El World Economic Forum o Foro Económico Mundial (FEM) advirtió este martes 16 de enero en su nuevo Informe de Riesgos Globales 2024, que es de suma importancia que los países cooperen entre sí, porque al término de diez años, es probable que se configure “un orden multipolar o fragmentado, en el cual las potencias medianas y grandes se disputarán y establecerán nuevas reglas y normas” en el mundo y para los países en vía de desarrollo.
El documento, elaborado en colaboración con Zurich Insurance Group y Marsh McLennan, basa sus resultados y conclusiones en las opiniones de más de 1.400 expertos en riesgo global y político, y de líderes de la industria, todos ellos encuestados en septiembre de 2023.
De acuerdo con sus perspectivas, en su mayoría negativas, consideran que en el corto plazo la crisis por la que atraviesan muchos países, en especial cuando esta es de carácter político, económico y social, no mejorará, sino que, por el contrario, tenderá a empeorar. Solo que el 30% espera que esto ocurre a la vuelta de dos años, mientras que dos tercios de los encuestados, aseguran que esto ocurrirá en los próximos 10 años.
Así como también auguran, “un orden global inestable caracterizado por la polarización de las narrativas y la inseguridad, el empeoramiento de los impactos del clima extremo y la incertidumbre económica están acelerando la propagación de los riesgos, incluyendo la información errónea y la desinformación”, afirmó Saadia Zahidi, Managing director del Foro Económico Mundial.
“Los líderes mundiales deben colaborar para abordar las crisis a corto plazo, así como para establecer las bases para un futuro más resiliente, sustentable e inclusivo”, agregó.
Aumento de la desinformación y los conflictos
Una de las más grandes preocupaciones persiste en el aumento de los costos de vida, los riesgos y conflictos generados por la generación de información errónea, la desinformación motivada por la inteligencia artificial y la polarización social.
Los expertos prevén que el vínculo “entre la información falsa y el malestar social ocupará un lugar central en las elecciones que se celebrarán en varias economías importantes en los próximos dos años”. Además, los conflictos armados entre estados son una de las cinco principales preocupaciones de los próximos dos años, dados los recientes conflictos bélicos en curso y las tensiones geopolítica constante. Situaciones que podrían llevar al “desgaste de la resiliencia social están propagando los conflictos”.
Incertidumbre económica y desarrollo en declive
Se espera que los próximos dos años estén marcados por la constante incertidumbre económica, y la agudización de las brechas económicas y tecnológicas. Además de la falta de oportunidades económicas que en estos momentos, ocupa el sexto lugar a nivel global.
Así que de acuerdo con el cálculo de estos expertos sociales y económicos, “podrían surgir barreras relativas a la movilidad económica, lo que dejaría afuera de las oportunidades económicas a grandes sectores de la población. Los países propensos a conflictos o vulnerables en lo que respecta al clima pueden estar cada vez más desprovistos de inversiones y tecnologías, y la consiguiente creación de empleo vinculada a estas. En ausencia de medios de subsistencia para asegurar la vida, podría profundizarse la delincuencia, la militarización o la radicalización”, destaca el informe.
Planeta en peligro
Los riesgos ambientales siguen siendo de los principales retos que deberán enfrentar los países en los próximos años. Se estima que dos tercios de los expertos globales temen que se produzcan eventos meteorológicos extremos en 2024. “El clima extremo, el cambio drástico de los sistemas terrestres, la pérdida de la biodiversidad y el colapso de los ecosistemas, la escasez de recursos naturales y la contaminación representan cinco de los 10 riesgos más graves que se perciben para la próxima década”, señalaron algunas de estas autoridades.
Aunque no todos coincidieron en ello, hay quienes creen que la mayoría de los riesgos ambientales se materializarán durante un plazo más largo de lo que cree la sociedad civil o los Gobiernos, lo que apunta al riesgo creciente de alcanzar un punto de no retorno.
¿Cómo responder a los riesgos?
El informe convoca a los líderes a repensar las medidas para abordar los riesgos globales. Además, les recomienda centrar la cooperación global en la creación rápida de defensas para los riesgos emergentes más perjudiciales, como acuerdos que aborden la integración de la inteligencia artificial en la toma de decisiones vinculadas a conflictos.
El informe también explora otros tipos de acciones que no dependan exclusivamente de la cooperación entre estados: como fortalecer la resiliencia individual y estatal a través de campañas de alfabetización digital sobre información errónea y desinformación, o fomentar una mayor investigación y desarrollo sobre la previsión climática y las tecnologías con el potencial de acelerar la transición energética, con la participación de sectores públicos y privados.
Carolina Klint, Chief Commercial Officer de Marsh McLennan, Europa, señaló: “Los avances de la inteligencia artificial afectarán radicalmente las perspectivas de riesgos de las organizaciones, por lo que muchos tendrán problemas para reaccionar ante amenazas derivadas de la información errónea, la desintermediación y el cálculo estratégico erróneo”
Al mismo tiempo que agregó: “las empresas tendrán que negociar cadenas de suministro cada vez más complejas debido a la geopolítica y el cambio climático, así como por las amenazas cibernéticas crecientes. Se necesitará un enfoque tenaz para desarrollar resiliencia a nivel organizacional, nacional e internacional, y una mayor cooperación entre los sectores público y privado, para hacer frente a este panorama de riesgos en rápida evolución”.
Mientras que John Scott, Head of Sustainability Risk de Zurich Insurance Group, destacó: “El mundo está experimentando transformaciones estructurales significativas con la inteligencia artificial, el cambio climático, los cambios geopolíticos y las transiciones demográficas”.
Por lo que “los riesgos conocidos se están intensificando y están surgiendo otros nuevos, aunque también brindan oportunidades. Las acciones colectivas y coordinadas entre países desempeñan su papel, pero las estrategias locales son fundamentales para disminuir el impacto de los riesgos globales. Las acciones individuales de los ciudadanos, las empresas y los países pueden impulsar la reducción del riesgo global, y contribuir a un mundo más seguro y próspero”, concluyó.