que a lo largo de su carrera política ha buscado un espacio donde se pueda acercar al poder, y hace cuatro años tomó la decisión de disfrazarse de progre para tratar de acercarse a un electorado de Medellín, pero él se hace elegir alcalde es alrededor de la política tradicional.
Los políticos tradicionales de Antioquia y del país como César Gaviria apoyaron a Quintero. Personalmente, yo nunca he visto con buenos ojos que Quintero esté acá, pero ni más faltaba, yo no voy a criticar las decisiones del presidente. Yo simplemente dejo clara mi postura y quiero dejar por cerrado mi capítulo de las discusiones políticas con Quintero, él es candidato presidencial, creo yo sin ningún chance, pero es candidato y se puede dedicar a hacer estas polémicas, entre otras para recuperar visibilidad, es evidente que esta polémica lo está beneficiando porque otra vez volvemos a hablar de Quintero que tuvo un paso tan pobre como alcalde de Medellín y yo no quiero visibilizarlo más”.
Usted también ha dicho que todos los caminos de la corrupción en la Ungrd conducen a Itagüí, de manera que no sería Quintero el único político de Antioquia salpicado...
“Hay muchos antioqueños. Fíjese usted que la secretaria general de Olmedo, Ana María Castaño, que asegura estar embarazada, y que quiere quedarse atrincherada aquí en la unidad, pues salió un fallo que dice que hay que restituirla en la secretaría general o en un cargo de superior jerarquía y el único cargo de superior jerarquía es el mío, está casada con un abogado antioqueño de nombre Sandro Sánchez. Aquí es vox populi que el puesto de ella se lo iban a dar al esposo y solo no se dio porque por cuota de género no se podía, pues todos eran hombres: Olmedo, Sneyder, Barreto, Víctor Meza, la única mujer era Alethia Arango. Pero yo veo que hay muchas personas de Antioquia que han estado alrededor de esto. Los tanques de fibra de vidrio se fabricaron en Itagüí, además todo el mundo sabe de las relaciones políticas de Olmedo López que también es antioqueño, si bien no es mi papel emitir juicios pues es una verdad evidente que hay unos vasos comunicantes con la clase política antioqueña”.
Por ejemplo el senador Carlos Andrés Trujillo...
“Todo el mundo lo nombra, sí señor”.
