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“Desdibuja los límites entre la tecnología y la humanidad”: así es Iris, la primera novela escrita por ChatGPT

En una colaboración inédita, un desarrollador de software usó ChatGPT para coescribir un libro que imagina un futuro en que los robots se integran plenamente en la vida humana, con sueños y emociones propias.

  • FOTO cortesía
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  • Tras experimentar con ChatGPT, el especialista es escéptico sobre los alcances de esta tecnología y cree que la IA no va a sustituir la mano de obra humana. FOTO Getty
    Tras experimentar con ChatGPT, el especialista es escéptico sobre los alcances de esta tecnología y cree que la IA no va a sustituir la mano de obra humana. FOTO Getty
19 de mayo de 2024
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Una Inteligencia Artificial se pregunta cómo sería la vida de una máquina entre seres humanos. ¿Qué pasaría si la tecnología avanza a tal punto que, en un futuro cercano, un robot se pueda camuflar y vivir como una persona corriente, con aspiraciones, sueños, amigos y un empleo? Esa es la trama narrativa de Iris, la primera novela en español escrita enteramente por ChatGPT, el famoso chatbot desarrollado por OpenAI.

“La historia juega con desdibujar el hecho de que Iris es una inteligencia artificial y atribuirle capacidades humanas, sentimientos y complejidades que sólo un humano podría tener”, cuenta David Guisado, coautor de la obra y quien se dedica profesionalmente a la transformación digital en el sector tecnológico para una empresa en su natal España.

Tardó menos de 15 días en coescribir el libro, haciendo preguntas y planteándole prompts, o instrucciones, a ChatGPT en su versión 3.5. Durante la primera semana, dedicó alrededor de 10 horas diarias, y el resto del tiempo se enfocó en la maquetación del contenido, aprender a editar un libro, generar una portada y explorar opciones de publicación. Todo con ayuda del chatbot.

El resultado fue un texto de 90 páginas que lleva al lector a cuestionar los límites entre la tecnología y la humanidad. La novela no solo explora la convivencia entre humanos y máquinas, sino que también muestra las capacidades creativas de las inteligencias artificiales actuales.

En entrevista con EL COLOMBIANO explica cómo trabajó codo a codo con una Inteligencia Artificial en este proyecto artístico, que no solo consistió en la redacción del texto sino en la composición de la imagen de portada. Además, compartió su opinión sobre el presente y futuro de la IA en el campo artístico, comentando que “el próximo best seller no lo va a escribir una inteligencia artificial, pero el próximo autor best seller va a estar ayudado por una IA”.

¿Cómo empezó a trabajar con herramientas de inteligencia artificial generativa?

“Soy una persona muy curiosa. Por mi trabajo en el sector tecnológico, siempre estoy alineado con las tendencias, explorando soluciones tanto de hardware como de software. Me encanta la electrónica y probar nuevas herramientas que vayan saliendo. Llevaba un tiempo muy cerca de soluciones de generación de texto, como las primeras versiones de GPT y soluciones de ideas generativas, más relativas a generación de imagen.

Había llegado a ellas a raíz de estudios que hice sobre Data Analytics y Machine Learning. Fue como una especie de máster que nos dieron en la compañía, que me ayudó a conocer más sobre el tema. Esto fue lo que me llevó a, en noviembre o diciembre del año 2022, conocer que la empresa OpenAI había presentado su chatbot”.

¿Entonces estudió sobre prompting y el funcionamiento de esta IA?

“Yo conocía la herramienta a través del sandbox que tenía OpenAI, allá por GPT 2. Pero por falta de curiosidad no le dediqué apenas tiempo a esa versión.

Solo me había parecido muy interesante y útil, pero se me encendió la bombilla de investigar más sobre prompting, sobre qué me podía dar, hasta cuando llegó a mis manos Chat-GPT, allá por finales de noviembre de 2022. Me puse a probar distintos “prompts”, ver cómo se comportaba según enfocabas el lenguaje.

Fui retrotrayéndome hacia el paper fundacional de estas soluciones y a entender un poco más del contexto de la IA generativa y de cómo ChatGPT había complementado al modelo con un fine-tuning y con una herramienta web para usarlo todo.

