x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

¿Por qué nos gusta escuchar música triste?: un asunto de conexión y compasión

La conexión, la compasión, la química y el consuelo son palabras claves para entenderlo.

  • Escuchar música triste también ayuda a profundizar en las emociones relacionadas a la tristeza y comprender por qué las sentimos. FOTO: SSTOCK
    Escuchar música triste también ayuda a profundizar en las emociones relacionadas a la tristeza y comprender por qué las sentimos. FOTO: SSTOCK
05 de junio de 2023
bookmark

En 2018 la plataforma musical de Spotify difundió un top cinco de las canciones más tristes del mundo seleccionadas desde 1958 hasta hoy con base en un estudio que hicieron: a cada una de las 35 millones de pistas con las que contaba en ese año se les incluyeron la opción para calificar las melodías y definir cuáles eran las más tristes para las personas. En primer lugar quedó The Firts Time Ever I Saw Your Face de Roberta Flack (1972), le siguieron Three Times a Lady de Commodores (1978), Are you lonesome tonight? de Elvis Presley (1960), Mr. Custer de Larry Verne (1960) y Still de Commodores (1979).

Estos listados sobre canciones tristes son comunes y sus resultados suelen ser distintos. Lo interesante es que sobran las canciones tristes o las que hablan de desamor, decepción, muerte, rabia, melancolía. Son de los leitmotiv más universales y por eso están presentes en todos los géneros musicales.

Para los científicos la razón total de por qué son tan apetecidas las canciones tristes —ya sea porque se esté sintiendo triste o solo porque le gusta escucharlas— todavía es incierta. Es un asunto que están intentando resolver. En un artículo publicado en The New York Times en mayo se concluyó que podría tratarse de un asunto de conexión con los otros y sus emociones.

“Quizás escuchamos música no por una reacción emocional sino por la sensación de conexión con los otros. Nuestro amor por la música no es una apreciación directa de la tristeza, sino de la conexión”, explicó Mario Attie-Picker, filósofo de la Universidad Loyola de Chicago para el medio neoyorquino.

Ante esa conclusión quedan preguntas como: ¿con quién conectamos?, ¿con el artista?, ¿con nuestro yo del pasado o con una persona imaginaria?

Sí hay una certeza y es que las personas que buscan resguardarse en la música triste al pasar por emociones como una tristeza, una desilusión, rabia, y demás buscan la compañía, la compasión y el consuelo en esa canción que escuchan y es en ese proceso en el que aparece la química. Existe una hormona conocida como prolactina que se aumenta y produce un efecto psicológico de consuelo en el otro, ayuda a sentir mejor.

“Al escuchar música triste experimentamos emociones de tristeza pero también de empatía en quien la escucha, como si el otro se estuviese poniendo en su lugar, brindando así una sensación de alivio o consuelo y es en todo este proceso donde aparece la prolactina, hormona encargada de frenar el dolor y hacer sentir mejor a las personas en ese momento”, expresó la psicóloga Luisa Fernanda Vallejo Sánchez.

Por su parte, la psicóloga Juliana Santamaría Sáenz dijo que “la prolactina aparece cuando escuchamos canciones tristes y nos sentimos consolados por la historia de la persona que está cantando. Nos sentimos apoyados, soportados y sostenidos emocionalmente por la canción que escuchamos”.

En la investigación ¿Está involucrada la empatía en nuestra respuesta emocional a la música? publicada en 2019 en la American Psychological Association se encontraron resultados sobre la hormona: se reclutaron 160 personas a las que les pusieron a escuchar diez canciones felices y diez tristes y concluyeron que la empatía está involucrada en el proceso de percibir y sentir emociones al escuchar música y que la prolactina podría desempeñar un papel en provocar distintas reacciones emocionales al escuchar música feliz o triste.

“La empatía al momento de escuchar música triste es fundamental. Hay canciones que nos invitan a ponernos en la situación de la otra persona o de uno mismo. Por ejemplo, si una persona atraviesa una infidelidad con una canción puede sentir arrepentimiento o sentir que no solo a ella le está pasando, sino que muchas personas se han sentido de esa manera”, explicó Juliana Santamaría Sáenz.

Esto no solo sucede con la música, sino también con los libros, la poesía, el cine. El arte en general.

Para saber más: Los músicos que le cantan a los enfermos en la Clínica Las Américas

En la investigación Cincuenta tonos de azul mencionada en el artículo de The New York Times se encuestó a 363 oyentes para describir sus emociones al escuchar música triste. Los resultados se agruparon en tres categorías: dolor, que incluye sentimientos como ira, terror y desesperación; melancolía, con una tristeza suave, nostalgia o autocompasión y una tristeza dulce, relacionada a una punzada agradable de consuelo o agradecimiento.

“La música genera en la persona una gratificación instantánea, cantar automáticamente estimula el sistema vago que se encarga de disminuir la frecuencia cardíaca, regular la respiración, disminuye los niveles de cortisol y aumenta los niveles de oxitocina”, explicó Gloria Cecilia Quintero García, psicóloga y docente del Área de Humanidades de Uniremington.

La música es uno de los tantos puentes de los humanos para conectar con las emociones, tanto con las propias como con las de otros. Buscamos sentirnos acompañados y también es una cuestión biológica. Nos salva.

El empleo que buscas
está a un clic
Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD