No todo lo que duele o molesta en la boca del estómago es gastritis. Empecemos por desmitificar esto. Antes de este diagnóstico, debe saber que los síntomas asociados al malestar estomacal, como el ardor o dolor punzante en la parte superior del estómago, son conocidos en términos médicos como dispepsia y se denomina así cuando no hay una causa obvia del malestar.
“La gastritis es un término que frecuentemente es mal empleado por la gente. El término apropiado para describir los síntomas a los que la gente se refiere frecuentemente es dispepsia. La gastritis es una causa principal de la dispepsia y se diagnostica luego de una endoscopia gastrointestinal con biopsia”, dice Rómulo Vargas Rubio, profesor de Gastroenterología de la Pontificia Universidad Javeriana y jefe de Gastroenterología del Hospital Universitario de San Ignacio.
Según el especialista, es un problema de jóvenes, adultos jóvenes y mayores. Se estima que una de cada cinco personas presenta dispepsia y se caracteriza por síntomas como dolor o ardor en el estómago, hinchazón, eructos excesivos o náuseas después de comer. Hay sensación de saciedad y dolor en el estómago que no desaparece luego de que la persona come.
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La gastritis es diagnosticada a través de una biopsia, por lo que solo puede ser detectada a nivel microscópico por un especialista. Según la Mayo Clinic, es un término general para un grupo de enfermedades con un punto en común: la inflamación del revestimiento del estómago. Sin embargo, la gente suele confundirla con otras enfermedades.
“La confusión es que las personas piensan que todo lo que les pasa en el estómago es gastritis pero no siempre es así. Si tienen un cólico es porque tienen gastritis, si tiene ardor, también es gastritis. Pero realmente esta es apenas la inflamación del recubrimiento interno de la bolsa gástrica”, explica Luis Gonzalo Guevara Casallas, coordinador del programa de Gastroenterología de la Universidad CES.
Lo que ocurre es que en la zona gastrointestinal conviven varios órganos además del estómago y sus áreas como el epigastrio (boca del estómago), que es donde frecuentemente aparece el malestar estomacal. Sin embargo, estas molestias pueden ser por afectaciones en otras zonas del cuerpo más allá del estómago.
”Estamos hablando de personas que pueden tener enfermedades de la vesícula biliar, como los famosos cálculos biliares; una persona que tenga problemas en el páncreas, patologías en el sistema cardiovascular (enfermedades del corazón) y cáncer de estómago, que tiene síntomas similares a los de una gastritis”, cuenta Edilberto Núñez, médico internista gastroenterólogo.
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Algunas personas también confunden la enfermedad por reflujo con gastritis y, la verdad, es que son muy distintos. El reflujo se caracteriza por síntomas como acidez gástrica (pirosis) y regurgitación. Mientras que la otra se identifica por dolor o pesadez en la boca del estómago, explica Rómulo Vargas Rubio.
¿Cuándo preocuparse?
Si presenta dispepsia por más de dos semanas es importante que acuda al médico para una revisión. Puede tratarse de una dispepsia funcional (no ulcerosa) que no causa mayores complicaciones en la salud. Pero, también podría ser una dispepsia orgánica que pude desaparecer con un tratamiento específico.
Otras causas son el estrés por una enfermedad grave, lesiones, el consumo de fármacos específicos y trastornos del sistema inmunológico, según identificó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Puede deberse también a una infección por helicobácter pylori, una bacteria que se transmite especialmente en la infancia por entrar en contacto directo con la saliva, el vómito o las heces de otra persona. Esta infección afecta el estómago y causa irritación e hinchazón (gastritis).
Si no es tratada puede tener complicaciones como el cáncer de estómago que apenas tiene una tasa de supervivencia de un 32 %, según la American Society of Clinical Oncology. Está catalogado entre los tipos de cánceres más agresivos a nivel mundial.