En ese primer acercamiento le hacía preguntas genéricas, probé en generación de código fuente cómo se comportaba, porque era uno de los ejemplos que encontré por Internet, y le preguntaba acerca de hechos históricos o de un libro que estaba leyendo, que me contase algo más. Ese tipo de cosas más generalistas que un uso profesional intensivo como el que puedo hacer ahora”.

¿Y cómo empezó a trabajar en la idea del libro?

“Fue bastante curioso. El día 2 de enero, yo soy una persona madrugadora, a eso de las 6:30 o así, tomando un café en el salón de mi casa, reflexionando sobre esta tecnología y qué podía ofrecerme, una pregunta que se me vino fue: ¿Esta tecnología sería capaz de escribir un libro? ¿Hasta qué punto sería capaz de llegar en ese aspecto? ¿Cómo puedo llegar a responderme yo a esta pregunta?

Encendí el portátil y le pregunté directamente: Oye, ¿serías capaz de escribir un libro sobre una inteligencia artificial que se vuelve vergonzosa? Y me dijo, sí, claro, y me dio una lista de los capítulos que tendría ese libro.

Ahí me sorprendí y quise tirar de ese hilo que acababa de encontrar. Le empecé a decir, ¿podrías desarrollarme el capítulo 1? Me desarrolló un primer capítulo sobre el cual fui haciéndole preguntas, preguntas, preguntas, y me vi dos horas después, siguiendo sentado en el ordenador, con el café frío y dándome cuenta de que había potencial ahí”.

¿Y de qué trata el libro?

Iris, que es el nombre que ChatGPT eligió para la inteligencia artificial, es una IA desarrollada por una empresa que busca que asista a sus empleados en todas las tareas habituales de su desarrollo, o sea, que es un producto interno de una empresa tecnológica para ayudarse a sí mismo y ayudar a sus clientes, buscando que sea un empleado más.

La trama comienza con el encendido de esa inteligencia artificial, siempre jugando con la ambigüedad al principio de si tiene o no tiene cuerpo, o cómo es ese cuerpo de ese equipo, dónde está instalada la inteligencia artificial, y continúa con cómo se va relacionando con sus creadores, con el resto de compañeros de trabajo.

Finalmente, llega a entablar una amistad con un compañero de oficina con el que desarrolla un apego seguro y es capaz de comunicarle sus inquietudes e inseguridades, y juntos van desarrollando esa vida profesional de Iris, hasta que ella incluso llega a encontrar trabajo en otra empresa y a mudarse a otra ciudad, a lo cual este amigo le acompaña.

Dentro de esta historia se desarrollan intrahistorias, como reuniones de trabajo, conversaciones con un café, un paseo por el parque, una cena con amigos. La historia juega con desdibujar el hecho de que Iris es una inteligencia artificial y atribuirle capacidades humanas, sentimientos y complejidades que sólo un humano podría tener”.

Tras experimentar con ChatGPT, el especialista es escéptico sobre los alcances de esta tecnología y cree que la IA no va a sustituir la mano de obra humana. FOTO Getty
Tras experimentar con ChatGPT, el especialista es escéptico sobre los alcances de esta tecnología y cree que la IA no va a sustituir la mano de obra humana. FOTO Getty

¿Hasta dónde intervino usted con el desarrollo de la trama, qué tanto es original de ChatGPT?

“La única pauta que le di fue si podría escribir un libro sobre una inteligencia artificial que se vuelve vergonzosa. A partir de ahí, la trama, el nombre y los personajes, las ciudades, cómo se sentía, cómo interactuaba, fue todo respondiendo a mis preguntas acerca de ellos. No hubo más interacción en la trama o en el desarrollo.

Más que un interés artístico o literario, yo lo que buscaba era explorar el potencial de esa tecnología y lo uní a mi interés por la literatura como lector, pero no como escritor, que no me considero serlo”.

¿Pero los derechos de la historia a quién corresponderían?

“Durante el proyecto, lo que me preocupaba era si iba a ser capaz de generar un contenido largo, útil y bonito de leer.

