En un hito médico sin precedentes, en el hospital Juaneda Miramar de Mallorca, nació el primer bebé de Europa gestado por dos mujeres el pasado 30 de octubre.
El pequeño, bautizado como Derek, pesó 3,3 kilogramos al nacer, marcando un momento histórico en el ámbito de la reproducción asistida. Esta innovación fue posible gracias a una técnica revolucionaria conocida como sistema Invocell.
La idea era que Azahara se embarazara, ya que Estefanía tiene una operación de estómago y debe comer muy poco. “Por eso, teníamos claro que lo llevaría mi mujer. Sin embargo, el hecho de poder llevar el embrión cinco días dentro de mí fue lo que nos decidió”, contó Estefanía sobre el valor “emocional” añadido de este procedimiento a ABC Sociedad.
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El doctor Gustavo Carti, coordinador médico de la Unidad de Reproducción Asistida de Juaneda Fertility en Baleares, a donde acudieron ambas mujeres en su deseo de ser madres, explicó en el mismo diario que “el Invocell es un dispositivo que funciona como una pequeña incubadora, pero, a diferencia de las existentes en el laboratorio, se coloca debajo del cuello uterino de una de las dos mujeres, lo que permite que el desarrollo del embrión durante los primeros días tenga lugar dentro del cuerpo, en lugar del laboratorio”.
Así, el dispositivo permitió que ambas compartieran el proceso de desarrollo del embrión, lo que les brindó la oportunidad de gestar a su hijo de manera compartida. Pero, ¿cómo? Al colocar el Invocell bajo el cuello uterino de una de las mujeres, este actúo como una especie de incubadora natural en la que el embrión se desarrolló durante los primeros días de gestación.