El comisario europeo de Mercado Interno, Thierry Breton, advirtió el martes a Elon Musk que la plataforma X –antes Twitter– difunde “contenidos ilegales y desinformación” sobre los ataques de Hamás en Israel, según una carta a la que la prensa internacional. La carta pidió que Musk responda a las quejas por la divulgación de esos contenidos y lo conminó a contactar “a las autoridades relevantes” dentro de un plazo de 24 horas.
Le puede interesar: Fotos y videos desgarradores: así fue como Hamás utilizó las redes sociales para sembrar terror en Israel
“Tras los ataques terroristas llevados a cabo por Hamás contra Israel, tenemos indicios de que su plataforma está siendo utilizada para difundir contenidos ilegales y desinformación” en la Unión Europea, señaló Breton en su carta.
Una velocidad nunca antes vista
Desde cuentas de falsos periodistas hasta videojuegos con temas de guerra que alimentan narrativas equivocadas, las plataformas de redes sociales están luchando por contener un tsunami de información errónea en torno a las hostilidades palestino-israelíes después de flexibilizar las políticas de moderación de contenido.
Si bien los grandes acontecimientos mundiales suelen desencadenar una avalancha de falsedades, los investigadores sostienen que la escala y la velocidad con la que la desinformación en internet proliferó tras el ataque del fin de semana contra Israel por parte del grupo islamista palestino Hamás no se había visto nunca antes.
El conflicto, agregan, ofrece un sombrío caso de estudio de la mermada capacidad de destacadas plataformas como Facebook, propiedad de Meta, y X, antes Twitter, para combatir la información falsa en un clima de despidos y recortes de costos que han destruido los equipos de confianza y seguridad.
Le puede interesar: La Unión Europea detectó alto nivel de desinformación en X (antes Twitter) tras compra de Elon Musk
Para agravar el problema, en X —propiedad de Elon Musk—, se han tomado una serie de medidas polémicas, como la restauración de cuentas que difunden conspiraciones falsas y un programa de reparto de ingresos publicitarios con los creadores de contenidos que, según los investigadores, incentiva la participación en lugar de la precisión.
Los expertos temen que estas medidas hayan aumentado el riesgo de que la desinformación provoque daños en el mundo real, amplificando el odio y la violencia, especialmente en un escenario de crisis de rápida evolución.
“Las redes sociales están luchando por seguir el ritmo del constante flujo de desinformación e incitaciones a la violencia”, dijo Andy Carvin, del Laboratorio de Investigación Forense Digital (DFRLab, por sus siglas en inglés) del Atlantic Council.