El 25 de noviembre, los hermanos Erik y Lyle Menéndez volvieron a la corte en medio de una campaña de liberación, luego de estar en prisión por casi 30 años. Ambos fueron enviados a la cárcel en 1996 por el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez.
En ese momento, su juicio fue mediático ya que su papá era un reconocido ejecutivo del mundo del entretenimiento. El crimen impactó a la sociedad, ya que se les inculpó a ambos del homicidio por querer quedarse con la herencia de 14 millones de dólares de sus padres.
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Este caso volvió a salir a la luz con el estreno de la serie de Netflix Monsters: La historia de Lyle y Erik Menéndez. Los hermanos han reclamado públicamente que su juicio fue injusto porque nunca se tuvo en cuenta que ambos fueron víctimas de abuso sexual y psicológico por parte de su padre.
En la audiencia realizada esta semana testificaron algunos familiares de los Menéndez. Entre ellos Joan VanderMolen, hermana de Kitty Menéndez, y Terry Baralt, hermana de José Menéndez, quienes hablaron de los abusos que Erik y Lyle sufrieron a manos de su padre.
“Ningún niño debería tener que soportar lo que Erik y Lyle sufrieron a manos de su padre”, aseguró VanderMolen. Mientras, Baralt afirmó que los hermanos ya pagaron su condena y pidió al juez que fueran dejados en libertad.
