Entre los cinéfilos crece la expectativa por el estreno de Oppenheimer, la película de Cristopher Nolan. La historia se centra en la figura de Robert Oppenheimer, el físico teórico de origen judío conocido como el “padre de la bomba atómica”. El físico se destacó dentro del Proyecto Manhattan, que buscaba desarrollar la bomba atómica, un arma sin precedentes y que cambiaría la historia de la humanidad.
La esperada película de Nolan se centra en la parte humana del físico, de quien se sabe que luego de activadas las bombas de Hiroshima y Nagasaki, se declaró como un “destructor de mundos”. Cuenta la historia que el trabajo en el Proyecto Manhattan fue tan intenso que Oppenheimer apenas dormía y, para el momento en que se probó la bomba, pesaba 52 kilos, muy poco para sus 1,78 metros.
Luego de terminada la guerra, Oppenheimer hizo declaraciones públicas en contra del desarrollo nuclear y propendió por el desescalamiento de las armas nucleares. Por eso fue excluido de los círculos políticos y militares. No debe olvidarse que después de acabada la guerra comenzó la verdadera carrera armamentística entre La Unión Soviética y Estados Unidos, las dos potencias de la época.
Oppenheimer es recordado por su cruenta frase, luego del desarrollo de la bomba: ”Ahora me he convertido en la muerte, el destructor de mundos”.
Oppenheimer nació en 1904 en Nueva York, en el seno de una familia acomodada. Su padre era un empresario textil exitoso. Sus biógrafos lo describen como un estudiante muy versátil, sobresaliente. El futuro físico entró a estudiar a Harvard luego de atravesar una fuerte colitis. El primer año hizo un viaje a Nuevo México con un profesor jubilado de Literatura, y allí se curó por completo de su padecimiento.
Una vez graduado, Oppenheimer hizo importantes contribuciones a la mecánica cuántica, una rama todavía nueva para entonces. Durante varios años fue profesor en la universidad de California en Berkeley, donde adquirió un amor por la física y el campo, a las que llamaba sus grandes amores. De hecho, en esa época sufrió una tuberculosis que lo llevó otra vez a Nuevo México, donde luego compró un rancho para completar su amor por la física y el campo.
Luego vinieron los proyectos Manhattan Los Álamos, donde finalmente desarrollaron la bomba. Personas que lo conocieron de cerca remarcan su particular ambigüedad. Recuerdan que sus reacciones al desarrollo de la bomba fueron tan contradictorias como inexplicables.
Ese hombre inteligente, que lograba compenetrarse con sus estudiantes, que era reconocido por su gusto exquisito y su claridad para expresarse, es interpretado por Cillian Murphy en una película que ya ha dado mucho de qué hablar sin siquiera estrenarse.