“No existe una relación lineal entre la presencia de helicobácter y la dispepsia. El 60 % de la población mundial tiene esta bacteria y apenas el 20 % presenta también dispepsia. Es decir, la mayoría de personas infectadas no tienen síntomas. Sí se ha demostrado que las personas que tienen dispepsia por esta bacteria y reciben tratamiento, la sintomatología estomacal se va”, dice Vargas.
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En el caso específico de Daniela Fernandez, una mujer de 24 años diagnosticada con helicobácter, sus síntomas iniciales fueron “unos dolores intensos en la boca del estómago. Ellos fueron aumentando con el paso del tiempo, hasta el punto de que no podía dormir”, relata. Fue al médico, le hicieron una biopsia y encontraron la bacteria.
Recuerda que eran dolores similares a los de un cólico menstrual, sentía punzadas y “quemaba” el estómago. “Y cualquier alimento que me comía, me ocasionaba este dolor. Más si era comida rápida”, agrega. En su caso el dolor no se fue porque es una persona que presenta alto estrés en su día a día (una razón para que aumente la gastritis), pero ha disminuido.
El gastroenterólogo Luis Gonzalo entregó el dato de que “cerca de la mitad de los colombianos es probable que tengan esta bacteria”.
¿Cómo prevenir la gastritis y los malestares estomacales?
Los especialistas apuntan a hábitos saludables como una alimentación balanceada, limitando el consumo de algunos alimentos como la sal, la comida rápida, grasas animales y bebidas endulzadas porque irritan el estómago. Evite también el exceso de alcohol y no fume. Tampoco ingiera agua no potable y no se automedique.
“Cuidar la salud digestiva es ingerir alimentos de buena procedencia, comer a las horas adecuadas y evitar comidas pesadas como ultraprocesados o comida chatarra. La actividad física es también esencial”, dice Edilberto Núñez.
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El estrés también es un posible detonante de la gastritis y la dispepsia, ya que esto hace que se generen más ácidos gástricos. “La invitación es a que las personas vivan una vida tranquila, manejando el estrés. Bájenle un poquito a los afanes de la vida moderna”, apuntó Luis Gonzalo Guevara Casallas.
Y recuerde: algunos tipos de gastritis pueden complicarse en úlceras, sangrados estomacales y hasta cáncer de estómago. Cuídese y no obvie sus síntomas, a veces no es gastritis, sino otra enfermedad.
Los mitos de la gastritis (o la dispepsia)
El especialista Rómulo Vargas Rubio creó una lista de mitos que se deben terminar sobre estos malestares gástricos.
1. La gastritis es solo por estrés
“Eso se creía antes. Ahora sabemos que la mayoría de pacientes tienen problemas digestivos reales, inflamación y otras afectaciones. Solo una minoría tiene síntomas solo por estrés”.
2. La gastritis da cáncer
“Solo una minoría de pacientes tienen cáncer. Se recomienda hacer endoscopia gástrica a las personas con dispepsia que tengan más de 35 años”.
3. La gastritis se cura con omeprazol (medicamento)
”Este tipo de medicamentos pueden mejorar temporalmente los síntomas de algunos pacientes pero no se recomienda automedicación sin una valoración médica”.
4. La gastritis es incurable
“La mayoría de pacientes con dispepsia severa o frecuente se mejora después de un tiempo, con una adecuada valoración médica”.
5. Todos los pacientes deben ser vistos por gastroenterólogos
“Los médicos generales, los familiaristas e internistas están en perfecta capacidad para orientar y manejar apropiadamente a la gran mayoría de los pacientes con dispepsia. Ellos mismos remitirán al gastroenterólogo los que tengan signos de alarma o un curso refractario y debilitante”.
6. No hay remedios caseros para tratar la gastritis
“Científicamente no se ha comprobado que ningún tratamiento o remedio casero funcionen para la gastritis o dispepsia. Lo único son los hábitos de vida saludable”.