En medio de la zozobra que se ha vivido en los últimos días en el municipio de Segovia, en el nordeste de Antioquia, por cuenta de los combates entre integrantes del ELN y del Clan del Golfo, el jefe máximo de esa guerrilla, alias Antonio García, se pronunció para culpar a otros actores armados.
“García” se negó a reconocer la responsabilidad del ELN y, por el contrario, aseguró que la violencia que se registra en Segovia y Remedios, también en el nordeste, se debe a acciones de “los paramilitares apoyados por el Ejército” que, según él, “pretenden constreñir nuestras guerrillas en esa área”.
Además, el jefe máximo de esa guerrilla planteó que justo antes de iniciar el cese de acciones ofensivas como se acordó con el Gobierno de Gustavo Petro en el ciclo de diálogos realizado en Cuba, en el Bajo Cauca antioqueño los grupos paramilitares estarían amenazando a la población civil.
“El área (del Bajo Cauca) está militarizada, pero los grupos paramilitares están a sus anchas y tienen amenazada a la población de los municipios de Cáceres, Tarazá y Valdivia”, aseguró el comandante guerrillero.
Este pronunciamiento del jefe guerrillero, en el que se negó a asumir responsabilidades, se dio después de que en este fin de semana la Defensoría del Pueblo reportó que 154 personas salieron desplazadas de las veredas Rancho Quemado, Monte Frío, Puerto López y Cañaveral, en el municipio de Segovia.
Ante esa oleada de desplazamientos, el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, pidió a las Fuerzas Militares desplegar su capacidad operacional para contrarrestar el accionar de los miembros del Clan del Golfo y el ELN que se estaban enfrentando y dejando a la comunidad en medio del fuego cruzado.