En la conferencia internacional de la Alianza para una Acción Transformadora sobre clima y salud (Atach, por sus siglas en inglés), organizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se entregaron datos alarmantes sobre los peligros que amenazan a los humanos causados por las altas temperaturas.
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Según la directora ejecutiva de Lancet Countdown, Marina Romanello, las altas temperaturas producen siete millones de muertes prematuras al año por la contaminación del aire y se prevé que si la temperatura supera los 2° centígrados como está previsto, las muertes por calor en mayores de 65 años aumentarán en un 370 %, las bajas laborales un 50 % y la transmisión del dengue un 37 %.
En este contexto, la experta ha advertido de que la situación con respecto al cambio climático “va a ser cada vez peor” señalando que “estos son los datos si aumentara la temperatura dos grados”, pero que “hay que imaginar la situación si aumentaran más de dos grados, que es lo que parece que va a ocurrir”.
Estar expuesto a altas temperaturas es riesgoso para la salud. Es por eso que se debe informar sobre maneras de protegerse y evitar un golpe de calor, una afección que podría llevar a la muerte.
¿De qué se tratan los golpes de calor?
La Clínica Mayo de Estados Unidos lo define como un trastorno ocasionado por el exceso de calor en el cuerpo, generalmente como consecuencia de la exposición prolongada a las altas temperaturas o del esfuerzo físico en altas temperaturas. Este se produce comúnmente en verano cuando la persona alcanza los 40° C de temperatura y podría ser letal.
“El golpe de calor es un síndrome que es potencialmente fatal. Se puede producir una falla sistémica, una falla en todos los órganos. Daña la parte hemodinámica que es el flujo sanguíneo, la parte renal, hepática y puede presentar alteraciones neurológicas y de coagulación”, expresó María Clara Ortiz Sierra, médica internista.
No siempre ocurre esto, sin embargo, cuando se complica puede llevar a la muerte. Sus síntomas principales son mareo, aturdimiento, debilidad, torpeza, falta de coordinación, fatiga, dolor de cabeza, visión borrosa, dolores musculares, náuseas y vómitos.
La piel puede estar caliente, enrojecida y seca por la deshidratación corporal, aunque a veces también puede haber sudoración.
La alteración cerebral puede generar confusión y desorientación, tener convulsiones o caer en un estado de coma. La frecuencia cardíaca y la respiratoria aumentan y el pulso se acelera.
“El cuadro clínico se antecede de uno a dos días de agotamiento físico, debilidad, mareos, calambres musculares intensos, vértigo y otros más. La mayoría de asistencias a urgencias ocurre pasados los síntomas de cuatro a seis horas y la mayoría de pacientes tendrá la piel seca y caliente, apenas un 15 % tendrán una sudoración profusa. Esto con dolor abdominal y alteraciones del sistema nervioso desde somnolencia hasta el estupor, la disminución de reflejos profundos, las convulsiones y el coma”, agregó Julián Rondón-Carvajal, médico especialista en medicina Interna del Hospital Alma Máter de Antioquia y docente de la Facultad de Medicina de la U de A.
Dos tipos de golpe de calor
Existen dos tipos de golpe calor y se refieren a ellos como el activo y el pasivo. Los dos se producen de maneras distintas: el activo ocurre, principalmente, en personas jóvenes activas que tienen sus mecanismos de autorregulación bien pero que hacen actividad física intensa en los días soleados. Por el contrario a la pasiva, que ocurre en personas que tienen alterados sus mecanismos de autorregulación de la temperatura. Suelen ser personas mayores, debilitadas o jóvenes con enfermedades crónicas de base.
“Antes de exponerse al sol las personas deben conocer algunos factores de riesgo que pueden tener y pueden ser más propensos a un golpe de calor. Si es un pequeño menor de cinco años o mayores de 65 años pueden tener mayores problemas. También aquellos pacientes con enfermedades cardiovasculares o pulmonares, pacientes que toman medicamentos para la presión, que usan inhaladores, todos ellos podrían estar en riesgo”, indicó José Alejandro Toro Rivera, médico general Clínica CES.
¿Qué hacer si le da un golpe de calor?
Es esencial actuar lo más rápido posible. El médico Carlos Montealegre, dermatólogo y docente de la U de A, expresó que la solución más factible para salvar la vida de una persona del golpe de calor es la de introducirla en agua fría, y si es posible, con hielo.
“Hay que meterse al agua lo más rápido que se pueda. El agua hará que la persona baje su temperatura corporal por debajo de los 40 grados centígrados y eso tardará entre 20 a 30 minutos”, informó Montealegre.
Eso sí: siempre lo recomendable es dirigirse a un centro médico, donde personal entrenado pueda controlar la situación y atender al paciente. En ocasiones aplicar el agua indirectamente con paños húmedos también puede funcionar.
Para prevenir el golpe de calor es importante seguir una serie de indicaciones que van desde una buena hidratación hasta protegerse del sol caminando por la sombra.
“Evite asolearse, hacer ejercicio en el exterior, salir en horas en las que el sol está más fuerte que es entre las 11:00 de la mañana a 4:00 de la tarde, vestir ropa suelta, holgada, que los colores sean claros, que las mangas sean largas para que no haya una exposición directa al sol, beber líquidos —aunque no tenga sed—, consumir alimentos frescos como frutas y verduras, permanecer en la sombra, usar gorras, sombreros, evitar permanecer en vehículos estacionados bajo el sol y que estén cerrados y que no tengan buena circulación de aire”, agregó Ortiz Sierra.
Los golpes de calor ocurren en todo el mundo, principalmente en países en los que hay altas temperaturas como en India que sus termómetros llegan hasta 48 grados centígrados.
Este fenómeno también puede ocurrirle a los animales y presentar síntomas como confusión, ansiedad, aturdimiento, saliva excesiva, jadeos fuertes, gemidos y encías muy rojas. Su piel es más caliente y podría presentar hasta convulsiones. Por estos días no los cubran con ropa y recuerden hidratarlos bien.