Mientras los jóvenes no retiran los ojos de las pantallas y los adultos se preocupan por la cantidad de tiempo que emplean divirtiéndose con videojuegos, la ciencia se encarga de estudiar qué tan beneficiosos pueden ser estos para la salud mental, motivar la actividad física y envejecer sanamente.
Se sabe que el cerebro humano conserva un alto grado de plasticidad incluso cuando ha llegado a la vejez. A partir de esta certeza los científicos han explorado y puesto a prueba actividades que ayudarían a mantener la capacidad cognitiva activa: aprender, memorizar, concentrarse y comunicarse.
Un estudio publicado en la revista Frontiers in Human Neuroscience demuestra que la memoria operativa (la que permite hacer tareas como leer y realizar cálculos matemáticos) y la memoria episódica (la que permite recordar momentos, lugares y detalles autobiográficos) pueden mejorar en los adultos mayores (de más de 60 años) luego de haber tenido a su disposición videojuegos que estimulan determinadas áreas del cerebro.
Del estudio, realizado por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (España), participaron 40 adultos mayores madrileños. La mitad de ellos recibió 15 sesiones de entrenamiento con videojuegos de la plataforma especializada Lumosity (www.lumosity.com). Aquellos que jugaron mejoraron en ambos tipos de memoria.
Lo bueno de los videojuegos
Las capacidades cognitivas de los voluntarios fueron analizadas en tres momentos: antes y después de haberse entretenido con los videojuegos, y al cabo de tres meses.
Entre las actividades utilizadas para evaluar ambos tipos de memoria incluyeron pruebas como el test de cubos de Corsi, de retención de dígitos y tareas con rompecabezas.
Los hallazgos fueron concluyentes: además de mejorar su desempeño en todos los videojuegos, los adultos mayores que habían participado de las secciones obtuvieron mejores resultados que el resto en cuanto a tareas que implican la puesta en marcha de funciones cognitivas. Además, la revisión hecha a los tres meses siguientes demostró que tal rendimiento persistía.
En coherencia con esto, señala para Agencia Sinc Soledad Ballesteros, directora del Grupo de Estudios de Envejecimiento y Enfermedades Neurodegenerativas de la UNED y coautora del estudio, efectivamente “el cerebro de las personas mayores conserva plasticidad y precisaría sesiones periódicas (de actividades estimulantes) para mantener estos beneficios”.
Los beneficios con mesura
Teniendo en cuenta que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, entre 2020 y 2030 el porcentaje de personas mayores de 60 años aumentará un 34 %, se espera que las tecnologías actuales y emergentes sean aliadas en la consolidación de un envejecimiento saludable y activo que favorezca la permanencia de estas personas en la sociedad, de manera que se mitigue la discriminación hacia ellas y se prevengan nuevas modalidades de rechazo.
Y aunque este punto es clave, Ángela Agudelo, jefa del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, recuerda que antes que dedicarse a videojuegos, hay que apostarle a un estilo de vida saludable: hacer ejercicio, tener una dieta balanceada, no consumir alcohol, tabaco u otras sustancias, tener una red de apoyo que contribuya a la socialización (amigos y familiares) y mantener controladas (asistiendo al médico y tomando los fármacos pertinentes) enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión, la depresión y la ansiedad.
Ahora bien, dice, la estimulación cognitiva es fundamental, no solo entre los adultos mayores, sino entre todas las edades. “Con los videojuegos efectivamente se puede contribuir a la estimulación de diferentes áreas del cerebro dedicadas a la atención, la memoria, el lenguaje, la orientación, la capacidad de planeación y ejecución”. Destaca que con algunos de ellos, basados en realidad virtual, se puede motivar el ejercicio físico, fundamental dentro de la estimulación cognitiva.
El exergaming, como lo llama el docente Pablo Campo Prieto, fisioterapeuta especializado en Párkinson e investigador de la Universidade de Vigo, en el texto El gaming no tiene edad y puede ayudar a envejecer con salud, publicado en el medio The Conversación, está directamente relacionado con la tecnología inmersiva (mediada por un casco de realidad virtual), que permite introducirse en un entorno 100 % virtual y hacer casi cualquier cosa en primera persona. “Hay precedentes que lo demuestran. Las sesiones de fisioterapia basadas en ejercicio terapéutico han tenido buenos resultados en el colectivo sénior”.
En cuanto a los tipos de videojuegos que pueden utilizarse, puntualiza Agudelo, solo los violentos no estarían indicados. “Por demás, lo principal es que sean amigables, fáciles de usar, divertidos, que enseñen o ayuden a fortalecer algunas habilidades (ver Recomendados)”.
¿Cómo motivarlos?
Es normal que los adultos mayores se muestren reacios a acercarse a este tipo de entretenimiento pues, señala Agudelo, persisten las creencias de que es solo para los jóvenes y que es difícil de usar.
Para sortear estas actitudes deberá, siendo cuidador, o bien adulto mayor, buscar los que se acerquen a los gustos personales. “Por ejemplo, si le gustan los crucigramas, las sopas de letras o los rompecabezas, buscar videojuego relacionados. Si le gusta el ejercicio o el baile, buscar unos más acordes a eso”, señala la docente.
Luego de escoger la temática será fundamental sentarse con ellos, enseñarles con paciencia cómo se juega, cómo se sube de nivel y jugar en equipo cuando el videojuego lo permite. “En general suele haber resistencia al cambio, pero cuando se explora algo novedoso se generan nuevas conexiones neuronales, lo que ayuda a prevenir el deterioro cognitivo”.
Si definitivamente no les gustan los videojuegos, los expertos recomiendan acudir a juegos de mesa que pueden servir igual, por ejemplo ajedrez, dominó y rompecabezas.