Ricardo León López Gil, secretario de Gobierno del Municipio de Cáceres, en Antioquia, le dijo a EL COLOMBIANO que el pasado sábado, 6 de julio, se registró la presencia de integrantes del llamado “Clan del Golfo” en la vereda Piamonte, en donde se limitaron a hacer tiros al aire “para mostrar a los civiles que estaban allá”.
El hecho, comentó el funcionario, no pasó a mayores, porque “se dio la reacción del Ejército, que hace presencia allí y ha estado muy pendiente”.
El portal de internet de NP Noticias, que informa sobre esta región, le entregó a este diario una versión más amplia, que se apoya, según aseguró un periodista de ese medio, en llamadas y fotos que recibieron de la comunidad afectada.
De acuerdo con estas fuentes, presuntos integrantes de la organización al margen de la ley llegaron hasta la vía que conduce a la vereda Piamonte, intimidaron a unas personas que participaban en un convite para arreglar la carretera y se llevaron ocho motocicletas que sus dueños utilizan para el mototaxismo.
Esos vehículos, agregó NP Noticias, fueron encontrados horas más tarde en un sitio apartado, algunas de ellas en medio de la vía y otras debajo de los árboles.
Posteriormente, la misma organización delincuencial se desplazó a la vereda El Cuatro, en donde le prendió fuego a la casa de una finca. “Los enseres y una motocicleta que estaban dentro quedaron destruidos. El encargado, al notar la presencia del grupo, abandonó el lugar”.
Los pobladores también aseguraron que oyeron disparos, “al parecer por enfrentamientos del “Clan del Golfo” con “Los Caparrapos”, agregó el medio noticioso.
“Frente a esos hechos no tengo conocimiento”, anotó el secretario de Gobierno de Cáceres, quien señaló que esta última agrupación cambió su razón social y se autodenomina “Los Caparros”.
Para NP Noticias, la zona en la que la comunidad oyó los disparos se la disputan las dos organizaciones delictivas. No hubo, agregó la fuente, muertos ni heridos. Solo fueron daños materiales y no hay mayor precisión sobre las pérdidas del incendio de la casa, porque su dueño huyó al notar la presencia de los actores armados ilegales, los cuales no dejaron ningún tipo de mensaje.
En concepto del periodista consultado, “esos actos delictivos no están relacionados con la labor de los propietarios de las fincas, pues se realizan con el propósito de hacerse notar y de infundir temor entre la comunidad. Eso ha pasado así en otras fincas”.