Cuando muchos proyectaban una apretada elección para la Gobernación, marcada incluso por un voto finish entre Luis Pérez y Andrés Julián Rendón, el exsenador liberal Julián Bedoya se bajó de su candidatura y cedió toda su maquinaria para que el primero despeje el camino y se convierta de nuevo en gobernador. El golpe fue precipitado, se gestó en una semana y se filtró este viernes luego de una maratónica jornada de reuniones entre viejos zorros de la política regional en el Hotel Dann Carlton de Medellín. Además, hoy parece alejar de la victoria a Andrés Julián Rendón.
La movida fue sorpresiva porque fuentes del círculo de Bedoya firmaban en piedra que el candidato iba hasta el final y que, aunque podría ser derrotado en Medellín por el voto de opinión, lo más seguro es que llegaran en cascada cientos de miles de votos desde las regiones. “Es que nosotros llevamos varios meses en correría y pensábamos que podíamos ganar. Esa decisión nos puso muy tristes”, dice una fuente cercana al candidato y que además participó de las reuniones en El Poblado.
Pero ese juramento en piedra no era la única señal de que Bedoya estaba convencido de la solidez de su candidatura. Primero sumó la estructura conservadora de la candidata a la Alcaldía de Medellín Liliana Rendón y luego armó una encerrona en el pabellón amarillo de Plaza Mayor para anunciar su alianza con Albert Corredor, también candidato a la Alcaldía y en reiteradas ocasiones cuestionado por presionar a contratistas de la Secretaría de Educación.
Lo que se interpretó en su momento fue que Bedoya estaba pescando apoyos en Medellín para tratar de equilibrar la cancha con Rendón, no solo apadrinado por el Centro Democrático sino también por Federico Gutiérrez. Y es que es bien sabido que el caudal que perfila al gobernador vota en la capital y el área metropolitana, entonces la estrategia tenía todo el sentido. Pero justo cuando los vientos parecían calmos en una campaña minada por la violencia física y discursiva, el candidato que carga a cuestas con un escándalo por supuestas irregularidades en su cartón de abogado se bajó de su aspiración.
“Desde el lunes se le dio la potestad para que decidiera si se bajaba. Nuestra premisa es: ponemos gobernador o decidimos quién será gobernador. Y así lo haremos”, dice convencida la misma fuente que conoció al dedillo el trato que celebró Bedoya con varios cacaos para no declinar a su aspiración. Fue este cambio repentino el que allanó el camino para que hoy otras fuentes afirmen que la movida vino desde Bogotá y que involucra al presidente Gustavo Petro.
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“Todo está orquestado desde la Presidencia, que no quiere perder las regiones que hoy gobierna. No fueron gratuitas las renuncias de Quintero en Medellín y la de Carlos Caicedo en Santa Marta. No es extraña esta alianza y probablemente esta semana Esteban Restrepo se una a esa tripleta”, sostiene el representante Juan Espinal, miembro activo del Centro Democrático y de la campaña de Rendón.
La bajada de Bedoya, que se concretó según fuentes tras un “negociazo”, fue un golpe que trajo efectos a dos bandas. Su adhesión a Pérez terminó de visibilizar los dos bloques que persiguen la Gobernación: el de Pérez, cercano a Daniel Quintero y suave con la gestión de Petro —a este llegaría Restrepo, la carta del exalcalde de Medellín—; y el de los que se resisten al establecimiento que hoy representa el presidente, liderados según encuestas por Rendón y donde también están Luis Fernando Suárez, Juan Diego Gómez y Mauricio Tobón.
El otro efecto y que para muchos hoy tiene en jaque la campaña de Rendón tiene que ver con votos. Aunque el candidato del Centro Democrático ha venido creciendo ante la opinión y cuenta con el “abrazo de Fico”, tal como lo llama Bedoya en privado, para fuentes de diferentes campañas el golpe del viernes podría ser la estocada para que Pérez gane la partida. Porque la alianza no solo fue con Bedoya: tres reuniones se celebraron en el Dann Carlton: una con concejales de Medellín, diputados y congresistas como Carlos Andrés Trujillo, la dupla Juan Diego Echavarría y María Eugenia Lopera, y Jhon Jairo Roldán; y dos más con alcaldes electos y aspirantes a alcaldías metropolitanas. La mayoría, dijo una fuente, tratando de pasar de agache para hacerle el quite a la doble militancia.
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Lo particular de esta alianza es que Bedoya habría buscado lado también donde Rendón. Dice la fuente que estuvo en las reuniones del viernes que también llamaron al candidato del Centro Democrático para acordar un tinto que finalmente no se concretó. Y justo por un tinto las cuentas ahora se enredan para Rendón. No por el supuesto rechazo a Bedoya, porque su distancia es evidente, sino por la fracasada unión entre los candidatos antiPetro: de las tan cacareadas alianzas solo resultó la de Rendón y Eugenio Prieto, dupla que sola tampoco podría ganar.
Mejor dicho: la movida de Pérez y Bedoya puso la pelota en el campo contrario y dependerá de Rendón y los demás candidatos cantar la jugada que sigue a ocho días de la elección. Lo que ha dicho hasta el momento el candidato del Centro Democrático es que “Luis Pérez es Petro en Antioquia”, mientras que él es “libertad, firmeza y seguridad”. Dijo también que “¡Antioquia está bajo ataque!” y en esto lo secundaron Gómez y Tobón. Suárez no se pronunció.
Pero el equipo de Rendón no está cruzado de brazos. El representante Espinal confirmó que insisten en los llamados para que Suárez y Gómez se sumen a la campaña. Y en el mismo tono se mostró José Obdulio Gaviria, clave en el equipo de Rendón. Eso sí, aseguró que pese al golpe de Bedoya la campaña no necesita refuerzos. “Esperamos que Suárez y Gómez den una muestra de altruismo y desinterés. Aunque estamos necesitando un refuerzo, porque creemos que esta es la campaña más fortalecida, es importante que Antioquia se muestre unida en este momento”, afirmó.
Y es que las cuentas de Espinal también son alegres. El representante dice que el senador Andrés Guerra, candidato a la Gobernación por su partido en 2015 y 2019, superó en ambos pulsos los 600.000 votos. “Otro caso fue el de Sergio Fajardo en 2011, que le ganó con voto de opinión en los últimos días a Álvaro Vásquez, el oficialista. La cosa es que la bajada de Bedoya dejaría a Pérez muy cerca de los 900.000 votos. Todo indica que Rendón no puede solo. ¿La incapacidad de este bloque para llegar a acuerdos permitirá que Pérez barra con el pelotón?
