La Aeronáutica Civil (Aerocivil) confirmó este miércoles que la avioneta que se siniestró contra una iglesia cristiana en Acandí, Chocó, el martes pasado no tenía autorización para hacer vuelos comerciales.
De acuerdo con los inspectores, si bien la aeronave podía trasportar pasajeros o carga de manera particular, no podía vender pasajes y realizar vuelos como el del martes, con una delegación deportiva. El balance final del accidente fue dos personas muertas y siete heridas.
Según la autoridad nacional la aeronave tipo Cessna con matrícula HK-4981G, en la que viajaba una delegación de deportistas que representó a Antioquia en los Juegos Nacionales, tenía plan de vuelo Medellín – Acandí, pero no así Acandí – Medellín.
Fuentes de la Aerocivil dijeron que el piloto, quien falleció en el accidente, no fue autorizado para el vuelo hacia la capital antioqueña porque el de Acandí es un aeropuerto no controlado; “es decir, que no tiene controlador”.
“Las aeronaves que llegan allí lo hacen bajo su propia responsabilidad, es decir que se reportan con la torre más cercana, por ejemplo Carepa (Urabá) o Medellín”, agregó el funcionario.
Indeportes Antioquia, por intermedio de su gerente Mauricio Mosquera, dijo que contrató el transporte de los deportistas con la empresa Heligolfo y que enviará el reporte a Aerocivil para que investiguien si esa empresa incurrió en irregularidades.