Cada 23 de abril se celebra el día del idioma español y cada vez más personas se unen a la celebración, que no sólo busca promover la diversidad lingüística y cultural en todo el mundo, sino conmemorar el legado literario del escritor español Miguel de Cervantes Saavedra, quien falleció un 23 de abril, pero de 1616.
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Según el Anuario del Instituto Cervantes 2023, que recopila datos sobre este idioma en el mundo, el español es la segunda lengua materna del mundo por número de hablantes, tras el chino mandarín, pues casi 500 millones de personas tienen el español como lengua materna, es decir, el 6,2 % de la población mundial.
Además, calculan que el número de hispanohablantes seguirá creciendo en las próximas cinco décadas. En 2100, solo el 6,4 % de la población mundial podrá comunicarse en español. Y en 2060, Estados Unidos será el segundo país hispanohablante del mundo, después de México. El 27,5 % de la población estadounidense será de origen hispano. A eso, se suma que más de 23 millones de alumnos estudian español como lengua extranjera en 2023.
Con tantas personas hablando español, y tantos países tan diversos que tienen este idioma como lengua nativa, siempre surge el debate sobre quién lo habla mejor o peor, pero la respuesta nunca es absoluta.
El español ha ido cambiando con la geografía y el tiempo. Cada comunidad, región o país va desarrollado sus propios códigos y utiliza palabras y expresiones diferentes para comunicar lo mismo, en Medellín, por ejemplo, surgió el parlache, que se ha ido extendiendo por otras regiones del país.
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Hace poco, Alejandro Torrealba, profesor de origen colombiano que enseña español en Liberty University en Virginia, Estados Unidos, se volvió viral en redes sociales cuando intentó responder esa pregunta a sus estudiantes.
“Al menos, desde un planteamiento riguroso y científico, no hay ningún país en el que se pueda decir que se habla el mejor español. Sin embargo, podemos hablar acerca de los individuos que hablan o manejan mejor el lenguaje que otros, y eso se debe a la formación personal, al conocimiento de la ortografía, la gramática”, dijo el profesor.
Así, pues, a pesar de las diferencias, hablar bien o mal un idioma no depende tanto del país como de cada persona, de su formación. Aunque es claro que hay quienes prefieren unos acentos a otros, pero eso no define lo bien o lo mal que se habla.
