Por María Camila López Ramírez
A Lucas Salomón, el primer bebé de Astrid Uribe y Julián Cruz, lo desahuciaron cuando apenas estaba en el vientre de su mamá. El diagnóstico: síndrome hipoplásico de ventrículo izquierdo, una cardiopatía congénita difícil de tratar.
“Nos dijeron en las clínicas más especializadas que lo mejor era interrumpir el embarazo, pero nosotros buscamos muchas alternativas hasta que encontramos a la Clínica Cardio Vid, ahí nos dieron una luz de esperanza. Entonces decidí tener a mi bebé, aunque solo respirara por un segundo”, cuenta Astrid.
Lucas Salomón fue intervenido a los cuatro días de nacido, a los tres meses y a los cinco años. Actualmente tiene ocho años y practica deportes como natación, equitación, cars, fútbol y bicicross. Aunque continúa con controles periódicos y medicación diaria, la vida de este pequeño transcurre con absoluta normalidad.
“Lucas no tiene límites y nosotros jamás se los hemos puesto, su vida es como la de cualquier otro niño”, cuenta Julián, su papá.
De acuerdo con Miguel Ruz, cardiólogo infantil de la Clínica Cardio Vid, “la mayoría de niños que nacen con una cardiopatía congénita llevan una vida completamente normal. Algunos pueden ser deportistas de alto rendimiento, otros quizás no, pero igual pueden practicar deporte”. Lo más importante, explica el especialista, es que, según la cardiopatía, se tengan controles periódicos con el cardiólogo y se sigan sus indicaciones.
¿Qué es una cardiopatía congénita?
Durante el proceso de gestación, cada parte del corazón del bebé se desarrolla gradualmente en el útero materno. Sin embargo, en algunos casos, este proceso no se lleva a cabo correctamente y se originan malformaciones conocidas como cardiopatías congénitas.
“Cuando hablamos de cardiopatías congénitas nos referimos a problemas del corazón que están presentes al momento del nacer, y se producen por la malformación del corazón durante, generalmente, las primeras cuatro semanas de vida intrauterina”, explica Sonia Morales, cirujana cardiovascular del hospital San Vicente Fundación.
Factores de riesgo: ¿por qué se presentan las cardiopatías?
Aunque la mayoría de estas patologías no tienen una causa específica, sí existen algunos factores de riesgo como el tabaquismo, el alcohol o la drogadicción y la presencia de enfermedades como la diabetes, la hipertensión y los trastornos metabólicos. Además, el antecedente de tener hermanos mayores con cardiopatías congénitas también puede influir en el desarrollo de alguna.
De acuerdo con la cirujana cardiovasucular Sonia Morales, el control prenatal es fundamental porque permite detectar de manera temprana una cardiopatía congénita y establecer el tratamiento adecuado. “Si hacemos diagnósticos tempranos, podemos establecer rutas efectivas de tratamiento”, asegura.
Cardiopatías congénitas más comunes
1. Comunicación interventricular
El corazón tiene cuatro cavidades, dos del lado derecho llamadas aurícula derecha y ventrículo derecho, y dos del lado izquierdo conocidas como aurícula derecha y ventrículo derecho. Ninguna de esas cavidades pueden comunicarse entre sí. De acuerdo con Miguel Ruz, “cuando hay comunicación entre los ventrículos, significa que hay un orificio en la pared que separa las dos cavidades”.
Diagnóstico: se diagnostica generalmente después de que nace el bebé y los signos de este defecto cardíaco pueden presentarse desde el nacimiento o pueden aparecer en los primeros años de vida. Mediante un ecocardiograma, el médico podrá ver el tamaño del orificio y la cantidad de sangre que transita por él. En algunos casos, se cierra de manera natural y no requiere intervención quirúrgica.
Síntomas de alerta:
Dificultad para respirar o respiración acelerada
Cansancio durante la alimentación
Sudoración
Poco aumento de peso
2. Comunicación interauricular
Cuando el feto está en proceso de desarrollo, se forma en su corazón una pared llamada Tabique Interauricular que se encarga de dividir la cámara superior en aurícula derecha e izquierda. Si esta pared no se forma correctamente y aparece un orificio en medio de estas, hablamos de comunicación interauricular.
Diagnóstico: si el defecto cardíaco es pequeño, los niños pueden ser asintomáticos o presentar síntomas a una edad mediana. La ecocardiografía es el primer examen que se realiza, pero el médico puede solicitar otros estudios más especializados. En caso de requerir cirugía por cateterismo, el cardiólogo colocará un dispositivo de cierre de la comunicación interauricular, en otras ocasiones se requiere de una cirugía a corazón abierto.
Los síntomas más frecuentes son:
Dificultad para respirar
Palpitaciones
Cansancio excesivo tras actividad física
Infecciones respiratorias frecuentes