El pasado 2 de enero el ministro de Salud, Fernando Ruiz, anunció “Mi Vacuna”, una aplicación móvil con portal web en la que los colombianos podrán conocer su turno para recibir la inmunización contra la covid-19. “El proceso se hará a través de ella y por medio de EPS e IPS se entregará una notificación”.
El anuncio se enmarca en una tendencia global en la que gobiernos de todo el mundo han creado y usado apps para enfrentar el nuevo virus. Por ejemplo, China y Corea del Sur implementaron aplicativos desde el inicio de la pandemia; en Argentina, Chile, Costa Rica, Guatemala, México, Panamá, Paraguay y Perú también se crearon apps para monitorear e informar a los ciudadanos sobre el avance de la enfermedad.
“Mi Vacuna” es el segundo aplicativo que pone en servicio el Gobierno de Iván Duque en el último año para gestionar la pandemia. No hay que olvidar que en abril de 2020 se lanzó “CoronApp-Colombia”.
Dicha aplicación, que según la entonces ministra Sylvia Constaín serviría como “un pasaporte de movilidad” en momentos en los que se buscase reactivar la economía, ha sido descargada más de 10 millones de veces en Android, el sistema operativo que está instalado en 16,9 millones de celulares de los 21,5 que hay en total en el país, según la última medición de audiencias móviles en Colombia, realizada por Comscore.
Esto la convierte, en menos de un año, en la app con más descargas de las ofrecidas por los 17 ministerios del Gobierno de Colombia en Google Play, corroboró EL COLOMBIANO tras un rastreo en esta tienda virtual.
Allí encontró que de un ecosistema de por lo menos 33 aplicaciones móviles que ministerios como el de Salud (9 apps); Comercio (5 apps); Educación (4 apps); o Minas (4 apps) ofrecen, solo CoronApp supera las 10 millones de descargas. Muy por detrás, dos aplicativos de MinDefensa y MinEducación, respectivamente, llegan a más de 100 mil descargas y la gran mayoría de apps que ofrece el Gobierno no supera las 10.000.
“La falta de descargas no es en sí misma una señal de fracaso. Podría serlo. Pero depende de la aplicación, de su objetivo, del usuario al que va dirigida y de la estrategia digital en la que se enmarque”, señala Agostinho Almeida, director del Centro de Cuarta Revolución Industrial, afiliado al Foro Económico Mundial, ubicado en Medellín.
Y es justo allí, en la pregunta de si existe una estrategia digital, en la que se inscribe “Mi Vacuna”.
¿Necesidad o moda?
El desarrollo y la necesidad de una app, señala Carlos Franco, inversionista en compañías tecnológicas, es una decisión que genera cada vez más discusión en el mundo de la tecnología. “El centímetro cuadrado más costoso es la pantalla de un celular. Desarrollar una app ya requiere mucho dinero, pero hacer que un usuario la descargue y que no la borre necesita todavía más inversión”. El desarrollo de la app más básica, estima, puede tardar mínimo 4 meses y requerir una inversión de por lo menos 10 millones de pesos.
La tendencia, dice, se está enfocando en la creación de aplicativos que puedan suplir un gran grupo de necesidades. “De esta forma, a la persona le resulta muy costoso eliminarla. Es lo que se ha llamado “Súper Apps”. Si usted ya pensó y tiene una súper app como CoronApp, con 10 millones de usuarios para gestionar el coronavirus, no tiene sentido crear una nueva. Si lo hace, es por una falta de estrategia digital clara”. Podría ser, se atreve a suponer, un intento por un nuevo inicio. “Tal vez dijeron, bueno, CoronApp no funcionó, arranquemos de cero con esta”. En Appstore, CoronApp tiene una calificación promedio de 3,6, una valoración que, si bien no es la más alta, solo es superada por otras 6 apps, de las 33 públicas que EL COLOMBIANO rastreó.
Varias de sus críticas, desde su lanzamiento, han girado alrededor de su solicitud de datos personales.
En realidad, dice Franco, más que una discusión sobre privacidad, hay un cuestionamiento sobre utilidad. “Hay una transacción básica en Internet y es datos por servicio. La gente no tiene problema en entregar sus datos a Facebook o Twitter o Rappi o Uber, porque recibe en compensación la prestación de un servicio”, explica, antes de agregar: “Pero si yo le doy mis datos a CoronApp y con esos datos no pasa nada, se genera una desconfianza y una sensación de poca necesidad en mi relación con esa aplicación”.
EL COLOMBIANO intentó comunicarse con MinTic y MinSalud para la realización de esta nota, sin que hasta el cierre de esta edición haya sido posible obtener una respuesta oficial de su parte.
