En primer lugar, se tiene en cuenta su presencia en los medios de comunicación, así como en el debate social en el mundo hispanohablante. En segundo lugar, se valora que estas voces tengan algún interés desde el punto de vista lingüístico: una formación curiosa, un significado o una escritura que genera dudas entre los hablantes.
Las anteriores palabras del año de la Fundación fueron escrache (2013), selfi (2014), refugiado (2015), populismo (2016), aporofobia (2017), microplástico (2018), los emojis (2019), confinamiento (2020), vacuna (2021) e inteligencia artificial (2022). La ganadora de este 2023 se conocerá el próximo 27 de diciembre.
2. Ecosilencio: formada a partir del prefijo eco, esta palabra es una alternativa adecuada al extranjerismo greenhushing, que se ha extendido para referirse al ocultamiento de información sobre el cuidado del medioambiente. Se aplica principalmente a las empresas que, por razones diversas, evitan hacer públicas las herramientas que emplean para hacer que su actividad sea ecológica. En cuanto a su escritura, no resulta apropiado insertar un guion o un espacio entre el prefijo y la palabra silencio, por lo que la grafía recomendable es ecosilencio, todo junto.
3. Euríbor: la subida de los tipos de interés en todo el mundo para tratar de controlar la inflación ha centrado la atención de la información económica este 2023. Esto se ha traducido en un encarecimiento generalizado de las hipotecas; el repunte del euríbor (acrónimo formado a partir de euro interbank offered rate, es decir, tipo europeo de oferta interbancaria) ha sido uno de los temas de conversación más repetidos en España. Desde un punto de vista lingüístico, la Fundación ha recordado este año que esta voz se escribe con minúscula por tratarse de un acrónimo asentado como sustantivo común. Igualmente, lo apropiado es escribirla con tilde en la i como palabra llana terminada en consonante distinta de n o s.
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4. FANI: los ovnis (acrónimo de objeto volador/volante no identificado) han dado paso a los FANI (acrónimo de fenómeno anómalo no identificado). Mientras que la voz ovni se ha lexicalizado y puede escribirse enteramente en minúsculas, como un sustantivo común, es preferible escribir FANI como sigla, con mayúsculas.
5. Fediverso: las redes sociales son una parte esencial en el día a día de muchos hablantes y aparecen constantemente en los medios desde hace años. La palabra fediverso, que procede del inglés fediverse, es un acrónimo válido en español en el que se han combinado los términos federación, diverso y universo. Este término se refiere a redes sociales que se han federado para que el usuario pueda utilizarlas como una sola red.
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6. Fentanilo: la crisis que ha desatado este fármaco en diversos países, especialmente Estados Unidos, ha multiplicado la aparición de la palabra fentanilo en las noticias. Desde un punto de vista lingüístico, lo apropiado, dado que se trata del nombre común de una sustancia y no de una marca, es escribirlo con minúscula.
7. Guerra: la palabra guerra ha sido una constante en las informaciones a lo largo de todos los meses del año. Los conflictos armados que se suceden en diversos lugares del mundo y han protagonizado las noticias en 2023 hacen que esta palabra esté entre las seleccionadas. Pero también por sus otros usos: guerra de precios, guerra ideológica, guerra de fichajes... El sustantivo guerra significa, según el diccionario académico, ‘lucha armada entre dos o más naciones o entre bandos de una misma nación’, pero también ‘lucha o combate, aunque sea en sentido moral’ y ‘pugna, oposición, rivalidad’. Dada la amplitud de sus sentidos, el uso de esta palabra ha estado muy presente en el debate social y político de una amplia variedad de temas.
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8. Humanitario: Las catástrofes naturales, los conflictos bélicos o la inmigración han hecho que la voz humanitario haya adquirido especial relevancia durante 2023. Aparece en combinación con una gran variedad de términos: ayuda humanitaria, tregua humanitaria, corredor humanitario...
Tradicionalmente, el adjetivo humanitario se había empleado para referirse, entre otras cosas, a aquello que persigue aliviar los efectos de las guerras y otros escenarios graves. No obstante, en el derecho internacional y, más tarde, entre los propios hispanohablantes, se asentó su uso para calificar a las situaciones que requieren de ayuda humanitaria, y es desde 2022 uno de los sentidos que ya recoge el diccionario académico para este término. Así, también resulta adecuado combinarlo con términos como crisis o catástrofe.
9. Macroincendio: Hawái, Canadá, Grecia o la isla española de Tenerife son algunos de los lugares que han sido golpeados por las llamas este año. La voz macroincendio, formada con el prefijo macro-, que significa ‘grande’, se escribe en una sola palabra, y no es recomendable añadirle un guion o insertar un espacio.
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10. Polarización: es uno de los términos que más ha resonado a lo largo del año, en relación con diferentes cuestiones: políticas, sociales, de ideas, en el área de las redes sociales... Aunque, originalmente, el sustantivo polarización aludía a ideas complementarias, como puede ser el contraste entre ciencias y humanidades, hoy también se emplea de manera específica para referirse a situaciones en las que hay dos enfoques o bandos extremos, en ocasiones con una idea implícita de conflicto.
11. Seísmo: los terremotos de Siria, Turquía y Marruecos, y sus graves consecuencias humanitarias, han llenado las portadas de los medios de comunicación de todo el mundo durante semanas. Para referirse a estos fenómenos, son igualmente válidas las voces sismo y seísmo, aunque no se emplean con la misma frecuencia en todos los países; mientras que sismo es la más frecuente en el ámbito hispanohablante, en España se prefiere seísmo.