Por Camila Restrepo Toro
El mercado inmobiliario es uno de los sectores económicos que más cambios ha tenido en los últimos años, debido a que las principales metrópolis buscan, cada ver más, convertir sus territorios en ciudades inteligentes. Una respuesta eficiente que tiene como objetivo encontrar el equilibrio entre la población, la tecnología, las instituciones y la sostenibilidad.
“Si bien en nuestro país las viviendas están categorizadas como VIS (Vivienda de Interés Social) y no VIS, las propiedades que tienen dentro de su planeación, construcción y diseño, factores pensados en pro de mejorar la calidad de vida, son las que actualmente tienen un mayor costo frente a otras viviendas”, comenta Santiago Rico, Managing Director Colombia de Engel&Volkers.
En otras palabras, el valor del metro cuadrado de una propiedad es directamente proporcional a las características específicas y que cumplen con lo que el mercado está pidiendo en la actualidad. Le contamos más.
1. Ubicación
Es necesario tener en cuenta que más que vender un espacio, hay que vender un estilo de vida. Es por esta razón que las viviendas que se encuentran bajo el concepto de ‘Ciudad de 15 minutos’ tienen un mayor costo.
“El concepto de ciudad de 15 minutos lo introdujo el urbanista Carlos Moreno en el 2016, con el fin de explicar que una buena ubicación para una vivienda es aquella que se encuentra en un espacio con accesibilidad a servicios esenciales en un rango de 15 minutos”, dice Marcela Alfonso, broker inmobiliaria. Este enfoque pretende fomentar el transporte alternativo para así mejorar la calidad de vida de los residentes, promover la sostenibilidad ambiental y disminuir la congestión vehicular.
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2. Vivienda nueva o usada
El costo del metro cuadrado en las viviendas nuevas es superior al del metro cuadrado de una usada. Si bien, la inflación que existe dentro de la economía de un país es su principal razón, Leonardo Soto, Director de Design For You, comenta que el costo también es superior en una vivienda nueva debido a factores como la escasez de terreno que genera que a falta de espacio, exista mayor aumento de precio y, por ende, construcciones más costosas.
Agrega también que antes no se les daba prevalencia a las zonas sociales de un edificio. “Lo que se usaba en las construcciones de unos 30 años atrás era que solo tuviera un salón comunal. Ahora, las construcciones se piensan como si fueran un hotel, un club house. Desde el lobby se quiere recrear esa sensación de lugar de descanso y lujo al residente”.
Sin embargo, cabe resaltar que la construcción ha tenido un cambio significativo, que muchos arquitectos ven como un retroceso. La Broker Alfonso explica que las constructoras han tenido que migrar para conseguir otros materiales diferentes al hierro, que sean útiles y rentables, así como crear espacios más reducidos. “Los co-living es lo que más estamos viendo en el mercado. Viviendas de 20 metros cuadrados con una habitación, cocineta y baño; que se encuentran dentro de un edificio con amenidades compartidas como salas de estudio, terrazas BBQ, gimnasio y zonas de lavandería colectiva”.
3. Acabados
“Cada vez vemos a más colombianos que quieren fusionar el arte y la arquitectura en un solo espacio y lenguaje”, por esto, los diseños personalizados en una vivienda también serán un determinante de su precio, dice Leonardo Soto. En otras palabras, el tipo de acabados y diseños innovadores que responden de manera integral al sitio y al contexto ambiental y social, son vitales. Comenta que los usuarios quieren darles sentido a sus viviendas por medio del diseño, por lo que la biofilia emocional está cobrando un gran peso. Soto explica que es la manera en que se puede lograr que el exterior venga al interior, con la creación de atmósferas neutras y plantas que limpien el espacio. Todo esto, acompañado de materiales orgánicos como piedras únicas.
4. Viviendas verdes
La consciencia ambiental es cada vez más fuerte y se está priorizando la creación y preservación de espacios verdes. “Es una mentalidad que pretende generar un balance entre tanto concreto y un estilo de vida más armónico con la naturaleza”, dice Marcela Alfonso. Aquellas viviendas que se encuentran cerca o tengan zonas verdes dentro de sus edificaciones, contribuyen al desarrollo sostenible, son espacios que sirven como mitigadores del calor urbano y generan ambientes más tranquilos y saludables para sus residentes. La bróker explica que este fenómeno se puede ver en conjuntos residenciales que cuentan con senderos, espacios para yoga, fachadas con construcciones verticales y el uso de terrazas comunales para la plantación de hidropónicos.
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5. Constructoras
La confianza y trayectoria de la constructora también es importante. Santiago Rico, Managing Director Colombia de Engel&Volkers, explica que los usuarios quieren sentirse respaldados y cómodos frente a lo que no es visible en una visita: estructura del edificio, cimentaciones, redes eléctricas e hidraúlicas, entre otras. Hay constructoras que realizan sus edificios con especificaciones atemporales lo que ayuda que se mantenga la valorización vigente en el tiempo, dándole al usuario seguridad para un avalúo en el futuro.