La identificación de la necesidad que va a suplir la app es clave en su éxito. “Independientemente de si es el Estado, el sector público o privado, la oferta de este tipo de tecnología tiene que seguir una lógica sencilla a la hora de diseñar las aplicaciones y compleja a la hora de lograr que realmente sean utilizadas y generen valor”, señala Almeida. “Entender el para qué, el qué y el cómo. Es la secuencia lógica”.
Así también lo enfatiza Juan Pablo García, de Nebula, una empresa dedicada a ofrecer soluciones tecnológicas. “Las aplicaciones se usan para acceder a un producto o un servicio. Son particularidades del cómo para resolver un qué. Tal como sucedió con las páginas web en su momento, hay un afán, una moda, por salir a ofrecer apps, pero no hay un estudio sobre el hábito del usuario”. Conocer estos comportamientos permite establecer si la app tiene un espacio en el celular de los usuarios o diseñar estrategias para tenerlo, advierte García.
No tendría mucho sentido, por ejemplo, dice Franco, que el Estado ofrezca una app para instaurar denuncias (como ya existe en entidades como las superintendencias), cuando no se tiene la necesidad habitual de denunciar cosas todos los días. “Lo mejor en esos casos sería un buen desarrollo web que permita un correcto acceso desde el móvil y responda eficientemente a esa necesidad eventual”.
¿Cuál es la necesidad que llega a suplir “Mi Vacuna”? El ministro Ruiz ha señalado que la aplicación permitirá a pacientes con diagnósticos de enfermedades como diabetes, hipertensión, entre otros, inscribirse en las primeras etapas de vacunación si no están en los listados ya establecidos con base en la información de las EPS. Esto, adjuntando los soportes médicos que den evidencia de esas patologías.
Aunque CoronApp se planteó en un inicio como una app vital para la movilización de los colombianos dentro y fuera del país, los expertos señalan que poco a poco no solo ha ido perdiendo importancia dentro del discurso del gobierno; nunca logró imponerse como una necesidad en el día a día de los ciudadanos durante la pandemia.
La clave de “Mi Vacuna” será que sí logre cumplir con utilidad la promesa de su servicio. Pero ser necesario no es el único factor que determina el éxito de un aplicativo.
Las claves del éxito
Los números de descargas no son el único indicador que puede reflejar el éxito o fracaso de una aplicación. De hecho, puede ser insuficiente.
“Si uno piensa en el ciudadano común, 5.000 descargas de una app, que debería ser para todos los colombianos con celular, es una tasa de penetración y adopción muy baja y eso podría asociarse a la falta de capacidad de la aplicación de establecer valor. Sin embargo, depende mucho del fin de la app. Por ejemplo, si tiene como foco el sector de salud y es para las IPS o para los laboratorios, 5 o 10 mil descargas de pronto no es tan poco”, señala Almeida. La usabilidad y la visibilización son otros componentes claves.
“Se pueden tener aplicativos muy bien pensados, que cumplen una labor muy analizada, pero al entrar no es intuitivo y el usuario se pierde, no sabe qué hacer. Sucede mucho”; explica Andrés Vergara, un desarrollador de aplicaciones que ha trabajado durante los últimos 10 años entre el sector público y privado.
“Y finalmente, otro factor importante del éxito de una app, es la visibilidad. Una razón posible de que muchas aplicaciones del Estado no tengan descargas es que nadie sabe que existen”.
El tema podría reducirse a la publicidad. “Muchos proyectos, no solo del área pública, necesitan de una buena gestión de redes e inversión para darse a conocer”, dice Vergara. Y Franco agrega que eso se traduce en tener clara una estrategia digital con unos objetivos, un público definido y una necesidad que se pueda suplir eficientemente.
Una estrategia de aplicaciones móviles como vía de acercamiento a los usuarios digitales de Colombia, una población que crece año tras año, bien gestionada, puede “abrir la puerta a oportunidades de habilitar el ecosistema de innovación. Una app, por ejemplo, que permita mayor acceso a contenido de información de calidad que ayude a tomar mejores decisiones, es una integración tecnológica muy exitosa”, señala Almeida.
“Mi Vacuna” llega a Colombia en medio de una pandemia que consolidó a las apps como una opción que puede ser útil y de fácil comunicación con los ciudadanos. Su desarrollo ha avanzado en el mercado desde hace poco más de 10 años, más que todo en el sector privado. El Estado intenta alcanzar la tecnología con una serie de apps que, aunque son en general un buen experimento, señalan los expertos, tienen aún muchos retos por delante