En Colombia hay ocho planetarios. O mejor había. Porque ya son nueve: se acaba de inaugurar el primer planetario dentro de un colegio en todo el país. Y es probable que sean pocos los colegios en el mundo que lo tengan.
El colegio de la compañía de María, La Enseñanza, enclavado en la loma de los Balsos, en el corazón de El Poblado, puso en funcionamiento su planetario. La experiencia es fascinante: una vez se apagan las luces y se encienden los proyectores las estudiantes de todas las edades entran al mundo del conocimiento de una manera envolvente.
La sorpresa es que en la gran pantalla cóncava, con una inmejorable definición, no solo aparecen los planetas del sistema solar, el sol y las estrellas; también, si se trata de una clase de biología, puede aparecer la anatomía del cuerpo humano, en un viaje órgano por órgano mostrando cómo funciona cada uno de ellos con imágenes, videos y contenidos de la más alta calidad.
Lo propio ocurre para las clases de química, van apareciendo cada uno de los elementos de la tabla periódica, cuál es su aspecto real y sus aplicaciones. Todo gracias a un software especializado que les ofrece imágenes y contenidos exclusivos para la enseñanza. Sin duda, el planetario permite llevar la pedagogía a una nueva dimensión.
Pero el Planetario no es un ingrediente aislado para el colegio: existe como producto de todo un proceso de innovación en el cual se ha comprometido La Enseñanza en los últimos cinco años.
La comunidad religiosa que comanda el colegio, con un grupo de especialistas en pedagogía y en ciencias, adoptaron el enfoque STEM (por sus siglas en inglés: Science, Technology, Engineering y Math) que significa el uso de metodologías de aprendizaje activo, de manera que las estudiantes (y ahora también los estudiantes, porque el colegio comenzó a ser mixto) aprenden a través de proyectos propios en los que buscan soluciones a problemas del mundo real, básicamente en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
“Hace tres años venimos trabajando en el tema de STEM. Hemos trabajado temas como el universo. Que fue un poco la expectativa cuando estábamos en la construcción del planetario.
Las estudiantes, por ejemplo, de preescolar a cuarto, trabajaron el tema exploradores del universo: cómo entender el cielo, las estrellas, las constelaciones. Las estudiantes de noveno, décimo y once en ese momento trabajaron la misión a Marte. Cómo vivir y habitar el planeta rojo”, explica Ana María Vásquez, asesora en los programas de Mercadeo Lengua Extranjera e intercultural.
Otro ejemplo fue que trabajaron el tema de la energía y cómo afrontar las demandas del futuro. Todo el colegio se activa alrededor del tema elegido, en sus diferentes grados y materias, y abordan la problemática de una u otra manera según la edad de los estudiantes. En este año el reto es la bioingeniería: biomimética de preescolar a 3°, Biomecánica 4° y 10°, Bioquímica 5° y 7°, y Biotecnología 6°,8°,9° y 11°.
No es sólo la discusión y el aprendizaje, también deben llegar a soluciones mediadas por las nuevas tecnologías que ellas mismas ya saben manejar (robots, inteligencia artificial, realidad virtual, realidad aumentada, programación, impresión 3D, automatización).
Las más grandes obtienen asesoría de estudiantes de universidades y logran hacer prototipos, como ocurrió por ejemplo con un zapato que permite transformar una caminata en energía.
“Ha sido un proceso. En los otros años les dábamos la pregunta, y ahora lo que les hemos dado es el contexto. Entonces vemos biominética, se trata de esto investigan qué es y luego hacen las preguntas, el reto que quieren resolver”, cuenta Beatriz Acosta Mesa, religiosa de la compañía de María, rectora del colegio.
Tanto por aprender
Por supuesto también aprenden de astronomía. Gracias al nuevo planetario son el primer colegio en Colombia que abre un Programa de Astronomía desde prejardín hasta once, entendiendo que las ciencias del espacio son cada vez más importantes en el mundo, no solo para entender el universo, sino también para observar a la tierra desde el espacio.
“Nosotros aquí en la enseñanza nos gusta pensar y decir que el planetario es un universo de posibilidades, y lo decimos porque más que un domo, es una aula inmersiva”, destaca Ana María.
La construcción del planetario en un colegio (que espera próximamente abrir sus instalaciones a toda la ciudad) es aún más notable si se tiene en cuenta que La Enseñanza acaba de cumplir 124 años. Dice mucho de un colegio tradicional esta capacidad que demuestra de transformarse.
El 28 de febrero de 1899 nueve religiosas de la Compañía de María llegaron a Medellín para comenzar a dictar clases informales de música, piano y costura, entre otras. En un año movido en Medellín: se creó la Sociedad de Mejoras Públicas (9 de febrero), llegó a Medellín el primer automóvil del país que lo trajo Carlos Coroliano Amador (octubre).
El proyecto educativo se inspira en la experiencia de La fundadora de la Compañía de María, Juana de Lestonnac, sobrina del ensayista y humanista Miguel de Montaigne.