Si un niño respira por la boca podría desencadenar graves consecuencias en su salud, como afectar el rendimiento escolar y cognitivo, si no se trata de manera adecuada. Esto ocurre por varias causas como enfermedades crónicas como rinitis alérgica, sinusitis, o incluso, una desviación del tabique nasal. También está relacionado con infecciones respiratorias, amígdalas demasiado grandes o hipotonía muscular (tono muscular débil).
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La respiración nasal cumple diversas funciones como regular la temperatura, aumentándola o disminuyéndola, además funciona como una protección para los pulmones, al funcionar como un filtro que limpia el aire y también asegura una óptima oxigenación cerebral al poder respirar adecuadamente.
“Cuando el aire pasa por la nariz coge una humedad y temperatura adecuada que se logra con las mucosidades y los vasos sanguíneos. Puede aumentar o disminuir la temperatura. También se encarga de limpiar las impurezas del aire que respira por medio de las vellosidades y de los mocos que atrapan bacterias y partículas dañinas. La boca no está desarrollada para cumplir esa función y si se respira así, entrará aire que no está adecuado”, explicó para este medio el otorrinolaringólogo Sebastián Orozco.
Es por esto que científicos del Hospital Universitario Reina Sofía (Hurs) en España y la Cooperativa Ganadera del Valle de los Pedroches, descubrieron que respirar por la boca puede afectar el rendimiento escolar y cognitivo si no se trata de manera adecuada y a una edad temprana.
A pesar de las diferentes enfermedades crónicas que pueden desencadenar una respiración bucal, científicos de la Universidad Federal de Minas Gerais, en Brasil, encontraron que hasta un 20 % de niños sin patologías de base presentan respiración bucal sin razón alguna o por aparente acumulación de mucosidad.
“Esto imposibilita que puedan respirar por la nariz, lo que obliga a los menores a dormir con la boca abierta, reduciendo la duración y la calidad del sueño con consecuencias para el rendimiento escolar, deportivo e incluso cognitivo”, explicó César Vacas, fisioterapeuta respiratorio infantil del Hurs.
En el área cognitiva del niño puede influir de manera negativa debido a que se compromete la oxigenación cerebral, ya que la calidad y eficiencia de la respiración disminuye, añadió el especialista en relación con los resultados de una investigación de la Gachon University en Corea del Sur.
Según este estudio, respirar por la nariz garantiza un suministro constante y adecuado de oxígeno al cerebro, lo que es esencial para su correcto funcionamiento. En cambio, llevarlo a cabo por la boca interrumpe este suministro de oxígeno, lo que puede tener consecuencias negativas para las funciones cognitivas y la salud cerebral en general.
Además, la acumulación de secreciones y la tos frecuente también pueden acarrear dolor de cabeza, pérdida de audición o malestar general, que afectan en mayor o menor medida a un rendimiento óptimo. Si estas secreciones ya se acumulan más tiempo, pueden llegar a las vías bajas y desarrollar problemas más graves como una neumonía u otro tipo de infecciones.
Orozco explicó además que estos problemas “deben ser estudiados y tratados por especialistas. Es claro que ni los niños ni adultos pueden considerar respirar por la boca, ya sea por desconocimiento o una enfermedad. Esa función está diseñada y designada evolutivamente para la nariz”.
Para prevenir estas alteraciones en los niños, los científicos recomiendan cuidar a los pequeños de infecciones respiratorias, resfriados, entre otros diagnósticos que pueden evitarse. También, es recomendable tener buenas rutinas para minimizar los contagios en el ámbito escolar, como la higiene de manos, ventilar bien las aulas, taparse la boca al toser (preferiblemente no con la mano) o usar pañuelos desechables, entre otras medidas.
Fisioterapia respiratoria
La fisioterapia respiratoria puede desempeñar un papel importante tanto en el manejo de las patologías como en la promoción de una buena salud desde edades tempranas, y tiene beneficios para los niños de cara a mejorar la función respiratoria y prevenir futuros problemas. Principalmente, ayuda al aumento de la movilización y eliminación de secreciones, realizando técnicas donde se modifican los volúmenes de inspiración y espiración, el fortalecimiento de la musculatura respiratoria, ejercicios de expansión pulmonar y control postural y oral.
Los padres también desempeñan un papel crucial en la promoción de una respiración saludable desde una edad temprana. “Es fundamental fomentar este hábito de respiración nasal, manteniéndola libre de secreciones, y favorecer el desarrollo de la musculatura mediante actividades físicas al aire libre. Además, dirigir juegos diseñados para practicarla ayuda a aumentar la conciencia sobre este proceso vital”, ha comentado Vacas.
Otro aspecto es el de inculcar el deporte y la actividad física desde pequeños; realizar respiración abdominal y diafragmática; respetar las horas de sueño según la edad; y aprender a mantener la nariz limpia y despejada, realizando si es necesario lavados nasales o utilizando dispositivos como agua de mar, suero fisiológico, etc.