Colombia ha dado un giro significativo en los últimos años en su enfoque hacia las inversiones sostenibles. La creciente preocupación global por el cambio climático, sumada a las demandas sociales de equidad y desarrollo inclusivo, han llevado a que el país se sume a la tendencia mundial de adoptar criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) en sus políticas de inversión.
Pero, ¿cómo está avanzando este cambio en Colombia y cómo se alinea con las metas de las Naciones Unidas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)?
En 2006, la ONU lanzó los Principios para la Inversión Responsable (PRI), un conjunto de seis directrices que buscan incentivar a los inversionistas a considerar factores ESG en sus decisiones financieras. Estos principios son parte de un movimiento más amplio que promueve una economía global sostenible y equitativa. En este sentido, Colombiano ha hecho importantes avances, especialmente en la integración de estos criterios dentro de su sector financiero y empresarial.
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Crecimiento en el mercado
Según Asobancaria, el volumen de inversiones con criterios ESG ha crecido de manera exponencial en los últimos cinco años. En 2022, las emisiones de bonos verdes en el país superaron los 5500 millones de dólares, con bancos e inversionistas institucionales comprometidos en la financiación de proyectos de energías renovables, infraestructura sostenible y eficiencia energética.
Además de los bonos verdes, otros tipos de instrumentos financieros, como los bonos sociales y los bonos de sostenibilidad, están ganando terreno. El Banco de Desarrollo de América Latina, por ejemplo, ha emitido bonos sociales para financiar programas enfocados en mejorar el acceso a la educación y la vivienda en Colombia. Esto no solo refleja un compromiso con los ODS, sino que también responde a la creciente demanda de inversionistas globales que buscan colocar su dinero en activos que generen un impacto social ambiental positivo.
“Como inversionistas podemos tomar acción a través de enfoques de inversiones responsables y sostenibles que nos ayuden a entender primero estos impactos ambientales cómo se gestionan y qué tipo de inversiones queremos financiar a través del capital que ponemos en nuestros ahorros o en nuestros fondos de inversión y esto no quiere decir que no estemos buscando un retorno financiero también, pero sí estamos buscando que sean sostenibles en el tiempo y que se consigan desde una perspectiva responsable en lo ambiental y social”. dice Rosmary Lozano, vicepresidente de Sostenibilidad e Inversiones Sostenibles de Credicorp Capital.
La Fundación Grupo Argos, por ejemplo, se ha convertido en un referente de inversión social y ambiental en Colombia y en este sentido, solo en 2024 su inversión ha superado los 13 mil millones de pesos en programas de conservación y restauración ambiental. Entre estos programas se destaca el sembrado más de 5 millones de árboles nativos en los últimos seis años. También impulsando el desarrollo de las comunidades gracias a la creación de más de 3.700 empleos verdes directos e indirectos.
Por otro lado, en el frente de transformación territorial, con una inversión de más de 10 mil millones de pesos en 2024, han tenido avances en materia de educación, apoyo al emprendimiento y movilización del voluntariado, entre otras inversiones sociales y ambientales.
“La Fundación es el reflejo del compromiso de Grupo Argos con el desarrollo integral del país, desde el ámbito económico, social y ambiental. Cada proyecto que lideramos es una contribución para construir de manera colectiva un mejor futuro para Colombia”, afirma María Camila Villegas, directora de la Fundación Grupo Argos.
Otras multinacionales y empresas nacionales reconocidas como Colgate, Dislicores, ISDIN, American Eagle, y KIA han encontrado en compañías como GreenSouls, Global empresa “B” Certificada, especializada en la integración de estrategias de sostenibilidad y marketing con propósito, el aliado perfecto para desarrollar proyectos de impacto ambiental y social mientras fortalecen relaciones con sus stakeholders.
“Invertir en proyectos de sostenibilidad articulados con estrategias de mercadeo y comerciales, son una herramienta perfecta para que las empresas no solo aporten al medio ambiente, sino también para generar ahorros, fidelizar y ser más rentables y competitivas en el mediano y largo plazo”, expresa Camilo Jaramillo, director de marca y fundador de GreenSouls Global, empresa que ha impactado unas 10.000 personas de comunidades nativas de recicladores, pescadores, estudiantes y biólogos marinos en 30.000 kilómetros cuadrados del país.
A pesar del notable crecimiento, existen desafíos que el país debe abordar para consolidar este enfoque. La falta de un marco regulatorio más robusto para los instrumentos financieros sostenibles, la falta de acceso a mercados financieros internacionales y las barreras burocráticas para el desarrollo de proyectos grandes son obstáculos que todavía frenan el potencial completo de las inversiones sostenibles en Colombia.
No obstante, las oportunidades cada vez son más amplias en esta materia. El país tiene el potencial de ser un líder en América Latina en inversiones sostenibles, dada su rica biodiversidad, sus recursos naturales y su creciente capacidad para atraer capital extranjero interesado en financiar proyectos que no solo generen rentabilidad, sino que también produzcan impactos positivos en el medio ambiente y la sociedad.
¿Qué son los bonos verdes?
Los bonos verdes son instrumentos financieros emitidos por empresas, gobiernos u organizaciones para financiar proyectos que generan beneficios ambientales.
Estos proyectos incluyen energías renovables, eficiencia energética, conservación de recursos y otros relacionados con la sostenibilidad. En Colombia, los bonos verdes han crecido significativamente, con más de 5.500 millones de dólares emitidos en 2022, y se proyecta un aumento constante en los próximos años.
Principales sectores de inversión sostenible
1. Energías renovables: proyectos como el Parque Solar La Loma en el departamento del Cesar y el Parque Eólico Alpha en La Guajira son ejemplos de este auge.
2. Agricultura sostenible: el sector agrícola colombiano, tradicionalmente uno de los más importantes de la economía nacional, está experimentando una transformación hacia prácticas más sostenibles.
3. Infraestructura verde: las inversiones en transporte público sostenible, saneamiento hídrico y la expansión de ciudades sostenibles son pilares clave a futuro.
4. Conservación y biodiversidad: Los bonos vinculados a la biodiversidad y los acuerdos de conservación privada están siendo impulsados por el Gobierno en colaboración con organismos internacionales.
