En las profundidades del Océano Pacífico, donde las ballenas jorobadas bailan en el vasto azul, estas criaturas tejen canciones con sus voces, como si fueran grandes poetas del mar. Cada cetáceo emite sonidos complejos, cuyo significado ha sido un misterio para los seres humanos e igualmente ha inspirado mitos, historias y leyendas en altamar.
Pero más allá de su belleza, ¿qué significan estos sonidos? Un equipo de científicos del Instituto SETI, la Universidad de California Davis y la Fundación Ballena de Alaska se aventuró en aguas de Alaska en búsqueda de respuestas y este año esperan publicar los resultados de un avance científico que podría redefinir nuestra comprensión de la comunicación inter-especies para siempre.
El equipo de investigadores publicó sus primeros resultados en la revista especializada Peer J, en un estudio titulado Interactive Bioacoustic Playback as a Tool for Detecting and Exploring Nonhuman Intelligence: ‘Conversing’ with an Alaskan Humpback Whale, que detalla sus encuentros cercanos con una inteligencia no humana, específicamente, ballenas jorobadas.
El grupo científico, conocido como Whale-SETI, ha estudiado los sistemas de comunicación de estas criaturas en un esfuerzo por desarrollar métodos de investigación que ayuden a la comunicación con inteligencia no humana.
El evento, que califican de histórico, tuvo lugar cuando reprodujeron en el mar una “llamada de contacto” de una ballena jorobada, a través de un altavoz submarino. En respuesta, una ballena a la que llamaron Twain se acercó al barco del equipo, interactuando y respondiendo a esa señal de saludo en un estilo conversacional. La interacción duró cerca de 20 minutos, tiempo en que Twain respondió a cada llamada de reproducción, permitiendo a los científicos comparar las variaciones de intervalo entre las señales.
La autora principal del estudio, Dra. Brenda McCowan, explicó a través de una comunicación del Instituto SETI que “este es el primer intercambio comunicativo entre humanos y ballenas jorobadas en su propio lenguaje”.
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Estos animales “emiten sonidos suaves y calmados, similares a ronroneos, para comunicarse entre sí. Estos sonidos se utilizan para mantener a las crías cercanas a sus madres o para mantener unidos a los miembros de un grupo”.
Así lo explica Esteban Duque, especialista en mamíferos marinos y líder de investigaciones marinas del Jardín Botánico del Pacífico, al enfatizar la importancia de comprender la estructura y evolución de las canciones de las ballenas jorobadas.
“La canción de una ballena jorobada tiene una estructura muy complicada, incluso más compleja que la comunicación de los seres humanos. Su música tiene unidades sonoras que se organizan en frases y estrofas. La estructura de la canción es colectiva y se transmite entre los miembros de un grupo. Los machos adultos son los principales cantantes, y las canciones son aprendidas y modificadas colectivamente a lo largo del tiempo”, explicó a EL COLOMBIANO.
Para comprender mejor estos sistemas de comunicación, el equipo Whale-SETI explica que ahora se encuentran en una etapa de estudio en que intentan descifrar el significado de cada sonido que grabaron durante la interacción con Twain, “a través de matemáticas de la teoría de la información para cuantificar la complejidad comunicativa, por ejemplo, la estructura de reglas incorporada en un mensaje recibido”.
El Dr. Fred Sharpe de la Alaska Whale Foundation, coautor del estudio, cree que las ballenas jorobadas son criaturas extremadamente inteligentes con “sistemas sociales complejos, capaces de fabricar herramientas y comunicarse a través de canciones y llamadas sociales”.
Por eso, la investigación también contempla otros aspectos del comportamiento comunicativo de esos mamíferos, como la fabricación de anillos de burbujas en presencia de humanos.