Fue tal el cimbronazo que todo el planeta lo sintió, el clima se alteró y las nuevas condiciones llevaron a la desaparición de las enormes criaturas que habían dominado la Tierra por más de 50 millones de años: los dinosaurios.
Hace 66 millones de años un enorme asteroide entró al planeta sobre lo que hoy es la península de Yucatán, generando un megaterremoto de magnitud 13, produciendo un cráter de 200 kilómetros de diámetro, el Chicxulub. Y unos pequeños fragmentos llegaron hasta la isla de Gorgonilla, en el Pacífico colombiano, la primera vez que se encuentran en Suramérica.
Esto según reporte del investigador Hermann Bermúdez, quien encabezó una expedición a esa pequeña isla de solo 700 por 1.600 metros, a 300 metros de Gorgona.
Los restos, un material conocido como esferulita, parecido al vidrio, de unos 2 centímetros de diámetro están bien conservados, quizás porque la isla estaba entonces sumergida.
Al examinarlas con el microscopio se aprecian cristales pequeños que revelan la composición del meteorito.
Estudio previo
El investigador había reportado ya en un artículo científico evidencias del impacto del asteroide en la isla de Gorgonilla, una deformación provocada por la energía sísmica generada por el impacto en un sitio a más de 2.300 kilómetros de Yucatán.
El gran terremoto y las réplicas fueron suficientes para afectar sitios lejanos, lo que se comprueba en Gorgonilla, donde se evidencian una intensa deformación sedimentaria hasta 15 metros por debajo del nivel de las esferulitas (que marcan el límite K/Pg , como se denomina al evento y que sirvió para separar dos eras hace 65 millones de años).
El hallazgo ayuda a estudiar las características del impacto del asteroide, que se calcula tenía 10 kilómetros de diámetro y del que se desconoce mucha información.