A tan solo una hora de Medellín, no más de 60 kilómetros de distancia, alrededor del parque de Marinilla se ha conformado de manera espontánea un destino gastronómico que ya está en el radar de los turistas y expertos.
Con la esencia de la comida colombiana, más allá de la recetas clásicas, y con productos cosechados directamente en la región, estos lugares ofrecen una atractiva carta. Además atraen sus edificaciones (en su mayoría casonas del siglo XIX o fincas). Una experiencia de cocina de calidad e innovaciones en el servicio.
Sobre por qué se da este fenómeno en Marinilla, el cocinero Sergio Botero, de Con Tradición, apunta que generalmente los mejores restaurantes se ubican en las periferias de las grandes ciudades, con apuestas desde sus propias raíces (ingredientes básicamente).
Al respecto, Alba Yorani Castaño, de Elemental, dice que el hecho de que Marinilla esté ubicado en la ruta obligada de ingreso a El Peñol-Guatapé (el segundo destino turístico en Colombia) le da al municipio una ubicación privilegiada y todo un abanico de oportunidades.
Elemental, Con Tradición y Entre Guaduas son tan solo tres ejemplos que se encuentran en esta zona del Oriente antioqueño. A estos se suman otras opciones como Terrasole y el hotel Cannua.
La próxima entrega de esta serie recorrerá el corregimiento de Santa Elena, un lugar al que en los últimos cinco años no solo han llegado nuevos habitantes, sino una muy buena oferta gastronómica.
1. Elemental
Elemental, ubicado en el parque principal, integra el nuevo eje gastronómico de Marinilla. Foto: Manuel Saldarriaga Quintero
Desde que se pisa el primer escalón que da acceso al segundo piso de la casona (que existe desde 1890) comienza la experiencia sensorial y gastronómica en Elemental. En cada peldaño, de los 17 necesarios para entrar al restaurante, están escritas las palabras sonreír, amar, bailar, abrazar... Ese es el abrebocas. Ya en el interior, un patio central es el eje del restaurante ubicado en todo el parque principal de Marinilla.
“Ser felices y disfrutar” son las palabras que más repite Alba Yonari Castaño, creadora de este sueño, a la hora de definir el concepto de Elemental. “La idea es que acá ocurran cosas especiales para cada una de las personas que nos visitan”, reitera la anfitriona.
Abrieron en diciembre de 2019, pero tres meses después debieron cerrar por pandemia. Hoy están operando al 100%.
Cada plato de la amplia carta, desde donde hay comida colombiana, mexicana y asiática, es creación de Alba. Cada uno de los ingredientes salen de la huerta. No deje de pedir los tentáculos de chócolo.
Abre al público de lunes a domingo, desde las 12 del día. Desde el próximo fin de semana ofrecerán desayunos.
2. Con Tradición
Con Tradición es la apuesta por llevar la gastronomía mundial a Marinilla. Foto: Manuel Saldarriaga Quintero
Sobre la fachada de la antigua casona, ubicada a tan solo tres cuadras del parque principal de Marinilla, el aviso de Con Tradición (forjado en metal envejecido) le da la bienvenida a los comensales, que en el interior se encuentran con una decoración muy sobria, elegante, todo perfectamente puesto en su lugar. Al igual que casi todas las casas antiguas que han sido adecuadas para restaurantes, el patio central es el eje del lugar.
Después de recorrer varias partes del mundo y trabajar al lado de cocineros tan reconocidos como Juan María Arzak y Tony Botellas, Sergio Botero decidió regresar a la localidad en la que se crió (aunque nació en Abejorral vivió muchos años en Marinilla) para apostarle a los sabores colombianos en un sitio que por su por arquitectura, decoración y servicio no tenga nada que envidiarle a los restaurantes más famosos del mundo.
Botero señala que Con Tradición rescata la cocina colombiana desconocida, con recetas e ingredientes que pueden llegar desde la alta Guajira, el Pacífico, Putumayo o Amazonas, con preparaciones contemporáneas, modernas y vanguardistas.
Una carta creativa y de muy “muy buena sazón”,apunta Botero, es la que los comensales encuentran en Con Tradición.
3. Entre Guaduas
Una familia le apostó a la gastronomía colombiana y a la sazón local. Foto: Manuel Saldarriaga Quintero
El portón de la finca Anorí permanece cerrado, desde afuera da la apariencia de una tradicional casa campesina, sin embargo adentro es totalmente diferente. En medio de un bosque de guaduas, una parrilla de asados en el patio, la cocina al aire libre, un kiosko, varias mesas en el jardín y en el corredor de la residencia confirman que es un restaurante.
Los esposos Juan y Silvia renunciaron a sus trabajos en Medellín hace tres años, se fueron a Marinilla a seguir un sueño: cocinar. Comenzaron vendiendo almuerzos a domicilio para empresas, solo de lunes a viernes. Por petición de sus clientes decidieron habilitar su lugar de residencia como restaurante, ahora abren de jueves a domingo (previa reservación).
La carta parte de tres platos principales: salmón toscano, ceviche y costillas de cerdo. Eso sí, cada fin de semana ofrecen una preparación especial, ayer fue sierra. En la carta también aparecen arroces, pizza y típicos. Si una familia quiere disfrutar de un sancocho llaman a Juan o Silvia un día antes y ellos se lo tienen listo para su visita.
Cuando vaya a Entre Guaduas, a tan solo 8 minutos de la autopista Medellín-Bogotá, no desaproveche la oportunidad de sentarse a hablar con este par de esposos, llenos de chispa y buena energía, que son los mismos que lo esperan a su llegada en el portón y al final de la jornada lo despiden con un abrazo.
60
Kilómetros separan a Medellín de Marinilla, no más de una hora en carro.