Los arándanos, pequeñas frutas de color azul oscuro, han sido objeto de numerosos estudios científicos debido a sus posibles beneficios para la salud.
Los compuestos antioxidantes y antiinflamatorios presentes en esta fruta pueden proteger el tejido renal y prevenir el daño oxidativo. Estos compuestos, conocidos como antocianinas, son responsables de su distintivo color.
Consumirlos regularmente beneficia a los riñones porque contribuyen al buen funcionamiento de estos órganos y previenen enfermedades desde infecciones urinarias hasta la insuficiencia renal crónica.
Un estudio publicado en la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry reveló que los arándanos contienen sustancias que pueden ayudar a reducir la formación de cálculos renales. Los investigadores observaron que ciertos componentes de esta fruta pueden inhibir la cristalización de los minerales en la orina, lo que disminuye el riesgo de cálculos renales, una afección dolorosa y potencialmente grave.
Además, otra investigación (Cranberries - potential benefits in patients with chronic kidney disease, 2019) realizada en “Food & Function”, una revista especializada en estudios sobre bioquímica y nutrición, encontró que los arándanos pueden tener propiedades antiinflamatorias y antioxidantes y componentes químicos que regulan la microbiota de los intestinos, lo cual podría ayudar a prevenir infecciones urinarias.
Lo anterior podría beneficiar principalmente a las personas que sufren de enfermedad renal crónica, pues están más expuestos a sufrir complicaciones cardiovasculares debido a estrés oxidativo, inflamación y disbiosis intestinal, una alteración en la microbiota del intestino. Ayudarían a prevenir estos riesgos y a mejorar la salud intestinal y del tracto urinario.
Más beneficios de las frutas
Otras frutas como las fresas y la piña también tienen sustancias que pueden beneficiar la salud renal. Un estudio publicado en la revista Nutrients reveló que las fresas contienen una alta concentración de antioxidantes, especialmente flavonoides y antocianinas, que pueden desempeñar un papel clave en la protección de los riñones. “Estos antioxidantes ayudan a neutralizar los radicales libres y reducir el estrés oxidativo, un proceso que puede dañar las células y tejidos renales”.
El nutricionista Andrés Zapata recuerda que es importante incluir en la dieta frutas de baja carga glicémica y bajo aporte de carbohidratos como las fresas y los arándanos.
La piña, según otra investigación de la revista Food Research International, es rica en bromelina, una enzima que se encuentra principalmente en su tallo y jugo. Esta tiene propiedades diuréticas, lo que significa que puede promover la producción y eliminación de orina. Esto es especialmente relevante para las personas que padecen retención de líquidos, ya que el aumento de la producción de orina puede ayudar a eliminar los desechos y el exceso de líquido del cuerpo, aliviando la carga en los riñones.
Los riñones desempeñan un papel muy importante en nuestro organismo, ya que filtran los desechos y el exceso de líquido de la sangre para producir orina. Además, ayudan a mantener el equilibrio de electrolitos y a regular la presión arterial. Sin embargo, factores como una mala alimentación, el sedentarismo y otras condiciones de salud pueden afectar negativamente la función renal.
Es importante destacar que las frutas como los arándanos, fresas o la piña no son un tratamiento o cura para enfermedades renales existentes, aunque tengan propiedades que pueden ayudar a la prevención y mejora de síntomas. Si tiene alguna preocupación sobre la salud de sus riñones, es fundamental que consulte a un profesional médico para obtener un diagnóstico adecuado y seguir el tratamiento recomendado.
También es importante anotar que los arándanos son frutas que se cultivan en Antioquia, por ejemplo, en municipios como Sonsón y La Unión, también hay cultivos en Chía, Cundinamarca. Los arándanos se pueden encontrar en los supermercados y tiendas que venden frutas y verduras.
PARA SABER MÁS
Sobre la salud de los riñones
Algunos de los síntomas de que algo no va bien en el riñón son: hinchazón por retención de líquidos, disminución en el volumen de orina (diuresis), fatiga, náuseas, dolor o ardor al orinar, dolor en la parte baja del abdomen y sangre al orinar. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en 2019 hubo más de 250.000 muertes por enfermedades renales.
*Este artículo fue escrito con el apoyo de Inteligencia Artificial.
