Antioquia estrenará canción este viernes 24 de junio. No es otro himno, ni una alabanza a la historia o a la colonización antioqueña, sino una invitación a recorrer el departamento, desde sus costas sobre el golfo de Urabá hasta los caminos empedrados de los pueblos sobre la cordillera. La pieza llevará el nombre Antioquia es Mágica, como el programa que fomenta el turismo en el departamento.
La canción, informó la Gobernación de Antioquia, mezcla varios ritmos del departamento y fue compuesta por el productor Juancho Valencia. Desde este viernes se podrá escuchar en Spotify, Apple Music, Amazon Music, Deezer, Claro Música, entre otras, además de las emisoras de radio.
La producción de la canción fue apoyada por el Fondo Nacional de Turismo, Fontur. Detrás de la estrategia Antioquia es Mágica ha estado la primera dama del departamento, Claudia Márquez, quien dijo: “Esta canción nos conecta con la esencia y la identidad de nuestro departamento. Es una invitación a descubrir eso que tenemos cerca y que nunca hemos sabido que existe. Es, finalmente, promover entre las personas locales, nacionales e internacionales el potencial turístico que tenemos en Antioquia y que todos debemos conocer”.
Una de las intenciones de la canción es evidenciar la riqueza cultural de Antioquia, que no se limita a la zona andina. “ Esta canción invita a bailar, es una manera de celebrar la riqueza que tenemos en Antioquia no solo geográfica, sino de sabores y colores”, comentó el productor Juancho Valencia.
Precisamente, Antioquia es Mágica se ha dado a la tarea de rescatar los potenciales turísticos que han sido olvidados o menospreciados en el departamento. Ejemplo de ello es el impulso al Urabá antioqueño, una zona de diversidad cultural inigualable, con un golfo de aguas tranquilas y sol abundante.
La gastronomía es otra de las expresiones culturales que ha rescatado Antioquia es Mágica. Es el caso del plato la gallina enjalmada, que el escritor Tomás Carrasquilla recordaba de su infancia. Ya entrado en años, el autor de Frutos de mi tierra lamentaba que ese plato hubiera quedado en el olvido.
Gracias a un esfuerzo investigativo, ese plato puede comerse hoy de nuevo en Santo Domingo, su pueblo natal, donde el visitante hace un recorrido por la obra literaria de uno de los escritores más grandes de las letras antioqueñas.