A posteriori, con la obra ya hecha, es cuando me encontré con esas preguntas, ¿quién es el autor de la obra? Yo la empecé a compartir con compañeros de trabajo, con amigos, con mi círculo de personas más cercanas, y una de las primeras cuestiones fue, ¿y este libro quién lo ha escrito, lo ha escrito la IA, lo has escrito tú?

Para mí está claro que el coautor soy yo porque toda la parte de texto y la parte de generación de contenido ha sido a raíz de mis preguntas, sin mis preguntas no existiría.

Es una herramienta muy potente, pero a día de hoy no tiene capacidad de generar de motu propio nada, sólo te responde a aquello que tú le preguntas. Y esto me hizo reflexionar sobre muchas otras cuestiones éticas, como propiedad intelectual, derechos de autor, originalidad de la obra, potencial de copiado de otras obras. Y me llevó a seguir investigando por mi cuenta acerca de estas cuestiones”.

Sobre la portada del libro, ¿el diseño también fue generado con IA?

“Sí. Cuando acabé, decidí generar la portada también con una IA generativa. Le pedí a esta GPT que me describiese la ciudad a la que se mudaba Iris cuando encontraba trabajo, que era una ciudad costera, y que me diese un “prompt” para una IA generativa de imágenes.

Me dio ese prompt y, modificándolo un poco, utilicé Stable Diffusion, que es un modelo de generación de imagen gratuito, o sea, de código abierto.

Además, Stable Diffusion, a través de una herramienta para mi ordenador, que se llama Diffusion Bee, te permite interactuar con ese modelo. Con esta herramienta generé lo que es la imagen de portada y luego ya, a través de maquetación pura, integré los textos, integré mi nombre y el de ChatGPT. El resumen también fue generado con ChatGPT para la contraportada y fue lo que dio lugar a la portada”.

Cuénteme sobre la recepción de este experimento, ¿qué comentarios ha recibido de lectores o críticos al respecto?

“El valor literario es nulo, a mi parecer. Es una novela que, si tú la lees desde el prisma de pensar que la ha escrito un ser humano, es muy pobre. Está a la altura de alguien con 16-18 años que escriba normal, tampoco que destaque mucho en sus capacidades de escritura.

Las tramas no son demasiado complejas, son bastante predecibles en muchos casos, pero puede decirse que es entretenida. Eso en cuanto a valor literario.

Luego, la recepción del libro ha sido interesante. Ha ocupado varios titulares en medios y hace poco hicimos una charla en una librería de Torrejón de Ardoz, cerca de Madrid. Querían que sus clientes habituales, aficionados a la tecnología, conociesen esta curiosidad e hicimos una presentación.

Fue curioso, pero más aún el hecho de que, con este libro, empecé a tener conversaciones acerca de la IA generativa y de sus usos. Eso me ha permitido dar formación a profesores en distintos institutos de España, dar charlas a alumnos y la verdad que ha sido enriquecedor en ese aspecto, y se han acogido siempre de buen grado esas charlas y formaciones”.

¿Cómo ve de cara al futuro el uso de la IA en el campo artístico?

“La verdad, sospecho que va a generar un grueso de material poco útil. O sea, habrá un conjunto de ruido en cuanto a generación de imágenes y en cuanto a generación de textos, pero no deja de ser material sin valor.

Se puede asemejar a cuando personas sin mucho conocimiento en diseño gráfico copian y pegan imágenes desde otros lugares de Internet, o copian textos de otros y cambian pocas palabras. Al final, ese ruido se va a quedar en ese campo.

Donde de verdad viene la disrupción es en el valor añadido y la facilidad de trabajo que puede dar a personas que se dediquen profesionalmente a este aspecto.

Creo que el próximo best seller no lo va a escribir una inteligencia artificial, está claro, pero sí el próximo autor best seller va a estar ayudado por una IA, que es como tener esas conversaciones con amigos tomando un café, con tu pareja o con un compañero de trabajo acerca de tu proyecto.

Ahora podrás contárselo a esta IA generativa, te podrá dar distintas opciones que muy probablemente no copies y pegues, sino que te sirvan de inspiración para completar tu historia o para explorar distintas vías de la historia de tus personajes.

Estoy seguro de que la inteligencia artificial nos debe asistir en nuestro trabajo, pero no nos sustituye”.

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