La carrera musical de Bruce Springsteen –conocido por sus seguidores con el apodo de The Boss– se cimentó en canciones inspiradas en la clase obrera estadounidense, ese franja de la sociedad que en los últimos años ha visto caer en picada sus ingresos económicos. Sus letras hablan de las penurias de hombres y mujeres que viven en la frontera de la pobreza. Sin embargo, la estrechez económica es algo que está muy lejos de Springsteen. Al menos eso informó la revista Forbes, que lo incluyó en la lista de los artistas cuya fortuna sobrepasa los mil millones de dólares. “A lo largo de seis décadas, el héroe de la guitarra ha amasado una fortuna de 1,100 millones de dólares”, dice la publicación del medio noticioso gringo.
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Los representantes de Springsteen no confirmaron la estimación de Forbes, pero lo que está claro es que Bruce es una máquina de hacer dinero. De hecho, por estos días –mediados de julio– está de gira en diferentes países de Europa, con un show que dura más de tres horas. En esos conciertos, The Boss hace un repaso de sus canciones emblemáticas y de los discos que lo han convertido en uno de los cantautores estadounidenses más importantes de los últimos cincuenta años. Tan es así la cosa que algunos expertos en música lo consideran, junto a Tom Waits y Neil Young, uno de los continuadores del legado de Bob Dylan.
