Cuando pensamos en la casa de una persona con capacidades diferentes hacemos, en ocasiones, una imagen mental de un lugar hospitalario, gris y frío. Lo mismo puede suceder, según los casos, con los adultos mayores. Sin embargo, la arquitectura y el diseño de interiores se han encargado de construir lugares que funcionan para todos y, al mismo tiempo, reflejan estilo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, entre 2015 y 2050, el porcentaje de los habitantes del planeta mayores de 60 años casi se duplicará, pasando del 12 al 22 %, lo que significa que pensar en espacios que se adapten a todas las necesidades es fundamental. De esta manera, la arquitectura inclusiva tiene en cuenta medidas concretas, desde la amplitud de las puertas hasta la disposición de los muebles, todo diseñado para permitir la máxima movilidad y comodidad. Dice Juan Pablo Prieto Ocampo, arquitecto de Modular Places, que la funcionalidad es clave en el diseño de espacios para personas con capacidades diferentes. “Es muy importante ser inclusivos porque estas personas también necesitan habitar la casa, y la idea es que todo sea funcional y se adapte”.
Por ejemplo, las puertas no deben medir menos de un metro de ancho para que la silla de ruedas o la camilla puedan caber; las medidas para un baño son de aproximadamente siete metros cuadrados y, en cuanto a corredores de circulación, deben medir entre 1,20 m. y 1,50 m., de acuerdo con el arquitecto. “Desde el diseño y la ejecución también evitamos las escaleras, diseñamos los mesones a la medida y procuramos que no existan sobresaltos en el piso”, agrega.
También le puede interesar: Cómo navegar por las redes en busca de ideas de diseño interior
Un espacio inclusivo no tiene por qué ser aburrido
La estética complementa la funcionalidad para lograr espacios íntegros y habitables. Elementos como barras para el sostenimiento deben cumplir con las normas de seguridad hospitalaria: que sean resistentes e hipoalergénicas, sin embargo, existen muchas posibilidades para dar vida y color. De acuerdo con Melissa Gómez, arquitecta de Atres Arquitectura y de la empresa Capacitados, especialista en diseño inclusivo, “la norma exige que los colores que se utilicen sean gris y blanco, pero podemos jugar con luces cálidas que dan sensación acogedora. También podemos utilizar pisos en madera o cualquier material que permita ajustar las alturas”.
Accesorios como plantas, cortinas gruesas, cojines y soportes en colores vivos también aportan calidez y recogimiento. “En cuanto al mobiliario de la cocina, los cajones de cierre lento son una opción para quienes no se pueden agachar ni buscar elementos en compartimentos muy profundos. También se deben evitar los muebles superiores y, en cambio, construir muebles inferiores más largos que permitan el almacenamiento de todos los utensilios”, puntualiza Prieto.