En el barrio La Sierra, suspendido sobre las lomas de Medellín, parece que el cielo está al alcance de la mano y los sueños se mezclan con las nubes. En ese rincón, donde el horizonte montañoso se funde en una panorámica de la ciudad, se está gestando una transformación educativa a través de un proyecto piloto que emplea neurotecnología avanzada para potenciar el desarrollo cognitivo de los niños, con el objetivo de mejorar su desempeño académico y enriquecer su experiencia escolar.
La iniciativa se hace en el colegio I.E.D. La Sierra y es implementada por la empresa paisa A. Z. Proyectos Educativos, con un dispositivo conocido como Senzeband, una especie de diadema que se ajusta en la frente para medir la actividad cerebral en tiempo real y enviar los datos vía Bluetooth a una tablet con la app Memorie, diseñada para entrenar cinco habilidades cognitivas esenciales: atención, capacidad espacial, toma de decisiones, memoria y flexibilidad cognitiva.
Amán Preston, gerente de A.Z. Proyectos Educativos, describe que “la Senzeband está diseñada para trabajar estas habilidades de manera integral, lo que ayuda a los niños a mejorar en múltiples aspectos cognitivos al mismo tiempo”.
¿Cómo funciona?
A través de ejercicios lúdicos, como ‘Ciclista Psíquico’, que pide concentrarse en el movimiento de una bicicleta para lograr que esta se mueva en pantalla, o ‘Recuerda el Sushi’, el cual entrena la memoria, este proyecto impulsado por el programa ‘Escuelas Inteligentes’, de la Alcaldía de Medellín, busca mejorar habilidades esenciales para el desarrollo académico y personal de los niños en sesiones cortas de media hora durante dos días a la semana.
1. Atención: La Senzeband utiliza ejercicios que requieren alta concentración y seguimiento de instrucciones, permitiendo a los niños mejorar su capacidad para enfocarse en tareas específicas.
2. Capacidad espacial: A través de actividades que involucran la percepción de direcciones (arriba, abajo, izquierda, derecha), los niños desarrollan una mejor comprensión del espacio y las relaciones entre objetos.
3. Toma de decisiones: Los juegos diseñados para esta habilidad ayudan a los niños a practicar la toma de decisiones rápidas y efectivas, fundamentales para la resolución de problemas en la vida cotidiana.
4. Memoria: La Senzeband incluye ejercicios que desafían a los niños a recordar y aplicar información, lo que fortalece su capacidad de retención y recuperación de datos.
5. Flexibilidad cognitiva: Este aspecto se trabaja mediante la capacidad de cambiar rápidamente entre diferentes tareas y adaptarse a nuevas instrucciones, mejorando así la agilidad mental.
Preston comenta que el proyecto se ha enfocado en el uso de la Senzeband para evaluar y entrenar estas habilidades en niños de entre 4 y 12 años, siguiendo un enfoque estructurado, que incluye la evaluación inicial, el entrenamiento cognitivo y el seguimiento continuo.
Según explica Eliana García, profesional de Apoyo Pedagógico de A. Z. Proyectos Educativos, “el programa empieza con una evaluación detallada que permite ajustar el entrenamiento para abordar las áreas específicas de necesidad de cada estudiante”.
Para los niños de primer grado, se proporciona un apoyo más cercano debido a su menor capacidad de lectura autónoma. Los docentes les dan instrucciones claras y un acompañamiento durante las sesiones. Luego, en grados superiores donde los niños pueden leer y seguir instrucciones de forma más independiente, se trabajan con grupos más grandes, facilitando la aplicación del programa a más estudiantes simultáneamente.
Además, la Senzeband recopila datos detallados sobre el desempeño en cada habilidad, permitiendo a los educadores y especialistas de A.Z. hacer un seguimiento del progreso de manera individual.
Este paso es crucial para ajustar las actividades y asegurar que los niños realmente estén mejorando en las áreas identificadas. Preston destaca que “es esencial observar cómo los estudiantes evolucionan a lo largo del tiempo utilizando la información recopilada para realizar ajustes en el plan de entrenamiento y maximizar los beneficios”.
Los resultados hasta ahora
Aunque la experiencia en la I.E.D. La Sierra apenas comienza, el programa ha mostrado resultados prometedores. Docentes dicen que varios de sus alumnos han mejorado su capacidad de atención, así como en su flexibilidad cognitiva. Amán Preston menciona que, aunque los resultados varían, los niños que comenzaron con debilidades en ciertas áreas han mostrado avances significativos.
Un caso destacado es el de un niño anteriormente señalado con déficit de atención que, inicialmente, parecía no saber leer. “El niño en realidad tenía dificultades para enfrentar la lectura por falta de confianza. La Senzeband reveló que podía leer y ahora está mostrando un progreso notable”, relatan. Ahora, el menor corrigió su capacidad de lectura y, de a poco, aumenta su autonomía y confianza en clase.
“El objetivo es encontrar cuál es la habilidad que realmente está afectada y trabajar el entrenamiento en esa área. La idea es fortalecer las áreas débiles, como cuando uno entrena un músculo: se debe trabajar lo que está débil para evitar lesiones y mejorar el rendimiento general”.
Más allá de La Sierra
El programa no solo ha dejado una huella en la Institución Educativa La Sierra, sino que también ha mostrado su potencial en otras regiones. A.Z. Proyectos Educativos ha implementado la banda en cinco colegios de Pereira y uno de Dosquebradas, en Risaralda.
Aunque por ahora su aplicación en Medellín se limitará a la I.E.D. La Sierra, al menos hasta finales de este año, el plan es llevar esta tecnología a más aulas de clase en Antioquia.
